Eran un destino
Javier Olalde
Ediciones Vitruvio, Madrid, 2021
196 páginas
Poeta de larga y reconocida trayectoria, Javier Olalde es autor de numerosos poemas en los que el pensamiento de raíz filosófica permea la voz del sujeto poético. Una circunstancia no demasiado sorprendente si se conoce la formación intelectual de Olalde y su perceptible interés por la filosofía, puesto ya de relieve en Extravagancia infinita (2019), libro donde cada poema va acompañado por una reflexión personal escrita en prosa aforística.
Tras este original y significativo antecedente, se publica ahora en la colección “Ensayos” de Ediciones Vitruvio el libro Eran un destino. Obra compuesta por capítulos de mediana extensión donde se analizan y comentan, muy críticamente en algunos casos, comportamientos, libros e ideas fundamentales de ocho notables pensadores, presentados de forma individual y siguiendo un orden cronológico que empieza con el filósofo renacentista Giordano Bruno, en el siglo XVI, y llega hasta el inicio del siglo XXI con el pensador posmoderno estadounidense Richard Rorty.
El título, Eran un destino, que amplía la conocida expresión de Nietzsche “Soy un destino”, se debe, tal como el autor explica en la “Introducción”, a que él entiende que dedicarse a ejercer una vocación personal, sea la que sea y sin que importe el final, “significa de algún modo realizarse en un destino”. Y los pensadores a los que se dedican los distintos capítulos han sido seleccionados precisamente por ser todos ellos dueños de una poderosa vocación y poseer además un enorme talento para desarrollarla.
Los dos capítulos iniciales se ocupan respectivamente de Giordano Bruno -el primer filósofo que difunde la innovadora y revolucionaria teoría astronómica de Copérnico- y el ilustrado Jean-Jacques Rousseau y sus Confesiones, siendo ambos capítulos los de talante más descriptivo. Parece que en ellos el autor tuviese un mayor interés biográfico e histórico que el estrictamente crítico, si bien tampoco faltan algunos reproches y objeciones, deber natural de cualquier texto relacionado con lo filosófico.
El capítulo destinado a Nietzsche se centra en uno de los aspectos menos difundidos de la popular obra del relevante pensador alemán. Se trata de su particular filosofía del arte. Una estética y una teoría de las artes que sería adoptada en buena medida por algunas de las más influyentes vanguardias del siglo XX, como fueron el dadaísmo y el surrealismo.
Los capítulos sobre Kierkegaard, Sigmund Freud y Albert Camus, tres destacados nombres del pensamiento y la cultura, abordan obras distinguidas y algunas de las ideas fundamentales de cada uno de ellos, acompañadas por las explicaciones y argumentos críticos que el autor del libro realiza a partir de los textos y afirmaciones de los autores que comenta.
Pero donde Javier Olalde apura el contraste polémico y extrema el debate de las ideas es en los dos capítulos finales, dedicado uno a Claude Lévi-Strauss, el reputado antropólogo social francés, y el otro a Richard Rorty, uno de los más renombrados filósofos de la posmodernidad. Las diferencias en los criterios y juicios, así como las abiertas impugnaciones y la discusión frente a estos pensadores, permiten conocer también las razones e ideas filosóficas del autor, no solo analista de las principales corrientes del pensamiento moderno, sino también poseedor y mantenedor a su vez de ideas y opiniones propias, tal como se puede apreciar a lo largo de las páginas de este ensayo.
En suma, unos interesantes y variados capítulos, redactados con el lenguaje sobrio y preciso que caracteriza al autor. Escritura enriquecida por la permanente y buscada interacción del texto original y las abundantes citas bibliográficas de los libros y pensadores analizados, citas oportunas y bien seleccionadas.
Primer libro en prosa de Javier Olalde, poeta valorado, sí, pero escritor también muy curtido en la prosa por su pasado periodístico. Publicación que deja abierta la puerta a algún otro posible libro de ensayo de un autor que se encuentra en un gran momento de madurez literaria.