Escritor y grafólogo, Pablo Méndez tiene en su haber una extensa y reconocida trayectoria literaria en prosa y poesía. De su amplia producción destacan títulos emblemáticos como ‘Lo que aprendí de Gloria Fuertes‘, ‘Una flecha hacia la nada’, ‘Oh siglo veinte‘ o ‘Ana Frank no puede ver la luna‘ (Premio de la Crítica de Madrid 2010). Como grafólogo ha colaborado para diversos medios de comunicación, siendo autor de varios libros donde ha profundizado en el conocimiento de personajes míticos y fundamentales de nuestra historia contemporánea: ‘Marylin desnuda‘, ‘Cinco escritores en el espejo de le escritura‘ y ‘¿Con qué político te irías a cenar esta noche?‘.
Conversamos con Pablo Méndez sobre su último libro, ‘Parejas por dentro‘, donde ha unido amor y grafología y en el que su autor nos invita a realizar un viaje al interior de las parejas más sugerentes del siglo XX.
-Tras el éxito de su libro ‘¿Con qué político te irías a cenar esta noche?‘ aparecido en 2015, donde analiza desde la grafología a diversos políticos actuales y de nuestra historia reciente, ¿qué le ha llevado a continuar con la serie de libros sobre grafología y escribir ahora ‘Parejas por dentro‘?
-Bueno, cuando escribí ‘¿Con qué político te irías a cenar esta noche?‘ hacía diez años que no escribía nada sobre grafología. Como ‘el de los políticos’ me gustó, el resultado fue positivo y además tuvo muy buena acogida por parte del público, me quedé con ganas de escribir algo más sobre este tema. Aunque confieso que el libro sobre los políticos me costó muchísimo esfuerzo hacerlo. No fue fácil. Por eso quise escribir algo donde también me lo pasara bien, donde disfrutara con la lectura y el estudio de la letra de los personajes. Por eso elegí el tema de las parejas para este libro. En ‘Parejas por dentro‘ hay sin duda parejas maravillosas.
-Usted escribe en este libro sobre diversas parejas compuestas por personajes imprescindibles que, en algunos casos, son mitos del cine, el arte, la política o la literatura. ¿Por qué quiso abordar a los y las protagonistas de su libro desde la óptica de las parejas que formaron y no como individualidades?
-De alguna manera me estoy especializando en la grafología de parejas porque es una forma de ver por dónde van las relaciones personales, algo que me parece muy interesante. También hago artículos cortos para algunos medios de comunicación sobre parejas conocidas. La grafología nos sirve para saber cómo es cada uno y, a su vez, esto nos vale para conocer de qué manera puede enfrentarse cada uno a una relación amorosa. Una pareja es en sí misma un universo apasionante. Cuenta el amor que se tienen entre ellos, así como la fuerza y la personalidad de cada uno. Una pareja es algo muy hermoso, sobre todo cuando hablamos de parejas como las que salen en este libro en las que son famosos los dos.
-Por un lado, hay un orden cronológico a la hora de abordar a las parejas que aparecen en las páginas del libro. Por otro, casi todas las parejas tienen que ver con el mundo del arte en sus diferentes facetas. En cualquier caso son parejas que dan mucho juego, cuyas vidas reúnen historias singulares, muy distintas unas de otras, tanto en lo biográfico como en sus trayectorias artísticas o profesionales….
-Sí, yo he elegido las parejas que me parecen más maravillosas o fascinantes del siglo XX, sean del cine, la literatura, la filosofía, el rey Juan Carlos y la reina Sofía, Eva Duarte y Juan Domingo Perón, los dos dedicados a la política,…son parejas que han pasado a la historia y hoy son iconos en sus respectivos países y algunas en el mundo entero.
-¿Qué parejas le han atraído más y cuáles le han resultado más difíciles de analizar?
-Me gusta mucho la primera pareja del libro que son Frida Kahlo y Diego Rivera porque son dos personajes que yo apenas conocía y ahora me encantan, sobre todo ella, es una pareja a la que tengo mucho cariño. También Frank Sinatra y Ava Gardner, una pareja muy atrayente pero muy complicada de analizar porque fueron dos personas muy complejas. Son una pareja fascinante, con una historia de amor tan intensa como imposible. Sylvia Plath y Ted Hughes, ambos poetas, también es una historia de amor con un final que desde el principio se intuye dramático.
