Amigos, os presento mi nuevo libro, donde reúno todos los cotilleos, chismes, dimes y diretes de la antigua Roma, en una crónica que repasa los medios de comunicación, las redes sociales, la política, los líos imperiales y por supuesto, el sexo tal y como eran en la Roma clásica. Se llama Crónica Rosa Rosae y os va a gustar, porque sé que nos gustan los cotilleos, cuanto más sabrosos, mejor.
¿Un libro de cotilleos? ¿Por qué no? Los cotilleos conforman la mayor parte de lo que hoy conocemos como historia antigua. Autores tan serios como Aristóteles, Séneca, Cicerón, Flaubert, Wilde o Marx (Groucho) escribieron sobre rumores. Media humanidad desde siempre se ha interesado por lo que la otra media hace o deja de hacer. Por eso disfrutamos todavía con los amoríos de personajes famosos como Julio César o Cleopatra, con los que los romanos ya cotilleaban en los foros o en las termas hace dos mil años.
Piensa por un segundo qué es lo que sabemos realmente sobre Calígula o Claudio; ¿lo sabemos a ciencia cierta o porque de pequeños vimos Yo, Claudio? ¿Y si en el futuro tuvieran que escribir la historia de nuestra época y solo hubieran sobrevivido como testimonio los programas del corazón? ¿O las revistas del cuore? Hoy sabemos que mucho de lo que dijeron los historiadores romanos son cotilleos, pero como no tenemos más fuentes… aceptamos Rumore como animal de compañía. Todos “sabemos” que Calígula era malo malísimo, o que a Nerón le gustaba jugar con fuego o que Claudio era un poco bobo. ¿Pero es verdad? En el fondo, no lo sabemos. Lo que sí sabemos es que somos cotillas, reconozcámoslo. Cuando un famoso da que hablar, como Shakira con la canción, Ana Obregón con su hija-nieta, la coronación de Carlos o como lo que sea que esté de moda esta semana, dejamos de hablar de la crisis, del paro, de la guerra, sólo nos importa la prensa rosa. Nos gusta saber cosas de los demás, sobre todo de los famosos. Y ya no hay famosos como los de antes.
Sobre este libro se ha dicho:
«Paco lo sabe todo sobre mí y lo cuenta todo, todito en Crónica Rosa Rosae» CLEOPATRA
«Me veo obligado a escribir este elogio porque Paco tiene fotos mías con Catilina» CICERÓN
«Crónica Rosa Rosae es solo un montón de cotilleos y yo, además, salgo muy poco» CATÓN
«Paco y yo solo somos buenos amigos» CLODIA
«¿Paco Álvarez? No, no sé quién es. Ni idea. ¿Tienes fuego?» NERÓN
Es posible sonreír leyendo un libro de Historia; si no te provoco ni una sonrisa en todas las páginas de Crónica Rosa Rosae, escríbeme y te devuelvo el dinero, eso sí, en sextercios.
Bueno, os invito a conocer Crónica Rosa Rosae, un libro que no va a dejar indiferente a nadie, qué digo un libro, un escándalo encuadernado, una nueva manera de ver la Historia que creemos saber. Ave amigos. Y por cierto, ¿sabéis la última de…?