Alegato contra la resignación
VV.AA. Rafael Simancas (ed.)
La Factoría de Ediciones, 2018
Colección Conscientes
El ‘tamayazo’ o como dos tránsfugas cambiaron el color del Gobierno de Madrid
Puede que ya no lo recuerden o quizá ni tan siquiera hayan oído hablar de este célebre escándalo político, pero el ‘tamayazo’ fue la historia más deshonesta, laberíntica y oscura de la política madrileña de la actual etapa democrática. A pesar de todos los escándalos y casos de corrupción conocidos en las últimas décadas, es difícil encontrar un caso similar y, sobre todo, con las repercusiones que tuvieron los hechos acaecidos en la Asamblea de Madrid a partir del 10 de junio de 2003. No han sido pocas las voces que han calificado el ´Tamayazo’ de ‘golpe institucional’. Un ‘thriller’ político digno de ser llevado al cine. Ahora, el libro ‘Alegato contra la resignación’ escrito por varios autores y coordinado por Rafael Simancas, repasa con la serenidad que proporciona el paso del tiempo, cómo y porqué se desencadenó el ‘tamayazo’. Una trama de la quedan muchos aspectos sin aclarar y preguntas sin contestar.
En la introducción, Ángel Gabilondo nos aclara que este libro ‘no es un exorcismo, pero sí pretende liberarnos de una narración fatua reducida a un conjunto de frases hechas o de sensaciones, que no pocas veces difumina este tiempo en una perversa naturalidad ante lo sucedido’.
Sin duda, todo lo que cuentan los diez autores de esta obra es relevante y esclarecedor. Pero el capítulo que da título a estas páginas, escrito por Rafael Simancas, elegido entonces por la ciudadanía para ser presidente de la Comunidad de Madrid y al que una sórdida conspiración le arrebató aquella posibilidad, guarda un atractivo especial para quienes decidan adentrarse en este ‘Alegato’.
En el capítulo firmado por Rafael Simancas se explican, entre otros aspectos, las razones de la publicación ahora de este libro. En primer lugar, no dejar que el ‘tamayazo’ caiga en el olvido. Sobre todo entre las nuevas generaciones. Otro motivo, dar a conocer que en aquella operación ‘antidemocrática’ del año 2003 estuvo el origen de muchos males que vinieron después. Entre ellos, determinadas actitudes y comportamientos que terminarían por afectar a los cuatro últimos presidentes de la Comunidad. Recuerda Simancas que Alberto Ruiz-Gallardón tuvo que declarar recientemente como investigado en un caso de corrupción vinculado con el Canal de Isabel II; Esperanza Aguirre abandonó la política por no haber ejercido, según declaró en su momento, la necesaria vigilancia sobre personas bajo su autoridad, como Francisco Granados, implicadas en casos de corrupción; Ignacio González entró en prisión por su implicación en el denominado caso Lezo y, finalmente, Cristina Cifuentes terminó dimitiendo como consecuencia del caso de los célebres títulos falseados.
Una tercera razón para este libro tiene que ver con la perspectiva de un cambio político en la Comunidad de Madrid en las próximas elecciones autonómicas que, junto a las municipales y europeas, se celebrarán en la primavera de este año.
Elabora Simancas un relato pormenorizado del ‘tamayazo’. Sin rehuir, y esto es importante, la responsabilidad que él pudo tener por no haber cortado el paso, a pesar de ciertos avisos y señales, a los dos indeseables protagonistas de este sombrío trance que no deberían haber llegado nunca a ocupar sus asientos de diputados en la Asamblea de Madrid. Al mismo tiempo, Simancas afirma en esta obra algo que es digno de elogio y eleva su talla como político. Asevera Simancas que lo escrito en este libro responde a la verdad de lo ocurrido frente a quien considere lo contrario, hasta el punto de manifestar: ‘Estoy dispuesto a pedir al Congreso de los Diputados el levantamiento de mi inmunidad parlamentaria para que nada obstaculice la legitima defensa de quien se considere maltratado.’
La narración de Simancas alcanza una notable intensidad cuando describe de qué manera vivió la fatídica fecha del 10 de junio de 2003 y como los ‘quince días en los que fui ‘casi presidente’ de la Comunidad de Madrid transcurrieron a toda velocidad’. Es revelador el testimonio sobre la entrevista radiofónica en la que el periodista Miguel Ángel Oliver le preguntó: ‘¿Tiene usted previsiones de cambio también para la presidencia de Caja Madrid?’. A lo cual, según confiesa Simancas, contestó con sinceridad sobre sus intenciones de cambio en dicha entidad bancaria. Aquí, piensa, pudo estar una de las claves de este turbio asunto, pues ‘la posibilidad de relevar a Miguel Blesa, el compañero de pupitre de Aznar’, desató numerosas críticas y quizá algo más siniestro.
