julio de 2024 - VIII Año

Venezuela, Kilómetro cero: Elecciones Presidenciales del 28 de julio

La semana pasada tuve la ocasión de charlar amigablemente con un grupo de venezolanos residentes en España; unos de izquierdas, otras de derechas, unas chavistas, otros de la Oposición. Y precisamente con la Oposición comenzó el encuentro. Como Antropólogo que soy, comencé a hacer preguntas y comparaciones:

¿Qué es la Oposición Venezolana, me lo pueden explicar? ¿Quién o quiénes están detrás de la Oposición? ¿Cuál es su cometido? Tras las primeras respuestas e impresiones, me vino a la mente un déjà vu al Peronismo; por mucho que me lo expliquen, no lo lograré entender.

De la Oposición, del Gobierno y de las próximas Elecciones Presidenciales del 28 de julio, en el país del eterno Simón Bolívar, es de lo que quiero tratar.

Una Oposición que, como “el camarote de los Hermanos Marx”, lo tiene todo: un espacio ideológico con mucho odio, discurso político rancio, aire absurdo y todo con un toque surrealista. Y es que, cuando quién quiere liderar la candidatura oficial de “La Oposición”, aun sabiendo que tiene asuntos pendientes con la justicia de su país, que puede ser inhabilitada para tal responsabilidad y, desoye este hecho; cabe plantear una doble cuestión: ¿Quiere echar un pulso a la Justicia de Venezuela o quiere provocar al Sistema Electoral del país? Como estrategia para llamar la atención a la Comunidad Internacional puede valer, pero a nivel interno para con el pueblo venezolano se le puede revertir esta posición.

Según se pudo ver el pasado día 5 de abril, la hipotética Candidata de la Oposición pidió ayuda al máximo responsable de la Red Social (X) para llegar a la Presidencia del país, eso sí, a cambio de un cheque en blanco para el dueño de la mayor red difusora de fake news del mundo. Como estrategia política internacional es lo más burdo que se ha visto; cualquiera puede defender su país como quiera, pero está feo hablar mal de él y venderlo de esta manera.

Los voceros y embajadores de la Oposición como Paula Quinteros (Diario The Objective), Orlando Avendaño, Tamara Sujú, Juan Guaidó, Leopoldo López y tantos otros, aprovechan la manipulación mediática y cualquier ápice de crisis venezolana para que, desde el extranjero, pongan en marcha el ventilador para difundir noticias falsas e información tergiversada sobre la realidad de lo que se vive dentro del país, generando un odio exacerbado hacia la opinión pública y comunidad internacional.

Es importante diferenciar los dos modelos de Oposición que existen en el país. Por un lado, la que acabo de exponer; una Oposición radical, populista, definida como “Oposición Oficial”. La otra, una Oposición racional, de apertura, conciliadora, que construye puentes de comunicación con el Gobierno y que apuesta por el diálogo como instrumento para hacer política; Oposición liderada por la llamada “Plataforma Unitaria”, formada por una masa social y un capital humano que gobierna en diferentes municipios y provincias, que gestiona y representa a una buena parte de la ciudadanía venezolana.

Un país gestionado por el actual Gobierno con sanciones y bloqueos internacionales, con la intención de asfixiar a su pueblo de manera indirecta, para poder ocultar los avances y las transformaciones que se están produciendo en el seno del Gobierno: fomento del Estado de Bienestar (Programa Misiones), aumento de la producción en la industria de hidrocarburos, impulso en la economía productiva en los sectores estratégicos para la promoción del crecimiento económico y social del país, entre otros. Según el último Informe de Perspectivas de la Economía Mundial del FMI, Venezuela encabeza las proyecciones de crecimiento económico en este año 2024 en América Latina, con una estimación del 4% de su PIB, lo que permite una bajada considerable de la inflación.

A estos datos le sumamos que, durante 2023 se consiguieron cuatro logros en el país gracias a la colaboración público- privada y al esfuerzo colectivo (trabajo productivo del Gobierno y del Tejido Empresarial-Industrial): Enfrentar las sanciones ilegales impuestas por Estados Unidos, desaceleración y control de la inflación, consolidación del nuevo sistema cambiario y, crecimiento real y tangible de la economía y la producción nacional no petrolera.

