Ricardo Martínez-Conde posee una dilatada trayectoria como escritor en prosa y verso, siendo autor de más de una docena de obras publicadas, tanto en castellano como en gallego. Como crítico literario tiene en su haber un buen acervo de reseñas de libros, trabajo que él define como ‘una invitación a la lectura’ y que se ocupan fundamentalmente de literatura europea, desde el ensayo a la poesía pasando por la novela. Ha colaborado en prensa (La Voz de Galicia, El Sol, El País), así como en revistas especializadas (Claves, Revista de Occidente,…). En la actualidad es colaborador habitual de publicaciones digitales como Culturamas, El Placer de la Lectura, Letralia, Todoliteratura o Entreletras, así como de la revista Clarín.
Entre su obra poética destacan títulos como Lento esvaece o tempo (Milladoiro, 1990), Los argumentos de la tarde (A.G., 1991), De cuanto nos es dado (Calima, 2006), Na terra desluada (Espiral Maior, 2009) o Esa manera lenta (Vitruvio, 2015). Su obra Orballo nas camelias pasa por ser la primera obra de Haikus en la literatura gallega. De su prosa pueden citarse varios libros de Aforismos, como Debullar (Galaxia, 1996), Cuentas del tiempo (Pre-textos, 2004), Alusión al paisaje (Calima, 2006), Ecos da néboa (Trifolium, 2112) y los relatos reunidos en el volumen La luz en el cristal (Calima, 2011).
Ha sido galardonado con el premio Benasque de poesía, el Diploma de honor del concurso internacional de Relatos breves ‘Jorge Luis Borges’ y, en 1997, le fue otorgado el premio Reimóndez Portela de periodismo. Recientemente ha publicado dos nuevos libros: Verum In nubibus, poemario editado por Vitruvio y el libro de Aforismos Por el camino en Ediciones Trea. Hablamos con Ricardo Martínez-Conde sobre sus últimos libros y otras cuestiones relacionadas con la cultura…
-Usted es autor de libros de poesía, ensayo y narrativa. Asimismo, tiene en su haber una nutrida trayectoria como crítico literario. ¿Qué es para usted la literatura?
-Desde luego, en sentido llano, una forma de comunicación. Entiéndase por comunicación: el cultivo de la Curiosidad que Platón reclamaba como conocimiento, la invitación a una reflexión-especulación acerca de la idea dominante del amor, del tiempo; una educación en la percepción de la soledad, en la idea de la muerte como dialéctica inexcusable… En fin, todo lo que incluye aquello del ser o no ser y que es objeto de percepción, de pensamiento. Siempre bajo la premisa de la realidad del Otro, el interlocutor; la presencia más o menos visible del Otro
-Hace poco acaba de publicar, casi en paralelo, dos libros, uno de poesía,’Verum In nubibus‘, y otro de aforismos, ‘Por el camino‘. Voy a preguntarle primero por el poemario, un libro que según sus propias palabras recoge tres proyectos que en las páginas de ‘Verum In nubibus‘ han fraguado en uno solo. ¿Qué supone este libro en su producción poética?
-Una voluntad de optar por la sencillez, incluso en sentido material. Si aceptamos que la obra de un autor es una ‘reverberación’ de su primer libro, un ahondamiento con voluntad de entender el propio discurso interior, el libro último vendría a ser una rama de ese árbol simbólico (el primer libro) al que hemos añadido (a modo de curiosidad, de reflexión, de voluntad descubridora o de perfeccionamiento) una nueva rama cuyo fruto, siendo el mismo que define al árbol, siempre tendrá su especificidad. Ahí, en ‘Verum in nubibus‘ he pretendido rendir un tributo irónico a la duda, mi verdadera guía espiritual (¿Dónde está la verdad?) y para ello he procurado escoger aquellos poemas que, a mi entender, podrían recoger más fielmente mi pensamiento. Puestos a elegir un paisaje, el de las nubes me pareció el más apropiado estéticamente para la ubicación de la duda.
-Hay quien afirma que la poesía española está en uno de sus mejores momentos, por otro lado los libros de poesía no suelen ser precisamente superventas. ¿Cómo ve usted el presente y, si me lo permite, el futuro de nuestra poesía?
-El presente ilusionado, animado de una intención constructiva. El futuro difícil, pues el discurso está siendo afectado seriamente por un virus muy nocivo que la comunidad científica ha definido como Multimedia.
-Una forma o modalidad de expresión que viene usted trabajando desde hace tiempo es el aforismo. ‘Por el camino‘, su último libro de aforismos, acaba de ver la luz. ¿Por qué ha elegido escribir aforismos? ¿Qué encuentra en el aforismo que no le permite expresar o formular el ensayo o la poesía?
