Juana Escabias, cuenta con una amplia formación académica y una más que consolidada trayectoria profesional. Dramaturga y Directora de Escena, profesora de Arte Dramático e investigadora teatral, es Licenciada en Periodismo, Doctora en Filología Hispánica (fue Premio Extraordinario de Doctorado) y ha realizado estudios en Dirección Escénica e Interpretación. Como autora y directora de escena sus trabajos se han mostrado en diversos escenarios (entre ellos el Centro Dramático Nacional (Teatro María Guerrero y Teatro Valle Inclán), Teatro Español, Naves de El Matadero, Teatro Conde Duque, Clifton Performance Theater, Teatro Fernando de Rojas del Círculo de Bellas Artes, La Casa Encendida, Teatro Affratellamento, etc.). Tiene en su haber más de cuarenta textos propios, entre obras breves y largas, estrenadas, publicadas y representadas en España y otros países. Su obra está siendo estudiada en universidades de todo el mundo. Ha ejercido el periodismo y ha sido articulista en diversos medios. Tiene en su haber numerosas publicaciones que abarcan el relato, la novela, libros de ensayo y artículos científicos. En la actualidad es Secretaria de Cultura del PSOE-M.
-¿Qué opinión le merece el estado actual de la cultura en la Comunidad de Madrid y, más concretamente, la situación de las Artes Escénicas y en especial el Teatro?
-La situación de la cultura en la Comunidad de Madrid es fiel reflejo de la falta de sensibilidad que el Partido Popular manifiesta por nuestro sector a nivel estatal. Pertenezco como profesional al mundo de la Cultura y hablo con verdadero conocimiento de causa. La brutal subida del IVA que estableció el gobierno de Mariano Rajoy para nuestro sector, lo ha contraído económicamente, malogrando numerosas producciones, proyectos y puestos de trabajo. Recientemente, él mismo redujo una ínfima parte de ese impuesto que anteriormente había subido (solo para las exhibiciones en directo y excluyendo al cine), pero la cultura, como industria, continúa en peligro. Al PP, ideológicamente, no le interesa que en España fructifiquen una cultura o una educación capaces de construir una sociedad progresista, cimentadas desde un fuerte sector público, y Ciudadanos, como formación política, es su gran aliado en esa tarea. Los recortes que ambas formaciones han aplicado a la Educación Pública en los últimos presupuestos de la Comunidad de Madrid y la férrea alianza que han formado para rechazar las enmiendas de la oposición en ese terreno, lo corroboran. En la Comunidad de Madrid, en temas culturales, la situación es todavía más grave y lamentable que en el resto del Estado, porque los gobiernos regionales de otras autonomías apoyan a sus creadores y poseen planes estratégicos de defensa de sus industrias culturales dentro y fuera de su territorio. Pero, a día de hoy, Cristina Cifuentes y su gobierno regional del PP sostenido por Ciudadanos, no poseen ningún plan estratégico cultural para la Comunidad de Madrid. Tras años sin que los madrileños poseyéramos ni tan siquiera una Consejería de Cultura con entidad propia, han decidido crearla hace apenas unos meses, pero solo porque las próximas elecciones ya están en su punto de mira y de repente les parece que puede ser un buen reclamo electoral.
-¿Y en Madrid Capital…?
En el ámbito territorial, si estudiamos la situación de manera fragmentada y llegamos a Madrid Capital (gobernada por la coalición Ahora Madrid, con Podemos e IU como integrantes) la situación es desastrosa. Dos concejales de cultura y un director general han tenido que ser apartados de su cargo en menos de dos años, el primero de ellos por el aireado asunto de sus tuits de contenido antisemita y los dos últimos por su inoperancia en materia cultural y el consecuente rechazo del sector a su gestión. La propia alcaldesa ha intentado salvar la situación haciéndose cargo de esa concejalía, pero las quejas de los profesionales de la cultura no cesan. Si nos centramos en el teatro, el panorama en Madrid Capital es aún más descorazonador. Las Naves de El Matadero del Ayuntamiento de Madrid, que antes de la victoria de Manuela Carmena exhibían unos veinte montajes por año sin contar con los festivales y eventos especiales, han sido convertidas en ‘centro de investigación’ y vetadas como lugar de exhibición para la inmensa mayoría del tejido cultural. El alarmante descenso de público que padecen esas instalaciones y las críticas de muchos sectores a ese proyecto, no han servido para que el consistorio remedie la situación. Por el contrario, hace escasas semanas otro de los baluartes de la capital del Estado, el Centro Cultural de La Villa Teatro Fernán Gómez, ha sido entregado por concurso a un nuevo director. En las bases del concurso se primaba un nuevo uso para ese mítico espacio, ‘las músicas del mundo’, quedando relegada la exhibición de espectáculos teatrales. Los ‘Veranos de la Villa’ también se han visto reducidos a su mínima expresión. Hay una gran falta de comprensión hacia la realidad de la cultura y sus necesidades por una buena parte del actual consistorio.
