La historia general de las Indias
Gonzalo Fernández de Oviedo
Biblioteca Castro, Madrid, 2023
Por qué será que el solo nombre de Indias evoca vagos y seductores colores, lenguaje afinado y claro, tendencia a una forma de ensueño… Pero es así, de modo que lo que unos ven o sienten como una agresión conquistadora, otros, sin desdecir de los primeros, ven paisajes de viaje para la imaginación, para el decir y pensar:
“Caimito es un árbol de los más conocidos que puede haber en el mundo, porque sus hojas tienen cuasi redondas y, de la una parte, están verdes, y de la otra secas o como chamuscadas. E así, aunque esté entre mucha espesura de árboles se conoce y es muy diferenciado entre todos ellos. Echa una fruta morada, prolongada y tamaña como el trecho que hay entre un dedo de coyuntura a coyuntura, pero no tan gruesa como el dedo. De dentro es blanca como leche y zumosa, y cuando se come es aquello como la leche pegajosa y espesa”
Entiéndase que en una Historia General ha de haber información de todo tipo, y no por ello, para conocer, han de enfrentarse las informaciones, sino complementarlas.
El libro es un dechado de virtudes expresivas, literarias, y aquí leer equivale al recorrido en un largo viaje donde lo humano y lo material conforman un mosaico ameno, muy didáctico, y de reiterada consulta por cuanto se apoya el texto también en imágenes tan sencillas como explicativas.
Para la época, este libro que se conforma en una subdivisión de 19 libros con distinto número de capítulos más un ‘Libro último. De los infortunios y naufragios’ —de todo era lógico que hubiese— que habrá supuesto una fuente estimadísima de rico conocimiento. Sería bueno tomar en consideración que estamos en los siglos de la curiosidad y la ciencia, del despertar de los conocimientos humanos y geográficos, y todo ello está aquí consumado. Europa se desarrollaba como pionera cultural y los lectores, en aumento, estaban ávidos de ‘noticias curiosas’.
De todo cariz, pues el cronista no descuida, como sería de esperar, las noticias más humanas: “Así que, volviendo a la historia, entre las muchas mujeres que un cacique tenía siempre había una singular que precedía a las otras, por generosa o más querida, sin ultrajar a las de demás ni que ella desestimase ni mostrase señorío ni lo tuviese sobre las otras”
Se nos informa muy oportunamente, como suele ocurrir en las adendas ilustradas que suelen acompañar a los libros de Castro, que “Gonzalo Fernández de Oviedo, cronista de Indias y viajero por excelencia, nació en Madrid en 1478. Pese a sus orígenes modestos vivió su adolescencia en la corte al servicio del príncipe Juan, viajó a Italia y en 1514 se embarcó bajo el mando de Pedrarias Dávila en el proyecto colonizador de Castilla del Oro.
Fruto de estos primeros años en las Indias publicó ‘De la natural historia de las Indias’ (1526), más conocido hoy día como el ‘Sumario’ Alentado por este éxito editorial y por su nombramiento como cronista oficial que le permitirá el acceso a toda suerte de relaciones sobre los nuevos territorios, en 1535 Oviedo decidió autofinanciar la impresión de la primera parte de su ‘Historia general y natural’
Sea pues, pasen y lean para su provecho y deleite.