Desde mis acantilados
Cristina Zurita
Liberis (Imp.), 2023
140 páginas
Desde mis acantilados es la ópera prima en poesía de Cristina Zurita. Un libro en el que la autora ha reunido más de setenta poemas, muchos de los cuales habían sido dados a conocer previamente en las redes sociales con una estimable acogida, motivo, entre otros, por el cual la autora decidió trasladar al papel impreso estos versos.
Los acantilados de Zurita hacen pronto acto de presencia en este libro de forma explícita, concretamente en el poema titulado ‘En mis acantilados’:
En mis acantilados
de mi ignota alcoba
donde las caricias hablan
y los silencios lloran.
Ahí,
donde se enhebra con olas
el abrupto discernimiento,
la erosión del tiempo
y la rosa de los vientos.
El poemario está dividido en seis capítulos: ‘Yo soy el cielo, lo que sucede son sólo las nubes, sólo eso’; ‘Todo comienza con el primer paso hacia ti’; ‘El viaje, los cíclopes y las musas’; ‘El viaje de la palabra’; ‘Encontrar tu sol y girarse’ y ‘Solo lo soñado puede ser buscado’, títulos que a priori nos ofrecen una idea del sentido emocional e intrínseco en el que se van a enmarcar los poemas de Zurita. Valgan de ejemplo estos versos del poema ‘Desnuda ante la vida’:
Desnuda ante la vida.
Hija de las mareas,
ninfa errante,
viajera sin equipaje,
naufrago en mi Cantábrico
en invierno.
Sentada en la arena
en una ceremonia
que me renueva por dentro,
medito en la orilla
solicitando a las olas
mis esquivos deseos.
…………………………..
Las palabras se ahogan
sin poder explicar lo que siento,
es el éxtasis.
Se fusionan el aire,
el mar infinito,
los cielos fuegos.
Y yo,
llorando de felicidad por dentro.
………………………………….
Son poemas en los que Cristina Zurita aborda numerosos temas, muchos de ellos imbuidos de un carácter intimista y espiritual, donde se alienta la enriquecedora tarea de explorar nuestra singularidad y la búsqueda de las claves que nos permiten afrontar el devenir de nuestra existencia, con sus satisfacciones y amargores. También se debe señalar que estamos ante una lírica en la que se invita a la autoafirmación. Lo atisbamos en el siguiente poema:
El camino
El camino es
siempre un tiempo conmigo.
Un tiempo sin tiempo.
Tiempo de parar y reparar,
de ser, sólo ser.
Puedo recorrer
miles de montañas y valles
pero si no he encontrado
la libertad de ser yo misma,
no he llegado a ningún sitio.
Asimismo, en los versos de Zurita se aprecia una importante carga autobiográfica, a partir de la cual surgen numerosos poemas de este libro, con el evidente propósito de compartir dicha experiencia vital, estableciendo un vibrante coloquio con los lectores y lectoras que puedan reconocerse en las reflexiones y sensaciones plasmadas en las páginas de Desde mis acantilados.
Por otro lado, la poesía de Cristina Zurita en este libro es una poesía de fácil lectura, asequible, amena y palpitante en la que, por otro lado, descubrimos una gran sensibilidad, no exenta en ocasiones de cierta exaltación, a la hora de tratar temas profundos que conectan con lo más significativo y revelador del ser humano.
Igualmente, según avanzamos en los poemas del libro es posible percatarnos de la intencionalidad del título elegido. La siempre atrayente imagen del acantilado, donde finaliza la tierra firme y se anuncia el mar a través del abismo, sugiere una inquietante posición frente a la existencia misma, un lugar donde se ponen de manifiesto los equilibrios necesarios para afrontar la vida sin dejarnos atrapar por el vértigo.
Del mismo modo, la presencia del mar, en concreto del mar Cantábrico, así como de los paisajes del norte, emergen en estos poemas como un claro referente para la autora: la naturaleza o sus elementos —como tópicos poéticos— se mezclan con diversos temas que proclaman la identidad de la autora. Muestra de ello son estos versos pertenecientes al poema ‘Batalla de Mujer’:
Hija de las Mareas,
nunca fui una mujer convencional,
aquí estoy frente al mar
preparada para la más dura
de las batallas
la de ser la mujer-madre-mujer
que quiero ser.
Que el discernimiento
del Cantábrico me acompañe.
El poema citado pertenece al tercer capítulo del libro, donde se evidencia la importancia que para la autora tiene la familia, la amistad y el tema de la mujer. Una dedicatoria que no pasa inadvertida que encabeza esta sección corrobora lo mencionado: A las mujeres que de una manera u otra sufren o han sufrido violencia. Varios son los poemas que podrían citarse para acreditarlo. Quizá el titulado ‘Las mujeres de mi vida’, sirva para ilustrar este comentario:
Las mujeres de mi vida
que acompaño
y que me acompañan
tienen astros que las guían,
los brazos siempre abiertos.
Caminan solas pero juntas
en un desierto silente,
hilvanan cada día la alegría
con el trabajo bien hecho,
en el forro de su vestido
llevan bordada la ilusión
de construir un mundo nuevo.
La palabra y la poesía, fundamentos sobre los que se asientan estos acantilados, así como los instrumentos que llevan a la autora a plasmar y compartir sus pensamientos, inquietudes y filosofía de vida. Precisamente, en el cuarto capítulo del poemario, ‘El viaje de la palabra’, Cristina Zurita nos habla, por medio de la palabra poética, sobre las razones de este itinerario. Como explica certeramente Francisco Castañón en la introducción al libro, en este apartado “la poeta pone de relieve el valor de la palabra y, en concreto, de la poesía como vehículo de expresión e intenta responder a la difícil pregunta del por qué o para qué escribir”.
Desde mis acantilados es un poemario en el que Cristina Zurita se expone con todo su bagaje íntimo y espiritual, haciendo inventario de su tránsito por la vida hasta la fecha y atendiendo a las personas, a los lugares y al mar que le es propicio. Podemos leerlo en poemas como ‘Desmaquillar el alma’ del que se extraen estos versos:
Sentarme,
desmaquillar el alma
perfumarme de salitre,
en cada ola
se abre un abanico de
posibilidades sintientes.
Acogida
por el horizonte infinito,
abrazada
por la soledad acompañada,
se me serena el tiempo.
……………………
En fin, Desde mis acantilados es un libro en el que sobre todo se nos invita a “vivir viviendo”. Una más que interesante recomendación de una autora que inicia con esta obra su singladura en el mar fértil y proceloso de la poesía.