-¿Cuáles son para usted las fortalezas más relevantes y las principales deficiencias que tiene la Comunidad de Madrid en lo relativo a la cultura?
En una exposición de Esther Ferrer, española afincada en Francia y pionera de la performance-La Comunidad de Madrid posee un número de creadores tan elevado y de una diversidad y calidad tan excelsas, que podría competir como potencia cultural con cualquier capital del mundo desarrollado. El principal escollo para conseguir ese objetivo es que desde hace 26 años hemos estado gobernados por el PP, ahora sostenido por Ciudadanos, y jamás se ha querido articular esa riqueza por cuestiones políticas e ideológicas, precisamente para obstaculizar la formación de una ciudadanía con espíritu crítico y exigente, que no hubiera permitido que el PP continuara en el poder. Respecto a Madrid Capital, el alcalde socialista Enrique Tierno Galván fue el último en establecer una estrategia cultural y en apoyar verdaderamente a sus artistas. Por nuestra Historia, por nuestra situación estratégica y por nuestro potencial humano y patrimonial, nuestro sector cultural podría ser un extraordinario yacimiento de puestos de trabajo y un territorio pionero en la vanguardia cultural internacional. Pero, lamentablemente, no lo es.
–Los jóvenes se quejan en muchas ocasiones porque no encuentran oportunidades ni canales para desarrollar su trabajo e ideas en el ámbito de la cultura. ¿Qué debe cambiar en la política cultural para dar una respuesta adecuada a esta situación?
-La falta de oportunidades que padecen los artistas madrileños se extiende a todo el arco de edades. Los escasos apoyos que los jóvenes encuentran son el reflejo de la contracción general que vive el sector en nuestro territorio. No obstante, por mi larga experiencia como profesional de la cultura, he detectado por parte de los poderes políticos y fácticos del gremio un rechazo ‘hacia lo que no se puede controlar, hacia lo verdaderamente nuevo y rompedor’, que afecta a los jóvenes y a los artistas profundamente progresistas. España todavía vive presa de las estructuras franquistas y de la ‘vigilancia preventiva’ que estas ejercen sobre la sociedad. Como la verdad no posee el monopolio de las palabras y la manipulación está a la orden del día, se etiqueta como ‘moderno, maravilloso y rompedor’ lo que interesa a la ideología dominante (pese a que solo sea un espectáculo rancio, sin interés ni calidad que justifique haberlo puesto en pie). Se repite la falsa verdad tantas veces como sean necesarias, y como nadie se atreve a contravenirla por miedo a ser aislado, todo termina como el cuento de ‘El traje nuevo del emperador’, nadie se aventura a decir que el emperador realmente está desnudo y que los afamados modistos que han cobrado una fortuna por vestirle son unos embaucadores. Miguel de Cervantes criticó el mismo fenómeno en ‘El retablo de las maravillas’. Lo mediocre, y por lo tanto dócil y fácil de domesticar, se prefiere a la calidad y a la auténtica innovación, y se defiende y fomenta a través de esta vieja argucia que a día de hoy todavía da buenos resultados. Al mismo tiempo se obstaculiza que el aire fresco renueve y revigorice nuestra cultura. El ‘muera la inteligencia’ de Millán Astray todavía continúa vigente en España con gran fuerza.
En la Feria del Libro de Madrid-El denominado IVA cultural, del que ya hemos hablado antes, ha causado y sigue causando importantes perjuicios a nuestra industria cultural, según se ha denunciado en reiteradas ocasiones. España sigue teniendo el IVA cultural más alto de la zona euro, a pesar de que en los últimos Presupuestos Generales del Estado se aprobó una bajada del 21% al 10% para espectáculos en directo (conciertos, teatro, danza, ópera, títeres, circo…), bajada impositiva que no ha tenido en cuenta al cine o a la música grabada. El libro aún se grava con un 4% de IVA. Por el contrario, en países como Francia o Alemania el IVA cultural oscila entre el 5 y el 7%. ¿Qué puede decirnos sobre este tema tan polémico?
