marzo de 2025

PASABA POR AQUÍ / Días de infarto

Detalle de la tumba de Urraca López de Haro, cuarta abadesa de la Abadía de Cañas (La Rioja). Talla de Ruy Martínez de Bureba (1272)

No es cierto que a mí me diera un infarto el día 21 de enero de 2025 porque justo el día antes estuviese un energúmeno reteñido y bocazas jurando su puesto de presidente de los EEUU.

No es cierto que tuviesen que hacerme un cateterismo porque le acompañase ese otro imbécil llamado Elon, maestro en aspavientos, gesticulación de adolescente con picores, zancadas de feriante demodé y saludos fascistas disimulados.

No es cierto que me viese ingresado en una UCI tres días porque me impresionaba la caterva de marionetas millonarias arrimadas al poder y alimentándolo para seguir sacando tajada.

No es cierto que me medicasen hasta las orejas para poder resistir el asco que me producen los millones de ignorantes, aprovechados, paniaguados e insensatos, que votan a ciegas porque no saben o a sabiendas porque son perversos.

No es cierto que me tuvieran ingresado algunos días más para evitar la urticaria que me produce que otra millonada de torpes, ignorantes, paletos y desinformados den su voto, en otros muchos países, a populismos rancios, casposos y retrógrados de algunos monigotes parecidos al estadounidense.

Trump. Viñeta del autor

No es cierto que tenga que estar ahora recuperándome poco a poco de la impresión de ver que todos los egoístas neoliberales, fascistas de libro, populistas mentirosos y mafiosos económico-políticos de varios países, a cada cual más cutre, le anden bailando el agua al bocachancla caprichoso de USA.

No es cierto que tenga que hacer régimen de comidas saludables y abstenerme de alcoholes y tabacos porque me den náuseas la debilidad, el miedo y las precauciones de casi todo el resto del mundo para no enfrentarse a ese individuo dispuesto a cargarse cualquier avance social que no convenga a sus ideas autócratas y a sus criterios de miserable mercader.

Lo que sí es cierto es que al mismo tiempo que andaba yo entre sanitarios, hombres y mujeres de la más alta profesionalidad, atendiendo el atasco de mis arterias, el mundo andaba atascado en otros asuntos bastante más peligrosos, porque una serie de bellacos se empeñan en conducir en sentido contrario al del progreso y la solidaridad provocando tal embotellamiento que amenaza con un colapso mundial de los de no te menees si no lo remediamos.

Lo que sí es cierto es que la puñetera Ley de Murphy que avisa de que «si algo puede salir mal, saldrá mal» está a la orden del día y hay mucho descerebrado al que le importa un pito que nos rompamos la crisma en guerras de ambición, nos intoxiquemos con los residuos de una sociedad absurda o nos sofoque para siempre un cambio climático provocado por la ambición, la insolidaridad y la estupidez.

Lo que sí es cierto es que, para evitar que mi corazón vuelva a darme otro susto, tengo que liarme la manta a la cabeza, pero no meterla en un agujero; estar alerta, pero sin agobios; pararme a meditar a quién hay que dar el voto, pesando pros y contras; y estar con un ojo tranquilo y relajado, mientras el otro permanece atento para no perder de vista los tiempos aciagos que se acercan y evitarlos en lo posible.

COMPÁRTELO:

Escrito por

Archivo Entreletras

Kafka: una meditación
Kafka: una meditación

Kafka (al que, en adelante y deliberadamente, llamaremos K) vivió su yo bajo la sombra. Bajo una sombra esquiva, gigante…

Volvió la luz al Ateneo, pero podría apagarse
Volvió la luz al Ateneo, pero podría apagarse

Con motivo de las elecciones a la Junta de Gobierno del Ateneo de Madrid que celebrará la bicentenaria institución cultural…

‘El ruido de una época’, de Ariana Harwicz
‘El ruido de una época’, de Ariana Harwicz

El ruido de una época Ariana Harwicz Gatopardo, 2023 De algunos libros no se debería hablar. No debiéramos añadir más…

167