Guía visual de la arquitectura en el mundo antiguo.
Prehistoria, Mesopotamia, Egipto, Grecia y Roma
Lorenzo de la Plaza Escudero
José María Martínez Murillo
Javier Lizasoain Hernández
Cátedra, Madrid, 2020
516 páginas
Una vez más la palabra al servicio de la didáctica, en este caso acerca de la arquitectura en el mundo antiguo. Una contribución a la cultura en el sentido más amplio, esto es, con criterio y capacidad argumental, amén de un conjunto amplísimo de gráficos que complementan y aclaran el contenido explicativo, mediante imágenes, de lo que ha sido el patrimonio constructivo de otros tiempos, de otras civilizaciones, de otras culturas.
Toda una guía pedagógica para saber orientarse en el riquísimo terreno de la arquitectura, y a la vez distinguir, con claridad y precisión, todos los elementos, hasta los más pequeños u ocultos, del secreto de lo que ha sido un paisaje piedra, madera, metal; el lugar donde han vivido nuestros antepasados y que sirve hoy todavía como referencia para los secretos del equilibrio y la belleza.
Para el lector y el estudioso es un gozo el poder adentrarse en el significado real de tantos elementos cuyo nombre conocemos o hemos venido escuchando desde siempre, pero que ahora nos llegan, a través de este libro magníficamente editado, no solo explicados en palabras sino representados físicamente hasta el punto de poder alimentar nuestra imaginación y así viajar en el tiempo.
Las principales culturas: Mesopotamia, Egipto, Grecia y Roma están aquí representadas, y el viaje que se puede emprender por sus construcciones está lleno de sorpresas y referencias educadoras, desde los lugares de culto a las viviendas, desde los palacios a los puentes que han sabido soslayar la dificultad de los caminos. Así lo podemos comprobar en palabras tan significativas como Acueducto, esa “estructura que conduce el agua desde un manantial o fuente hasta una población salvando desniveles y garantizando el abastecimiento” Al fin, se trataba de facilitar la vida material a nuestros congéneres definidos también por sus necesidades, tal como ahora nosotros tratamos de resolver.
Conocíamos el elemento de soporte que supone la columna, pero aquí se nos explicita en sus detalles, de ahí que el reparar en el Fuste que es “el elemento vertical de la columna o pilar situado entre la basa o el estilóbato y el capitel”. Palabras conocidas, usuales, unas, y otras nuevas llenas de resonancias cultas.
Y ¿cómo referirse a un lugar pensado para la colectividad, como el Templo? Pues bien, “el templo será claramente la casa del dios, allí se encuentra alguno de los múltiples dioses, incluso pueden ser varios” Y si nos referimos a Grecia, “una imagen suya los representa simbólicamente, ya que la mayoría de los dioses reside en el Olimpo”.
Considero que este bello libro aúna la riqueza del significado y contenido de las palabras junto al testimonio gráfico de su ser, lo que le hace una compañía necesaria y gozosa para todo buen lector, por cuanto palabra y representación concitan en todo momento interés o atractivo, y posibilitan una especie de sueño en el tiempo cuya compañía acrecerá nuestra cualidad elogiada por ellos, los griegos: la curiosidad.