-Tampoco las productoras ni las empresas culturales se han beneficiado de esa ‘testimonial’ bajada del IVA. Resulta vergonzoso que en un país como España, cuyos artistas son referencias internacionales en cualquier ámbito desde el principio de los tiempos, se maltrate a la industria cultural de esa manera. La causa de todos los males se encuentra en esa lacra ideológico-política de corte dictatorial de la que ya he hablado. Es preferible que todo esté ‘atado y bien atado’ y como la cultura enriquece el intelecto y forma ciudadanos pensantes, resulta peligrosa. No olvidemos que el Partido Popular (que nos gobierna en la actualidad) fue fundado por un ministro del dictador Francisco Franco Bahamonde, Manuel Fraga Iribarne. Sumir a España en el analfabetismo y el adocenamiento les ayudó a controlar el país durante décadas, y todavía les ayuda a mantenerse en el poder.
-Recientemente ha sido elegida Secretaria de Cultura del PSOE-M. ¿Qué medidas considera necesario llevar a cabo para revitalizar la cultura en Madrid, hoy tan apagada en comparación con el vigor y dinamismo cultural de ese Madrid, aún en la memoria, que en la década de los ochenta supo situarse a la vanguardia de las tendencias y corrientes más avanzadas de Europa?
-La década de los ochenta, cuando Madrid se sitúa a la vanguardia cultural, coincide cronológicamente con el gobierno estatal del PSOE y con el gobierno municipal del también socialista Enrique Tierno Galván en Madrid. Hay que entender la cultura como industria generadora de riqueza y puestos de trabajo y como ámbito para el enriquecimiento humano. A la cultura, hay que darle apoyo económico y libertad para desarrollarse por sí sola. Con esos dos ingredientes, se fortalece y se redimensiona. Es preciso articular, de forma urgente, un plan estratégico en defensa de la cultura madrileña que contemple apoyos económicos para el proceso de la creación y producción, sinergias para lograr una red consolidada y efectiva de exhibición y exportación fuera de nuestro territorio, canales de difusión y promoción verdaderamente útiles, políticas de generación de público que no sean un simple escaparate, e implicar a nuevos sectores en el apoyo a la cultura como industria. Pero lo fundamental es cambiar de mentalidad. Invertir en cultura no tiene por qué resultar ruinoso para una Administración. Si sabes elaborar un buen plan estratégico y aplicar mecanismos inteligentes de gestión y rendimiento económico, cada euro que inviertas en cultura retornará a ti.
Con el Grupo Asesor de Cultura de su Secretaria (PSOE-M)-¿Cuáles son los mayores enemigos de la cultura?
-Todas las ideologías que no desean el progreso humano (fuerzas políticas, doctrinas económicas, religiones, etc…) el analfabetismo y la falta de visión de una gran parte de la élite española y de la clase política y empresarial, y la especulación urbanística. En ese sentido, en la ciudad de Madrid tenemos tres ejemplos de candente actualidad: el edificio de la calle del Prado nº 30, el Frontón Bei Jai (en Chamberí) y las cocheras del Metro en Cuatro Caminos. Los tres podrían convertirse en espacios culturales de referencia para rentabilizar el turismo exterior e interior, forjando con esos dividendos una red de apoyo a nuestros creadores y expectativas laborales para todos ellos, pero los tres corren peligro de desaparecer devorados por la voracidad urbanística. El primero de ellos fue desprotegido durante el mandato del PP en el Ayuntamiento de Madrid, para ser entregado a una Fundación privada cuya intención es demolerlo para construir otro de nueva planta. El segundo espacio, corre el riesgo de terminar convertido en un negocio hostelero. Y en las cocheras de Cuatro Caminos quieren construirse 443 viviendas de lujo con precios que alcanzan el millón de euros por inmueble. El Partido Socialista en el Ayuntamiento de Madrid, está luchando para defender esos enclaves para usos públicos y culturales. Estamos a la espera de que el consistorio de Manuela Carmena tome una decisión que ponga freno a esas barbaridades, pero a día de hoy no lo hemos conseguido. No detener ese expolio significaría realizar una política continuista respecto a la que el Partido Popular desarrolló en Madrid.
