El homenaje a Jaime Vera tuvo lugar el pasado 17 de junio en el Ateneo de Madrid
Fotografías: Mayte Pardo
Más vale tarde que nunca. Algunos personajes de nuestra historia más reciente han tenido que esperar demasiado tiempo para que la sociedad no sólo le rinda justo tributo sino que, incluso, tome conciencia de que han existido y que han contribuido, de forma decisiva, a poner orden y concierto en algunos destacados aspectos de esa misma sociedad. Es el caso de JAIME VERA.
Pocos saben, en efecto, que el doctor VERA, nacido en SALAMANCA en 1858, participó, años después, el 2 de mayo de 1879, en la fundación del PARTIDO SOCIALISTA OBRERO ESPAÑOL. Doctorado en medicina ese mismo año, se dedicó a la neuropsiquiatría. Y en ese campo destacó sobremanera en el respeto a los discapacitados y en el trato humano a los enfermos. Fueron muy importantes sus estudios y trabajos en lo referente a enfermedades mentales. Obras como “NUEVO CONCEPTO DE LA LOCURA” o “EL PROBLEMA DEL HISTERISMO” no sólo contribuyeron a humanizar el trato a los enfermos sino, también, a marcar caminos hasta ese momento inexplorados. Fue, en este sentido, un pionero, un auténtico avanzado a su época.
Políticamente, ya hemos dicho que formó parte del grupo de veinticinco personas que constituyó el PARTIDO SOCIALISTA OBRERO ESPAÑOL. Nombres como los de QUEJIDO, MATÍAS GÓMEZ, MORA y CALLEJA, a los que se unió posteriormente PABLO IGLESIAS, contaron con la preparación cultural, social y política de un joven doctor que, con el paso del tiempo, en 1884, redactó, con 25 años, el informe “sobre el estado y las necesidades de la clase trabajadora y las relaciones entre el capital y trabajo”, considerado, todavía hoy, como el mejor texto marxista del socialismo español. El informe constituye un profundo análisis marxista de la situación social de la ESPAÑA de su tiempo. Partidario del acercamiento a los republicanos, discrepó, en abierta oposición a las tesis defendidas por PABLO IGLESIAS, de las bases de la redacción de ELSOCIALISTA que establecían que “se debe combatir a todos los partidos burgueses y especialmente las doctrinas de los avanzados, si bien haciendo constar que entre las formas de gobierno republicana y monárquica, EL SOCIALISTA prefiere siempre la primera”. Por esta razón, JAIME VERA permaneció apartado del PSOE durante cinco años. Con una formación intelectual más sólida que el resto de sus compañeros tuvo una visión más amplia del calificativo OBRERO pues defendía que el PARTIDO debía estar abierto a otras clases sociales como los profesionales o los intelectuales de los que, él mismo, era un claro exponente. El doctor VERA fue, pues, un trabajador intelectual al servicio de la clase obrera.
Valgan estas líneas como reconocimiento a un hombre que, la historia, ha tenido injustamente oculto. De hecho, algunas calles, escuelas u hospitales que llevan su nombre no fueron cambiados por la dictadura franquista por el desconocimiento absoluto de su figura. Y eso que, al margen de sus actividades profesionales y políticas, JAIME VERA fue un notable escritor y un conferenciante habitual y de éxito en el ATENEO de MADRID. No es casualidad, pues, que ese recinto haya sido el elegido para celebrar un homenaje que, impulsado por el FILÓSOFO ANTONIO CHAZARRA, reunió a una serie de políticos e intelectuales que, durante casi tres horas, glosaron, desde diferentes prismas y perfiles, la vida y obra del doctor VERA. CARLOS LÓPEZ RIAÑO, CARMEN BARAHONA, JUAN JOSÉ CASTILLO, FRANCISCO CÁNOVAS, AURORA RUIZ y el mismo ANTONIO CHAZARRA analizaron con todo detalle la vida de un hombre con tanta diversidad que permitió a los oradores disertar sin prácticamente repetirse los unos con los otros. Fue una gran tarde rica en matices y, también, en anécdotas. La profundidad de los análisis no estuvo reñida con una total comunicación con el nutrido auditorio que siguió con enorme interés las explicaciones de los ponentes. Tendría que haber muchos actos como este, era la frase más repetida al término de una intensa y, al mismo tiempo, liviana sesión.
Se hizo, así, justicia a la figura de un político, intelectual, escritor, médico, conferenciante y, sobre todas las cosas y actividades, un humanista convencido que, en tantos campos, puede decirse que fue un auténtico precursor. Considerado uno de los fundadores de la psiquiatría moderna en ESPAÑA fue, también, un incansable luchador contra el sistema capitalista desde perspectivas que justificaban políticamente la lucha de la clase obrera por el socialismo, con una impecable argumentación marxista. Murió, el 19 de agosto de 1918, a los 59 años. Sus restos descansan en el CEMENTERIO DE LA ALMUDENA de Madrid.