Poeta, novelista, grafólogo,…Pablo Méndez es autor de una dilatada trayectoria literaria como escritor donde hallamos poemarios como Palabras de aire, Una flecha hacia la nada, Barrio sin luz, Patio interior, Cadena perpetua, Alcalá Blues, Cadena perpetua, Ana Frank no puede ver la luna (libro editado en 2010 recomendado por la Asociación de Editores de poesía, premio de la Critica de Madrid, 2010 y Mejor Libro de poesía del año Grupo editorial Pérez Ayala), Tren Talgo Madrid-Cartagena, Oh, siglo veinte (libro recomendado por la Asociación de Editores de Poesía 2014) y No hay luz más dolorosa que la no puede apagarse (antología). De su producción ensayística destacan Lo que aprendí de Gloria Fuertes, Marylin desnuda, ¿Con qué político te irías a cenar esta noche? o Parejas por dentro. Asimismo, tiene en su haber cinco libros en prosa entre los que podemos señalar tres novelas Guerra de brujas, Taller de poesía y la publicada este otoño de 2019, Morir es como un cuento.
Entreletras ha conversado con Pablo Méndez sobre su última novela, Morir es como un cuento. Para ello quedamos con el autor en un conocido restaurante de hamburguesas situado en el barrio de Retiro. Todavía no ha comenzado la hora punta de la comida, el lugar está aún en cierta calma. Mientras esperamos las viandas del menú del día, damos comienzo a esta entrevista degustando al unísono unos aros de cebolla,…
-Dígame, ¿qué le motivo a escribir esta novela?
-Sin ánimo de hacer spolier. Por un lado, siempre me han inquietado mucho esos casos de violencia doméstica en los cuales un hombre mata a su mujer y luego se suicida, algo que últimamente pasa con alguna frecuencia. Estoy convencido que todos llevamos una bestia dentro, no me cabe la menor duda… Son sucesos que nos impresionan, aunque no sabe nunca uno qué sería capaz de hacer… en determinadas situaciones. Yo ismo soy muy visceral. Por otro, querer escribir una novela de amor, donde el amor se pueda vivir al límite de la vida y de la muerte.
-Su novela comienza con un episodio impactante, donde de algún modo se anuncia una trama de gran intensidad, donde la violencia, sobre todo psicológica, será el hilo conductor del relato,… ¿Era esa su intención desde que empezó a escribir la novela?
-La novela se ideó en un viaje. Yo utilizo los viajes para pensar. Tuve la idea de un primer capítulo. Me imaginé como debe ser la difícil situación de unos padres cuya hija tiene un novio, al que aún no conocen bien, y esta figura se convierte en algo importante en sus vidas, porque de algún modo tiene en su poder a la hija. A partir de ahí construí la escena de ese novio que, cuando no está la chica presente, agarra con fuerza la mano del padre y le dice: voy a destrozar a tu hija hasta el punto de que no la vas a reconocer,… Así es el final de ese primer capítulo y el comienzo de lo que sucederá luego. Para saber lo que viene después hay que leer la novela,… (risas). Vamos, que hay que gastarse los cuartos (más risas).
-A través de los medios de comunicación conocemos, casi a diario, casos de violencia machista o de género. En este sentido, Morir es como un cuento es una novela muy pegada, por decir así, a esta triste realidad. Es una historia muy verosímil en la sociedad de nuestros días,…
-Sí, yo creo que sí. Hay un lejano asesinato en el trasfondo de la novela y el hecho de que la gente, hoy también sucede así, a veces se guarda las ofensas para más tarde, hasta tener una situación propicia para vengarse…
-Le interrumpo,.. ¿Estamos ante una historia de venganza? ¿Morir es como un cuento tiene más de novela de venganza que de amor?
-Buena pregunta,…yo quiero creer que tiene más de historia de amor, pero es verdad que la venganza es el eje sobre el que gira la novela, la venganza está en todas las páginas, ¿o no? Aunque en mi opinión el final está más cerca del amor que de la venganza. Yo soy muy de venganzas, aunque me dé vergénza reconocerlo…
-En cualquier caso es un final violento,…pero imprevisible, inesperado.
-Hasta ahora quienes han leído la novela no pensaban, según me han comentado, que fuera a acabar de ese modo,… No me conocen: suelo ser desconcertante.
-Una curiosidad. ¿Cuánto tiempo le ha llevado escribir esta novela?
-Ocho meses. Absorbentes, eso sí. Pero me lo he pasado muy bien. Con ninguno de los libros que he escrito hasta ahora me lo he pasado tan bien como con esta novela.
