noviembre de 2024 - VIII Año

‘Las cosas sencillas’ de Éric Besnard en cines

Nos llega Les choses simples, la nueva película de Éric Besnard que también ha escrito el guion. El estreno —el pasado miércoles, 27 de marzo— ha tenido una buena acogida y es que el público todavía recuerda con agrado el film anterior del realizador francés que llevaba por título Delicioso.

En Las cosas sencillas nos vamos a encontrar con una historia desconcertante en la que los equívocos van a poner en solfa el candor del espectador. Bajo el paraguas de la buddy movie se esconde una trama inesperada que se da la vuelta sobre sí misma para sorprendernos, conmovernos y divertirnos, a parte iguales.

El accidental encuentro de dos desconocidos hace que sus mundos respectivos se tambaleen al colisionar. La anécdota que desencadena todo no puede ser más sencilla: la avería del flamante deportivo del urbanita Vincent (Lambert Wilson) —empresario mediático que vive embarcado en una espiral diabólica y trepidante con una agenda de susto— le deja tirado en una perdida carretera de montaña lo que le ofrece la oportunidad de tropezarse con el rústico Pierre (Grégory Gadebois) —misántropo retirado del mundanal ruido, que vive entregado al deleite de la naturaleza—, cuando este acierta a pasar con su moto por aquellos parajes solitarios. Ambos se encuentran en la madurez, pero sus perfiles no pueden ser más dispares como conculcan todas las convenciones propias del género: desde sus anatomías —el flaco Vincent y el gordo Pierre, coyunturales don Quijote y Sancho para la ocasión— hasta sus caracteres —el jovial y el adusto, que no empatizarán hasta el final de la partida que se van a ver obligados a jugar—.

Desde el primer momento, la desbordante locuacidad de Vincent —que los medios tildan del hombre de negocios “más sexy” del mundo, si bien luego iremos descubriendo sus debilidades— se estrella con el laconismo autosuficiente de Pierre, al que también conoceremos en sus carencias afectivas. Lo que a priori parece una versión remozada de la fábula del ratón de campo y el ratón de ciudad se resquebraja en cuanto el guion nos revele el inesperado primer giro argumental de la película: las cosas —como veremos— no son lo que parecen. Aceptado, pues, que nos encontramos con una comedia que parte del citado cine de colegas, no podemos dejar de observar en determinados momentos algunos códigos de otros géneros como los del western, por extraña que le pueda resultar al espectador esta afirmación: escenarios sublimes que ironizan sobre la falsa épica de la historia, la cabaña de madera made in Mid West de Pierre, su mismo atuendo a lo blue jeans con sombrero que tiene algo de Stetson de cow boy, sus quehaceres campestres de granjero… y la excelente banda sonora de Christophe Julien, que recuerda a veces la que hiciera Ry Cooder —guitar score con su característico sonido slide, heredero del blues— para el clásico París, Texas de Wim Wenders (incluso el exasperante mutismo de Grégory Gadebois podría traernos a la cabeza el del inolvidable Harry Dean Stanton)… Bajo esta óptica, el rescate de Pierre a Vincent se podría ver como aquellas escenas memorables en las que un oportuno jinete a caballo salva de la quema a la diligencia de turno que se ha quedado varada en territorio comanche. Esta apreciación no debe ser tan descabellada si se piensa que la idea de hacer Las cosas sencillas surgió durante una cena entre el director Eric Besnard y su productor, donde ambos hablaron de su común afición por el cine de John Ford y la humanidad que emana de sus personajes. Ciertamente, el antagonismo de Vincent y Pierre refleja —a su modo y salvando todas las distancias que queramos— el que el legendario director irlandés estableció en una de sus grandes películas — El hombre tranquilo— entre Sean Thornton (John Wayne) y Will Danaher (Victor McLaglen): pseudo western también con algo de buddy movie. Por si fuera poco, aquí tenemos asimismo el triángulo que cierra la actriz belga Marie Gillain, interpretando a la cuñada de Pierre (viuda de su hermano) y a la que este —que está secretamente enamorado de ella— no se atreve a abordar. Solo los buenos consejos de su amigo, el seductor Vincent —circunstancial celestino— le ayudarán a romper el silencio con resultados favorables.

Las interpretaciones del reparto son magníficas: empezando por Lambert Wilson —siete veces nominado al César con películas como Barbacoa de amigos, De Gaulle o Matrix Revolutions—, y siguiendo con el coprotagonista Grégory Gadebois — ganador del César con El oficial y el espía, que ya trabajara como protagonista en Delicioso—. A ellas se unen el simpático perro de Pierre —que hace gala de una vis cómica impagable— y Marie Gillain —El secreto de Vicky—, que rompe con su encantadora presencia la ortodoxia que siempre imponen los preceptos de la buddy movie de manual. Qué se le va a hacer: ¡Nadie es perfecto! Que se lo reprochen también a Katharine Ross cuando rompió el embrujo en otro western de rompe y rasga con el tándem de los incombustibles Redford y Newman.

El conjunto de Las cosas sencillas está bien orquestado por Éric Besnard, escritor y realizador especializado en el género de acción y aventuras, del que hay recordar títulos como Babylon A.D. (2008), Pastel de pera con lavanda (2015) y Despierta la furia (2021). Solo hay una pega: no me gusta el título.

Ficha técnica

Las cosas sencillas
Título original: Les choses simples
País: Francia, 2023
Dirección: Eric Besnard
Guion: Éric Besnard
Género: Comedia dramática. Buddy movie.
Música: Christophe Julien
Fotografía: Jean-Marie Dreujou
Reparto: Lambert Wilson, Grégory Gadebois, Marie Gillain, Betty Pierucci Berthoud, Magali Bonat, Antoine Gouy, Déborah Lamy, Pascal Gimenez, …
Compañías: Cine Nomine, Same Player, SND Groupe M6, France 3 Cinéma, Auvergne Rhône-Alpes Cinéma. Distribuidora: SND Groupe M6
Distribución: A Contracorriente Films

Para ver el tráiler oficial de la película pincha aquí

COMPÁRTELO:

Escrito por

Archivo Entreletras

EL ECO Y SU SOMBRA / “Humo”
EL ECO Y SU SOMBRA / “Humo”

La planta del tabaco, la Nicotiana Tabacum, era originaria del altiplano andino y ya se consumía tres mil años antes…

Galdós para ‘Dummies’
Galdós para ‘Dummies’

El 63 o el 64 – y aquí flaquea un poco mi memoria – mis padres me mandaron a Madrid…

Hablemos de desinformación
Hablemos de desinformación

Este pasado sábado, en una de las distendidas reuniones sabatinas con amigos, estábamos comentando el impacto de las narrativas que…

356