-A través de la grafología se puede saber muchas cosas de la personalidad de una persona. En este sentido en su nuevo libro dice usted cosas impactantes, como cuando se refiere al rastro imborrable que determinados comportamientos o inclinaciones dejan de una forma explicita y permanente en nuestra escritura. Es el caso del consumo de alcohol,…
– Sí, esos aspectos quedan registrados de una forma muy señalada. Pero, por poner un ejemplo, en el caso de Humphrey Bogart, aunque bebía bastante, estamos más bien ante alguien que necesitaba evadirse, escaparse de su mundo. Bogart era un rebelde y necesitaba sacar esa rebeldía suya de alguna manera, pero no es la letra de un alcohólico. De todas formas, hay cosas relacionadas con este tipo de personajes que se exageran demasiado. Aunque es verdad que todos los vicios que estropean un poco nuestra habilidad manual quedan registrados en la letra.
-¿Qué es más difícil de analizar la letra de un hombre o de una mujer?
-La dificultad es la misma, aunque a mí me gusta más la letra de una mujer. Suele ser más clara, pero la dificultad es similar.
-Usted ha estudiado las vidas de los personajes cuya letra ha analizado en este libro. ¿Lo que conocemos de sus vidas, los datos que poseemos a partir del relato de sus biografías, coincide con lo que ha visto o averiguado en la letra de cada uno de ellos?
-No. Muchas veces tenemos una visión de estos personajes que es muy distinta de la que nos revela el análisis de su letra. Por ejemplo, se ha dicho en muchas ocasiones que Frida Khalo fue infiel a Diego Rivera y yo mantengo en el libro que no fue así. Si alguna vez lo fue sería ‘en defensa propia’, pero no era una mujer propensa o con tendencia a la infidelidad por lo que se desprende de su letra. En el caso de la sexualidad de Dalí, sobre el que se ha dicho que le gustaba mirar, que era un ‘voyeur’, puede decirse que su sexualidad era muy normal. Incluso puede que fuera más sexual que Gala, su mujer. Como le comentaba, creo que se inventan muchas cosas sobre determinados personajes.
-De alguna manera es poner al mito ante el espejo…
-En efecto, en estos personajes hay mucho de mito y luego suelen ser más normales de lo que parece. Es verdad, por hablar de uno de esos mitos, que en el caso de John Lennon estamos ante alguien que tiene la letra de una persona muy obsesiva, de alguien que está obsesionado siempre, a todas horas, con lo que crea o con los proyectos en que se implica. Pero eso también es lo que le hace destacar tanto. Con la música y el amor era así. Su relación con Yoko Ono fue una relación obsesiva. Él es el que lleva a Yoko a todas partes, fue imposición suya que estuviera en los ensayos donde nunca antes había estado ninguna novia o mujer de los Beatles, estaba obsesionado con ella y eso se ve claramente en su letra.
-¿Qué aporta de diferente ‘Parejas por dentro‘ a quienes desean conocer a los personajes que aparecen en su libro más allá de lo que cuentan las biografías al uso?
-Lo que cuenta este libro es como fueron estos personajes según lo que nos revela su letra. Luego habrá quien tenga ante esto una mayor o menor disposición. Yo creo en la Grafología y en lo que nos cuenta la letra de cada persona. Las biografías relatan la vida de un personaje, aquí lo que se cuenta es como eran estos personajes, como fueron ante sí mismos y ante los demás. A través de la Grafología podemos encontrar respuestas a por qué las personas actúan de una determinada manera y no de otra.
-¿Qué piensa de aquellos que miran con recelo a la Grafología o la consideran una pseudociencia?
-El problema de la Grafología es que debe ser utilizada con rigor. Hay quien la emplea de manera superficial. Aunque puedo decirle que hay mucha gente que se resiste a creer en ella, por decir así, pero al mismo tiempo les asusta que analicen su letra. Nuestra letra queda ahí y habla de nosotros. Tenemos la letra de Azaña, de Franco, de muchísimas personas que han formado parte de la historia. La letra es un paraíso. Es curioso además que determinados rasgos de nuestra letra nos acompañan desde niños, a pesar de que vayamos cambiado la forma de escribir a lo largo de los años.
-Usted siempre que publica un libro sobre Grafología dice que no va a escribir ningún libro más sobre este tema, pero luego termina escribiendo otro más…
-Es verdad, (risas). Después del libro sobre Marylin estuve diez años sin escribir sobre ello. La Grafología puede llegar a convertirse en una obsesión, yo he conseguido controlarlo. Tuve una etapa de mi vida que miraba letras continuamente,….
-¿Le gustaría enseñar Grafología?
-No. Yo me considero un grafólogo práctico, nunca he publicado un manual. Quizá acabaré haciéndolo, no lo sé, pero de momento no está en mis planes más inmediatos.