Licenciada en Humanidades por la Universidad de A Coruña. Obtuvo el Diploma de Estudios Avanzados en Historia Antigua por la misma Universidad. Experta en Pensamiento y creatividad por la Universidad Francisco de Vitoria (Madrid), en Marketing, publicidad y comunicación por EUDE (Madrid) y en Humanidades Digitales (UNED). Doctora por la Universidad de Santiago de Compostela.
Rosalía tenía un carácter fuerte y rebelde con un sentido catártico de la melancolía y junto con Maria Zambrano llegaron a ser, un símbolo intergeneracional.
Ambas son mujeres hechas a sí mismas, eminentemente creativas sin renunciar a la raíz metafísica en la que se envuelve su vida y su obra.
– ¿De qué manera encajan los términos “razón” y “poesía” aplicados a dos mujeres escritoras? ¿No resulta contradictorio unir cerebro y lírica?
-Gracias a la intuición podemos confrontar ambos puntos de vista, sin la violencia propia de toda elección o contradicción, porque encontraremos el equilibrio y la forma mentis adecuada, sin excluir ninguna realidad, porque la poesía acoge todo lo viviente.
– Las escritoras que nos dedicamos a analizar vida y obra de mujeres escritoras, nos planteamos siempre por qué unas y no otras. En tu caso, ¿Por qué esas dos autoras? ¿Qué puntos en común mantienen? Existe entre ellas alguna encrucijada temporal, espacial…
-Más que encrucijada yo diría que es un encuentro espacio-temporal y la conexión es galaica a través de sus amigos José A. Valente, Camilo J. Cela y Rafael Dieste, pero muy especialmente del primero, ya que le enviaba libros y recibía correspondencia del autor y el propio Valente llegó a revisarle, previamente a su publicación, algunos de sus manuscritos entre ellos El Temblor donde se pone en evidencia la lectura rosaliana por parte de María Zambrano.
– Los lectores suelen preguntarnos cuál es la mejor manera para leer un libro sobre mujeres, ¿qué posición ha de adoptar quien se acerque a esta lectura? ¿Necesita conocer a las autoras? ¿Qué va a recibir?
-Lo que va a recibir es un ensayo crítico sobre ambas autores, accesible y ameno, pero con un corpus crítico de literatura y filosofía comparadas que será de gran utilidad a los que se decidan a investigar sobre la obra de estas grandes mujeres. No es necesario tener conocimientos previos sobre ambas; se pretende ahondar en el significado profundo de sus trabajos, desde una perspectiva femenina, histórica y sapiencial.
– ¿Suponen con sus obras estas mujeres modelos para aplicar en la actualidad? ¿Qué aspectos prácticos podemos extraer de sus propias vidas y de sus títulos?
-Si hay algo que aprecio de ellas es que no tienen máscaras y se revelan tal y como son, con sus defectos y virtudes, pero con eso demuestran su profunda humanidad y la preocupación por las realidades que las rodean. Han sabido abordar y denunciar los graves problemas que las rodeaban y han sorteado todas esas dificultades a través de una literatura testimonial.
– Conocemos la melancolía que caracterizaba a la poeta gallega y a la vez su expresividad para plasmar su interior ¿Quién sería hoy Rosalía de Castro?
-Desde luego, sé que no sería como muchos la imaginan, porque su temperamento era fuerte y rebelde, aunque por momentos se dejara llevar por la melancolía. Ella es el alma de la sabiduría popular que nos acerca al misterio de la vida, porque su estilo se asemeja al de una revelación a través de la experiencia. Es única e irrepetible por su singularidad. Hay grandes poetas, sin duda, pero no son ella.
– Parece que la validez de un escritor radica en sus seguidores en la escuela que deja y en la huella que siembra: ¿es el caso de María Zambrano?
-A María Zambrano siempre le interesó la idea de la mujer a lo largo de la historia. Tal vez por eso haya más mujeres investigando sobre ella hoy, pero su trabajo no se dirigía a ellas únicamente y a lo largo de su vida, fueron más hombres (escritores, intelectuales, artistas) los que se interesaron por ella, para brindarle su apoyo o para seguir sus clases y conferencias.
Lo que ella ha conseguido es que se recupere la metafísica y la unidad escindida entre todos los saberes, que es la base del humanismo. Propone recuperar la tradición a través de una nueva forma de razón: La razón poética.