-De todos los personajes que ha elaborado para confeccionar la trama de la novela, ¿cuál le ha gustado más y cuál le ha resultado más antipático?
-Todos me gustan, pero sobre todo el personaje de Susana. Una chica que ha tenido sobrepeso, ha cortado con el novio que tuvo durante siete años, está deprimida, sola,.. Todo cambia cuando conoce a un joven educado, guapo, simpático y cariñoso. Pero al descubrir que ese novio, por una oscura historia anterior, puede pretender asesinarla, ella emprende una lucha interior. Apostará por la felicidad, a pesar de lo que pueda sucederle. Susana, es un personaje que me gusta mucho, muy humano.
-¿Algún personaje ha sido construido desde la realidad?
-No, todos los personajes son de ficción. Eso sí, yo me meto mucho en mis personajes. Por ejemplo, los tatuajes son un elemento relevante en la novela, así que yo me compré una máquina para tatuar. Aprendí a tatuar aunque no muy bien, la verdad. Pero para mí esto es importante. No puedo escribir sobre un personaje que sea tatuador profesional si yo no sé cómo se hace.
-Los lugares en los que ambienta la trama son lugares comunes para usted,…
-Yo creo que un escritor debe escribir de lo que conoce. Por su puesto también debe indagar, investigar y documentarse sobre lo que va a escribir. Pero, por ejemplo, yo utilicé el barrio del Retiro de Madrid porque me resulta más fácil ambientar el relato ahí. Otros lugares que aparecen en la novela también son sitios que conozco.
-¿Cuál es el trasfondo de la novela más allá de lo que sude en la trama?
-Quizá pensar que el amor es más importante que la propia vida. La protagonista llega un momento que piensa que no puede ser feliz sin el hombre al que quiere, a pesar del riego que corre estando a su lado.
-¿No es una decisión demasiado radical por parte de la protagonista, Susana?
-Puede, pero para mí eso es lo hermoso de esta historia. Lo sórdido me importa menos quizá porque me rodea en mi propia vida…
-¿Le ha influido algún autor a la hora de escribir la novela?
-Yo leo, pero sobre todo me gustan mucho las series de televisión. Me inspiro mucho en ellas. En este momento leo más autores contemporáneos, aunque estuve una época en la que leía solo clásicos pero me di cuenta que me aburrían. Mi formación no va por ahí. Pero me olvido enseguida de lo que leo (risas). Quizá porque no tengo demasiado interés. Hace tiempo llevaba un diario de lo que leía, lo cierto es que no sé qué autores me han influido más. No soy ningún experto aunque cueste creerlo.
-¿Antes de ponerse a escribir realiza un esquema previo de lo que quiere contar?
-Si hago un breve esquema. Pero luego escribo sobre la marcha, directamente en el ordenador. Suelo escribir casi siempre por las noches, sobre todo cuando estoy en la sierra, en Segovia,… Soy muy caótico para todo, lo que es un problema teniendo una editorial.
-¿Qué puede decirme del elemento erótico que hay en la novela?
-Esta novela tiene un componente erótico muy fuerte. Yo nunca había escrito nada erótico. Creí que iba a ser más fácil, pero reconozco que me costó bastante. Me tuve que leer ocho o nueve novelas eróticas para entrar en situación. Dicho esto, estoy satisfecho con el resultado. Me gusta el mundo del erotismo, aunque es muy difícil escribir literatura erótica. Es complicado describir una escena sexual. En esta novela hay mucho sexo, pero es un sexo bonito y cotidiano y eso que yo soy muy prosaico para estas cosas. Vamos, lo que suele llamarse un salido.
-¿Esta novela tendrá continuidad en otra? ¿Habrá una secuela?
-No, no me gustan las secuelas. Prefiero dejar la historia tal y como está. No sabría cómo seguir. No soy demasiado imaginativo.
-Su novela es una obra de lectura ágil, con elementos muy diversos que enriquecen el texto. En ese sentido, está tendiendo muy buena acogida por parte del público lector,…
– He procurado contar una historia interesante de forma amena, no soy un escritor intelectual. Busco lo fácil, la simplicidad. El dictamen del público es lo que de verdad cuenta. Por eso busco la comercialidad, yo trato de llegar a todos los lectores, no busco reconocimiento literario. De momento las opiniones que me han llegado de la gente son positivas. Esperemos que siga siendo así. Parece que la historia engancha y el final sorprende al lector. La novela está escrita con ese objetivo, puro entretenimiento.