Ensayo general
Milena Busquets
Editorial Anagrama, 2024
La mirada de Milena Busquets a la vida
Milena Busquets se adentra en este Ensayo general, publicado por Anagrama, por los senderos del recuerdo, de las cosas importantes de la vida y va deslizando su mirada nostálgica al pasado. Este ensayo general no es una puesta a punto para la gran obra, sino un ejercicio de afirmación de lo importante que es vivir y de la escritura.
Late en el libro la familia, en el Cap de Creus, esa madre que fue una excelsa editora y con la que Milena va estableciendo una corriente de amor y de desapego en algunos momentos, porque uno no es el espejo de quien le antecede, sino solo somos pinceladas de unos padres que nos han dibujado, cincelado en el tiempo:
“Cuando intento recordar instantáneas de personas queridas, también veo a mi madre en alta mar, del lado del Cap de Creus, flotando en medio de las olas, sacando solo la cabeza de color castaña y luego gris fuera del agua…”.
Recuerdos que se van sucediendo, pero también la importancia de las librerías, para ver si está el libro de uno, y el enfado pertinente si no aparece o la desmitificación de las bibliotecas, cuando ella espera encontrar un amor sentado, leyendo un libro y se aburría mortalmente. La vida no es el cine, parece decirnos, ni los sueños que hemos ido acumulando. Tampoco la labor editorial, cuando permaneció en ella, le satisfizo.
Hay en Milena Busquets una mujer que recuerda el verano, la belleza del mar, que tanto la ha marcado y esos agostos, donde uno se enamora y que van siendo retazos de una vida que se escapa. Y, naturalmente, el capítulo que da título al libro: Ensayo general, la vida como un ensayo, como diría Kundera, somos bocetos que al final se convierten en un cuadro al morir. Como esos personajes de La insoportable levedad del ser, que deambulan entre sueños y realidades, y que se desdoblan en seres incompletos que el autor va perfilando.
Por ello, sabiendo que el ensayo general es la puesta a punto de la vida, el lugar donde nos representamos y nos decimos las verdades dice:
“El público de un ensayo general es la gente que nos aprecia, que está de nuestro lado. No son los críticos, ni la prensa, ni los productores, ni la gente guapa, son los que desean que las cosas nos vayan bien de verdad, los que alientan y celebran nuestros triunfos y los que seguirán estando ahí cuando todo vaya mal”.
Y, es precisamente, esos hijos tan distintos, esa madre que recuerda, ese padre que murió tan joven, esa escritura que viene y va y que es tan difícil de conseguir y que se escapa, a veces, cuando nos sentamos al ordenador. Todo forma parte del ensayo general, la propia vida, el olor del mar, los recuerdos, los libros, los hombres que han pasado por su vida, son un ensayo, donde nos vamos completando.
Un libro que se lee con fluidez, porque Milena Busquets se sincera y nos va dejando pinceladas vitales, lo que le gusta y lo que no, lo que siente y lo que se le escapa. Ese boceto de vida es, al final, un cuadro, donde podemos mirarnos. Un libro realmente hermoso.