Así las cosas, el ‘tamayazo’ consiguió el fin para el que se había urdido: forzar unas nuevas elecciones. En este sentido, comenta Simancas como el PP fue a la nueva convocatoria con ‘una campaña electoral marcada por el dopaje financiero’. Hoy lo sabemos ‘por las declaraciones de Francisco Correa a propósito del caso Gürtel’. Varias son las preguntas que se hace Rafael Simancas en las páginas de este ‘Alegato contra la resignación’, diversas también y muy sustanciosas las respuestas que ofrece. Para finalizar evalúa el autor cuales fueron los daños políticos y sociales, cómo hubiera sido la Comunidad de Madrid con un gobierno progresista y las lecciones aprendidas de cara al futuro. Concluye Simancas que ‘los que pudimos ser considerados víctimas de aquel episodio seguimos con la cabeza muy alta en nuestras vidas políticas, profesionales y personales’. A diferencia de los protagonistas del lado oscuro de esta historia que ‘están en la cárcel, o en el banquillo de la Justicia, o en la condena del oprobio social, con su apellido ligado para siempre a la inmoralidad y a la ignominia’.
No tienen desperdicio tampoco las aportaciones del resto de autores que analizan el famoso ‘tamayazo’ desde distintos puntos de vista y de forma, digamos, sectorial. Ruth Porta deja claro desde el principio que ‘aquel latrocinio fue producto de la conjunción de diversos poderes: institucionales, políticos y, por supuesto, económicos con el único objetivo de hacer caja con el amplio, abultado y apreciado botín que representaba la Comunidad de Madrid’. Luego vino la burbuja inmobiliaria, el sobreendeudamiento familiar, la sensación de impunidad de los corruptos,… Además, el análisis de Ruth Porta nos acerca a un oscuro personaje llamado José Luis Balbás, revela porque el programa socialista de entonces causaba desasosiego en determinados círculos de poder o como tras la llegada de la presidenta Aguirre sucedieron cosas tan lamentables como la persecución a la que fue sometido el doctor Luis Montes.
Modesto Nolla no duda en calificar el ‘tamayazo’ de golpe institucional en el capítulo titulado ‘El cortijo institucional de Madrid’, donde aborda cuestiones como el ‘destrozo’ de Telemadrid o como aquello que tocaba el PP, una vez ya en el gobierno autonómico, se convertía en una oportunidad de negocio: Arpegio, el Canal de Isabel II, la ‘Ciudad (fantasma) de la Justicia,…’. Destaca también el epígrafe sobre cómo el Gobierno de Aguirre acabó paulatinamente con los órganos de participación ciudadana. Asimismo, Carlota Merchán recuerda como la corrupción se convirtió en una norma de comportamiento dando origen a casos como Gürtel, Púnica o Lezo. Por su parte Rafael Gómez Montoya plantea el tema del ‘urbanismo depredador e insolidario’ que se desencadenó a partir de 2003, apostando por otro urbanismo posible contra normas como el Proyecto de Ley de Urbanismo y Suelo que presentó el gobierno de Cristina Cifuentes y a día de hoy mantiene el de Ángel Garrido. Antonio Fernández Gordillo ahonda en el tema urbanístico en el capítulo ‘La vivienda como botín y no como derecho’. El título lo dice todo.
‘El negocio de la Sanidad’ es el tema sobre el que escribe aquí Carlos Barra, entrado en asuntos que han suscitado una gran polémica, como la construcción y gestión de nuevos hospitales a través de empresas privadas, la derivación de recursos públicos al sector privado, las puertas giratorias en la sanidad madrileña y la respuesta social de los profesionales y la ciudadanía a los ataques contra la sanidad pública materializada en las denominadas ‘mareas blancas’. Asimismo, en el capítulo ‘La educación de la desigualdad’, Ricardo Peña analiza ‘el descenso de los recursos públicos dedicados a la educación’ desde 2003 y como han afectado las políticas del PP en Madrid a la educación en sus distintos ámbitos. Igualmente, las políticas sociales son objeto de estudio por parte de Pilar Sánchez Acera quien explica, entre otros aspectos, como el PP favoreció en este tema ‘el puro negocio privado en el entramado público’, utilizó los servicios sociales ‘para adoctrinar y favorecer organizaciones próximas ideológicamente’ al partido y ‘utilizar sin pudor las instituciones madrileñas para beneficiar a sus amigos’. Daniel Viondi cierra el libro con un trabajo sobre otro eje no exento de controversia, como fue la falta de planificación y el despilfarro en infraestructuras y transportes. Carreteras como la M-45 o las radiales de peaje son para Viondi un ejemplo de ello.
De este modo, ‘Alegato contra la resignación’ es un libro que aporta información muy valiosa sobre lo que ocurrió hace quince años en el ‘tamayazo’, significativas consideraciones sobre muchas de las cosas que han pasado y valoraciones a tener muy en cuenta en un futuro que está a la vuelta de la esquina.