Editorial Lumen, 2020
Decir Juan Marsé, es citar a uno de los mejores novelistas españoles de la segunda mitad del siglo XX y del XXI. Algunos lo citan entre los escritores de generación de los 50, quizá por sus relatos realistas y de fácil adaptación al cine. Lo cierto es que sus narraciones son un retrato descarnado y sin concesiones de la sociedad del franquismo y de la sociedad democrática que luego se desarrolló a partir de la Constitución de 1978.
El autor procede de un origen humilde. Después de incontables vicisitudes, acabó encontrando trabajo en Barcelona en un taller de joyería, oficio que ejerció durante 15 años. Apoyado en sus inicios literarios por el editor Carlos Barral, consiguió vivir un tiempo con su ayuda en París. Durante una temporada se dedicó a diversos oficios para ganarse la vida y perfeccionar su formación. Es singular el periodo de colaboración con el Instituto Pasteur, trabajando como ayudante de laboratorio del científico francés y premio nobel Jacques Monod, antiguo líder de la resistencia.
Conectado en ese tiempo con el exilio republicano, Marsé acabó recalando en al editorial Ruedo Ibérico que dirigía en París el editor José Martínez Guerricabeitia. Este exiliado era un comprometido anarquista siempre dispuesto a publicar obras contra el régimen franquista. Por sus manos circularon textos de diversa índole, editados con la ayuda una larga nómina de colaboradores de diversa ideología afincados en las orillas del Sena.
El encargo que logró cuajar entre el editor de Ruedo Ibérico y Juan Marsé, se concretó finalmente en 1962, en la composición de un libro que acabó de redactarse por el autor un año más tarde, El objetivo era realizar un retrato del Sur de España. En él debía colaborar Antonio Pérez, socio de la editorial, y un fotógrafo para la instantáneas. El resultado final quedó en manos del editor, que acabó apartándolo de sus objetivos iniciales. Las causas y vicisitudes que sufrió el texto fueron diversas, quedando reflejadas en la publicación actual. Después de varios años desaparecido, el manuscrito acabó aflorando en una búsqueda casi policíaca, en los archivos de “El Instituto Internacional de Historia Social”, de Amsterdam dedicado al pensamiento anarquista. Al adquirir este organismo los restos de la editorial Ruedo Ibérico los materiales de la liquidación quedaron archivos allí. Entre ellos se encontraba esta obra firmada bajo el pseudónimo usado por Marsé, de Manolo Reyes, el protagonista del “Pijoaparte” extraído de su novela “Ultimas tardes con Teresa”. El texto desaparecido durante tantos años, estaba escrito casi en la misma época que esta narración y le sirvió al autor para ilustrar algunos de sus personajes.
Esta última obra publicada de Marsé es un libro de viajes escrito bajo la sombra de una España sometida a la censura. En ella se recoge el atraso y la miseria de Andalucía en esos años, apoyándose en el fotorreportaje de las provincias de Cádiz, Sevilla y Málaga. Finalmente, el documento ha sido rescatado por la editorial Lumen después de incontables vicisitudes publicándolo cuando el autor ya ha fallecido.
En el relato queda recogido el retrato social y moral de la España que estaba saliendo de la postguerra y que se disponía ávida de entrar en un proceso de transformación para salir de la miseria. Este fenómeno se apoyó en dos claves: la emigración al extranjero de muchos españoles, singularmente de los menos pudientes, y la llegada masiva del turismo. Ambos fenómenos marcaron el periodo económico marcado por los planes de desarrollo del Régimen, para sacar a España de la autarquía de los años anteriores.
Marsé es un maestro en captar voces, dibujar personajes y recrear atmósferas. Se apoya en este caso, en las instantáneas de Albert Ripoll Guspi. En esta tarea de rescate han colaborado diversas manos para hacerse con algunas estampas originales. Su publicación es el mejor homenaje a su autor, que no ha podido verla en las manos de sus lectores. Esta obra póstuma de Juan Marsé es un retrato de nuestra propia historia.
