La Solidaridad ocupa un lugar destacado en la Historia de la prensa obrera española, a pesar de que solamente se publicó durante un año, de enero de 1870 a enero del año siguiente. Pero su importancia radica en que fue la primera publicación que se significó por la Primera Internacional, constituyendo el órgano de su Sección española. Entre sus primeros colaboradores y redactores destararía Tomás González Morago, Francisco Mora Méndez, entre otros. También publicó textos de Bakunin y Proudhon. La publicación se encuadraría dentro de la prensa de signo anarquista, anarcolectivista, pero un joven Pablo Iglesias publicó en agosto de 1870 uno de sus primeros artículos sobre la guerra franco-prusiana.
El objetivo de este trabajo es contribuir al conocimiento de este periódico a través de un material que hemos encontrado en El Socialista, un artículo de Juan José Morato en diciembre de 1932, después de regresar al Partido Socialista. Morato, entre su larga y compleja trayectoria vital y de compromiso político y social, es considerado el primer historiador del socialismo español. El artículo tiene el significativo título de “Un antepasado de El Socialista”.
Morato comienza la historia de este periódico un mes antes de enero de 1870 cuando en la Nochebuena de 1869 se repartió en Madrid el Manifiesto de la Sección española de la Internacional, firmada por 28 trabajadores, donde se anunciaba la publicación de un semanario titulado “La Solidaridad”, cuando se contase con 500 suscriptores. Se avisaba que la suscripción costaría una peseta cada trimestre.
No se tardó mucho en conseguir los suscriptores porque el 15 de enero salía el primer número. El Consejo de Redacción estaba compuesto por los siguientes miembros: Vicente López (zapatero), Máximo Ambáu (tornero en hierro), Juan Alcázar (papelista), Tomás González Morago (grabador), Anselmo Lorenzo (tipógrafo), Hipólito Pauly (tipógrafo), y Francisco Mora (zapatero). Pauly y Mora serían fundadores del PSOE en mayo de 1879. Por otro lado, González Morago y Anselmo Lorenzo serían destacados anarquistas. Comenzada la andadura de La Solidaridad se incorporaría Celso Gomis, un ingeniero catalán, procedente de Suiza donde había estudiado ingeniería y donde tuvo relaciones con Bakunin. Para Morato fue el alma de la publicación difundiendo las ideas de la Alianza de la Democracia Socialista, es decir, de las ideas anarquistas, según la resolución del Congreso de Basilea de 1869. El programa se resumía, en palabras de Morato, en tres cuestiones básicas: anarquía, colectivismo y ateísmo.
En el periódico se impondría la norma del trabajo anónimo, la supresión de las firmas en los artículos, la reseña con iniciales de los artículos, eliminando elogios. En el quinto número aparecería la declaración de los redactores en la que se decía que hasta el momento se habían firmado los escritos insertos en el periódico para demostrar que los redactores eran verdaderos obreros, pero en lo sucesivo no se volvería a firmar para impedir los lucimientos y ensalzamientos personales, por ser opuestos a los principios internacionalistas.
Morato nos informa que en marzo de 1870 Pablo Iglesias, que ya había leído el semanario y asistido a conferencias donde se explicaban las ideas de la Internacional, entró en la Sección de Tipógrafos, y se ofreció para ayudar en el periódico. Efectivamente, al estallar la guerra franco-prusiana publicó un artículo titulado “La guerra”, y firmado con las iniciales P.I., y eso porque no era miembro del Consejo de Redacción, porque si lo hubiera sido no habrían aparecido ni las iniciales. Iglesias colaboró hasta el final en la composición del molde, y Morato pensaba que había puesto dinero en suscripciones para comprar papel, y habría escrito alguna otra cosa. Recordemos que tenía 20 años.
La vida del semanario no fue fácil, según Morato, porque los redactores y colaboradores trabajaban gratis, y también el Consejo de Administración, y no fueron pocos los agobios económicos que hubo que padecer. Al final, al año tuvo que cesar su publicación. Mora, Morago y Lorenzo ya andaban ocupados en las tareas del Consejo Federal nombrado por el Congreso de Barcelona de junio de 1870, y Celso Gomis se habían ausentado de Madrid.
Hemos consultado el número 7762 de El Socialista. Podemos citar también el libro clásico de Tuñón de Lara, El movimiento obrero en la historia de España, I, publicado en 1972, y la mucho más reciente, e imprescindible Enciclopedia histórica del anarquismo español de Miguel Íñiguez, publicada en 2008. Sobre Gomis hay un trabajo en la red de Juan Pablo Calero. Por su parte, sobre Tomás González Morago se hace necesario acudir a la Enciclopedia aludida. Sobre los que serían socialistas siempre contamos con el Diccionario Biográfico del Socialismo Español.