-De todas las medidas a aplicar para la cultura madrileña ¿cuál es la más urgente?
-Terminar con la precariedad laboral y el desempleo en el sector. El Partido Popular, a través de sus privatizaciones y su falta de coherencia en la gestión, generó una dinámica de empleos precarios que todavía persisten. Y el gobierno municipal de Ahora Madrid realiza una política continuista en muchos casos.
-En los últimos años diversos sectores como la sanidad, la educación y también la cultura han expresado en la calle sus reivindicaciones y malestar por las políticas del Gobierno a través de las conocidas ‘mareas’. ¿Qué opinión le merece la actuación de estas ‘mareas’ y que les diría como Secretaria de Cultura del PSOE-M a quienes conforman y se identifican con la ‘marea cultural’?
-Como ciudadana y profesional del gremio, he participado en esos movimientos de reivindicación desde hace décadas. Como madrileña, exijo el acceso a una cultura de calidad para todos, especialmente de aquellos que por su nivel de renta pudieran ver mermado ese derecho. La cultura es la base del engrandecimiento humano, el cimiento imprescindible para una sociedad verdaderamente democrática, la compañera necesaria en la práctica del pensamiento crítico como camino a la lucidez. El acceso a la cultura es uno de los derechos fundamentales del ser humano, establecido así por las Naciones Unidas. Como profesional de este sector, apoyo todas las iniciativas que reclaman una estabilidad laboral para nuestro gremio y el logro de condiciones dignas en el desarrollo de nuestro trabajo. Hay que conseguir que los españoles comprendan que el Arte y la Cultura son una profesión realizada por profesionales, como cualquier trabajo, y dignificarla.
-Hace poco ha participado en el primero de una serie de actos, promovidos para recordar al poeta José Ángel Valente, donde se han dado cita especialistas en Valente, creadores y destacados nombres de las artes escénicas. ¿Cree que es necesario efectuar una política de acercamiento al público de autores y autoras fundamentales de nuestro patrimonio cultural, cuya figura y obra parece haber caído en el olvido?
-Me parece imprescindible realizar esa política de acercamiento, redescubrimiento y, para muchos, descubrimiento, porque el Golpe de Estado de Francisco Franco y su posterior dictadura forzaron un exilio no solo político, sino también cultural, artístico y científico. Todo lo que tuviera relación con el saber fue exterminado. Una de las tareas pendientes por parte de quienes reivindicamos la recuperación de la memoria histórica, es precisamente extender esa labor al terreno cultural. Los españoles deben recuperar, conocer y poner en valor su extraordinario legado en ese sentido.
-Por último, usted tiene una amplia trayectoria como dramaturga, directora de Escena, narradora, investigadora,… ¿Puede decirnos cuáles son sus proyectos más inmediatos o de cara a un futuro próximo?
-Acabo de recibir desde Estados Unidos una publicación teatral en la que participo con una pieza corta junto a otros cuarenta y nueve dramaturgos y dramaturgas de nuestro país. Se titula ’50 voces contra los malos tratos’. Participé en la puesta en marcha del proyecto con el objetivo de promocionar el teatro español a escala internacional. Por otro lado, el 16 de enero presento en Madrid un libro de ensayo (dentro de mis investigaciones de género sobre las dramaturgas españolas del Siglo de Oro) y ya estoy preparando una reedición sobre el mismo tema. En febrero y en marzo volveré a publicar dos piezas teatrales, una ya está en imprenta y la otra en proceso de maquetación. También he entregado a una importante editorial una trilogía, en estos momentos están realizando la introducción crítica y calculo que entrará en imprenta durante el 2018. Otra publicación a punto de entrar en imprenta en este 2018 es un libro de estudios sobre mi obra, en el que participan investigadores de todo el mundo. Continuaré con mi trabajo como profesora de Arte Dramático, asistiendo a congresos, publicando conferencias, impartiendo clases en el extranjero y visitando países donde se estudia mi dramaturgia. En abril, por ejemplo, iré a Cincinnati, donde recientemente estrenaron unas obras mías, invitada por una de sus universidades. Al mismo tiempo estoy cerrando un espectáculo basado en uno de mis textos teatrales, y pendiente de cerrar otros dos proyectos en los que trabajaría en el campo de la dirección escénica.