Un país que a pesar de las trabas impuestas para construir un futuro mejor para su pueblo que sigue creciendo, lo dice el Fondo Monetario Internacional, es un indicador de esfuerzo colectivo y buen hacer.

No cabe duda que la asfixia económica producida por las sanciones internacionales al país, unida a la dependencia económica, puede provocar un aumento de la migración, la criminalidad y una desestabilización social. Todo ello, unido a las noticias falsas en todo el espectro de redes sociales, también pueden regalar el argumentario a la Oposición oficial y sus “Embajadores opositores” en el exterior para desvirtuar la imagen del país.

Venezuela tiene un gran futuro por delante, unas políticas del Estado de Bienestar envidiables, unas políticas agroalimentarias y agroindustriales potentes, un clima, gastronomía, biodiversidad y playas para fomentar la industria turística; goza de unas relaciones internacionales idóneas para poder jugar un papel clave de “Mediador” en la geopolítica internacional y en los conflictos bélicos vigentes en Ucrania-Rusia e Israel-Irán.

Y hablando de futuro, un grupo de jóvenes venezolanos ganaron el Campeonato Mundial de Robótica (Singapur), algo que parece impensable según lo que transmite el imaginario colectivo de la opinión pública sobre el país; pero en base a la noticia de Singapur, a Venezuela se le ofrece un escenario a medio plazo para fomentar el desarrollo tecnológico y la industria del futuro: la inteligencia artificial, pudiendo ser el Laboratorio latinoamericano de la IA.

A tres meses de las Elecciones Presidenciales del próximo 28 de julio, no cabe duda que según se vaya acercando la hora de la cita con las urnas, se irá crispando el ambiente político y electoral en el país, poniendo en tela de juicio y en duda la transparencia del Proceso Electoral. La campaña electoral y su proceso se jugarán en una cancha de juego diferente a la que se debería de jugar. Pude comprobar personalmente en noviembre de 2021, con motivo de la celebración de las Elecciones Municipales y Provinciales (elección de Gobernador/a) y en calidad de Observador Internacional, cómo era el Proceso Electoral y cuál era el papel que juega el Órgano Público que lo gestiona (el Centro Nacional Electoral, CNE). Mecanismo y gestión que me parecieron de lo más transparente, moderno y seguro de los procesos que he podido examinar hasta el momento.

El próximo Proceso Electoral de julio de 2024, debiera servirle al Gobierno, la Oposición y al partido político del Gobierno (PSUV) como una nueva oportunidad de volver al Kilómetro cero. No siendo partidario de indicar a nadie lo que tiene que hacer en casa ajena, pero sí mostrar mi opinión. En este sentido, la misma actitud constructiva y positiva que tuvo el Gobierno con la Oposición y con el compromiso de la Comunidad Internacional a la hora de crear e invitar a ésta a la Mesa del Proceso de Diálogo y Negociación, es la que se debería tener con el Gobierno.

Esta es la razón por el que Gobierno-PSUV y una única Oposición edificante debieran de crear un nuevo Espacio de Diálogo, dejar a un lado la estrategia de odio y la táctica de crispación, para fomentar la política útil. En esa Mesa de Negociación se deberían de rechazar las discrepancias para construir así, un Espacio de Diálogo a partir de las Coincidencias mutuas.

De esta manera se dará sentido a la verdadera política y se pondrá en valor un Nuevo Escenario para Venezuela: La Concordia.

En definitiva, la Oposición debe de ser una y facilitar las cosas, el Gobierno contribuir y seguir con la mano tendida a las distintas fuerzas políticas diferentes al PSUV para crear un clima respirable. También debería de entrar en un proceso de “Repensar”: Repensar un nuevo ideario del PSUV, una nueva agenda y estrategia política de Gobierno, y una sucesión cuando toque, más pronto que tarde.

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