-Si volvemos al árbol simbólico a que he aludido antes, esto es, el tronco que ha de soportar y alimentar un discurso propio, el buen cultivador se dará cuenta de que cualquiera de las manifestaciones literarias que ha citado no son sino ramas distintas de ese mismo árbol; tal vez injertos en la procura de un fruto distinto, nuevo, pero sin abandonar el árbol originario, el nutriente principal, lo que vendría a ser, en sentido ontológico, el estilo del autor.
-Usted es un autor bilingüe, escribe en gallego y en castellano indistintamente. En este sentido,… ¿cuándo y por qué opta por una u otra lengua a la hora de escribir?
-Ya sabe usted que un idioma, más allá de ser una forma distinta de decir, es, sobre todo, una forma distinta de observar y expresar la realidad; de pensar. Por mi parte siempre defenderé el cultivo de una lengua nativa, de origen. Para la cual las otras no solo no son un obstáculo, sino un enriquecimiento.
-A la hora de escribir… ¿en qué género está usted más cómodo?
-En el de la reflexión, de la observación consciente; en el de la ironía. Si es posible, otorgando voz propia a la Naturaleza, tal como lo han hecho, para maravilla del lector, la lírica galaico-portuguesa o el Haiku japonés, por dar dos ejemplos. El paradigma literario, de alguna manera, sería: ‘Llueve para que yo sueñe’ (Cunqueiro dixit)
-Usted colabora en diversas publicaciones digitales… ¿cómo está cambiando la literatura, en su opinión, el uso de las nuevas tecnologías a la hora de escribir y llegar a los lectores?
-Le está afectando seriamente a la salud. Y el mal es contagioso
–Muchas son las voces que alertan sobre el retroceso de una cultura basada en la reflexión y el pensamiento crítico frente a la cultura del ocio o del entretenimiento. ¿Qué piensa sobre esta cuestión?
-Que el ocio, por ejemplo, es muy recomendable… después de una labor sería en especulación, en conciencia crítica. Ocio como ejercicio lúdico, constructivo, no como dejación
-Entre otras cosas, usted es un avezado lector y un asiduo viajero que conoce bien la realidad de diversos países de nuestro entorno… ¿cómo observa el estado de la cultura en Europa?
-Parodiando a Chesterton(¿?), no conozco a fondo toda la cultura europea, pero, tal como podría decir una señorita bien intencionada, ‘es un cielo’: más, por ello, desigual. Cada día desenraizándose un poco más; diríase que un tanto volandera en el momento actual… A ver hacia dónde va: si al mar o a las cavernas. El hombre es un animal muy sorprendente.
-Volviendo al tema del viaje. Desde el Renacimiento, incluso antes, hasta el siglo XX el viaje, de una u otra forma, tuvo un componente muy fuerte de conocimiento, descubrimiento y aprendizaje. En el mundo globalizado de hoy transitado por el turismo de masas… ¿cree que el viaje mantiene todavía ese sentido ligado a la formación de la persona que tuvo antaño o, por el contrario, se ha convertido en un simple y mero recorrido turístico que parece buscar tan solo matar el aburrimiento?
-Cambie usted la palabra aburrimiento por la palabra gato, y obtendrá una parte de la respuesta. El aburrimiento tiene muchas vidas, no es fácil de matar. Por otro lado, yo detesto la violencia. En cuanto al viaje, verá, no hace mucho leía un texto breve de Eugenio Montale que decía: ‘el viaje de hoy se podría definir como el rápido transporte de cuerpos humanos desde un punto hasta el otro del mundo (…) Llegada al término previsto, la carga humana se da prisa en abandonarlo cuanto antes con medios no menos rápidos’.
-Usted tiene mucho escrito sobre viajes y los países que ha visitado. Algunos de esos trabajos los ha dado a conocer en diversas publicaciones, tanto digitales como en papel,… ¿tiene previsto reunir esos escritos en un libro de viajes?
-Es mi intención y ese sería mi propósito. Ojalá coincidan estas pretensiones con las de un editor. Y créame, mi voluntad es principalmente la de poder hacerle compañía a ese posible curioso, o lector. Mi voluntad sería incitarle hacia la virtud de lo nuevo, de lo distinto; al descubrimiento. ¿No nacemos a sabiendas de que emprendemos un viaje cuando menos emocionante? Todo es camino. A la vez: ‘Solvitur ambulando’ tal como ha escrito el famoso viajero Fermor.
-Usted es un autor con una gran capacidad de trabajo, diríase que en permanente producción literaria… ¿puede decirnos algo de los proyectos en los que está trabajando en la actualidad?
-Mi mayor producción literaria ha sido siempre la de repasar, revisar: resultado y efecto de ese principio humano-filosófico que me vive y que es la duda. Cada vez me gusta más leer, revisar lo que he ido elaborando como invitación a pensar, a pensarse. Luego, cuando es el caso, recojo la cosecha bajo un título, eso es todo.