TRIBUNA ESPECIAL ELECCIONES CATALUÑA 14-F
Cataluña lleva sumida en su propio caos una larga década. Lo que empezó como la más grande cortina de humo extendida en nuestra democracia para evitar pagar las consecuencias políticas de la crisis de 2008 ha acabado con las energías de un territorio que otrora fue locomotora de España. Porque si hacemos memoria, fue precisamente cuando Artur Mas entró en helicóptero al Parlament de Catalunya en junio de 2011, el momento en que cual San Pablo cayó de su caballo y se levantó independentista.
La irresponsabilidad no fue esa, puesto que es muy lícito tener como proyecto la independencia de tu región, no, sin duda, la enorme irresponsabilidad fue la de trazar con la vara de mando una línea que atravesaría Cataluña para dividirla, blanco o negro, conmigo o contra mí. Esa fue la triste fórmula de su supervivencia, fórmula que tuvo en el inoperante gobierno conservador del PP el máximo aliado. Casi diez años de fórmula de éxito de conservadores en Cataluña y en España. Una década cavando en las trincheras de la discordia, la crispación y la tensión social.
Por eso debemos preguntarnos, ¿Elecciones para qué?
Pues estas elecciones deben servir para cerrar este capítulo nefasto de la política catalana y de la española. Lo empezamos a hacer el día en que, via moción de censura, finalizamos el gobierno popular de Rajoy, continuamos al consolidar un Gobierno de Progreso y deberemos culminarlo, en la vertiente catalana, con el final de la vía «procesista» que nos ha llevado hasta un callejón sin salida lleno de resquemores y de reproches entre independentistas. Porque cuando la lista de traidores los incluye ya a todos menos a los tuyos, indefectiblemente estas al final del camino. El abandono general del «procés» y de lo que ha significado en pérdidas para la sociedad, la economía, la convivencia y la imagen exterior de Cataluña, es el epílogo, el canto del cisne, de una carrera hacia ninguna parte que debe acabar aquí.
Es el momento, llegados a este punto, de levantar la cabeza, de calmar los ánimos, de trazar las vías de reencuentro, de recoser una sociedad que lleva tanto en tensión que casi no recuerda lo que había sido. Recuperar aquella Cataluña punta de lanza de España, pero también del sur de Europa, justo ahora, que Europa más nos necesita con todos los retos enormes que nos deja el año de la pandemia y el Brexit. Porque ahora ya no va de fallarnos a nosotros mismos como comunidad humana, va de poder ser – otra vez – agentes del cambio, impulsores del futuro y hacedores de progreso común.
En estas semanas se ha visto perfectamente como hay una gran mayoría social que ve en el cambio en Cataluña más una necesidad que solo una oportunidad. Hemos perdido tantas oportunidades en la última década, que estamos en el punto en que ya no podemos permitirnos perder ni una más. Porqué perder una más solamente, podría ser fatídico para nuestra tierra. Estos días de campaña solo hemos visto unas manos abiertas y tendidas, dispuestas a no dejar que Cataluña pierda ni una sola oportunidad más, las de Salvador Illa.
Publicado el 09/02/2021