Maestros de la Historia del Cine
Poseedor un estilo cinematográfico absolutamente personal, una creatividad sin límites y un talento artístico y técnico incuestionables, Alfred Hitchcock es considerado con toda justicia uno de los grandes maestros del cine de todos los tiempos. Muchas de sus inteligentes películas analizan en profundidad temas como el crimen, el psicoanálisis y la sexualidad, y están protagonizadas por fugitivos de la ley, falsos culpables, asesinos en serie y mujeres rubias y misteriosas. Fue pionero en nuevas técnicas del suspense, el terror y el thriller psicológico. Reinventó la utilización de la cámara subjetiva para hacer partícipe al espectador de su inclinación al voyeurismo, hizo del giro argumental un instrumento para despistar al público y desarrolló una novedosa forma de montaje fílmico. Con una carrera de seis décadas y más de cincuenta películas, Hitchcock es el responsable de algunas de las obras maestras que hoy siguen perturbando la imaginación de espectadores, críticos y cinéfilos.
Alfred Joseph Hitchcock Whelan (Londres, 1899 – Los Ángeles, 1980) fue el tercer y último hijo del matrimonio formado por William Hitchcock y Emma Jane Whelan. Su estricta educación católica le convirtió en un niño tímido y apocado, pero ávido lector de las novelas de Charles Dickens y Edgar Allan Poe. Debido a la muerte prematura de su padre tuvo que ponerse a trabajar con 16 años. En 1920 se dedicaba a diseñar los intertítulos de las películas mudas, su primer contacto con el séptimo arte. Después realizó funciones de guionista, montador, director artístico y ayudante de dirección. Así conoció a su mujer, Alma Reville, también guionista y montadora de varias de sus películas.
Antes de especializarse en el terror y el suspense, Alfred Hitchcock dirigió varias películas mudas de géneros tan diversos como el policiaco, la comedia romántica o el melodrama. En la segunda mitad de los años 20 alumbró El jardín de la alegría (The pleasure garden, 1925), El ring (The ring, 1927), El enemigo de las rubias (The lodger, 1927), La esposa del granjero (The Farmer’s Wife, 1928), Champagne (1928) y The Manxman (1929).
En 1929 Hitchcock rueda la primera película sonora de Inglaterra, Chantaje (Blackmail), adaptación de una obra de Charles Bennett, uno de sus guionistas habituales. El director comienza a demostrar un gran dominio técnico, sirviéndose por ejemplo del sonido como elemento de suspense o utilizando como decorado final una localización famosa, en este caso la cúpula del British Museum. Chantaje será su primer éxito de crítica y público. A continuación llegarían otras películas de encargo como Juno and the Paycock (1930), Asesinato (Murder!), Ricos y extraños ( Rich and Strange), Número diecisiete (Number Seventeen) y Valses de Viena (Waltzes from Vienna). En 1934 consigue un nuevo éxito con El hombre que sabía demasiado (The Man Who Knew Too Much) y un año después comienza a jugar al suspense con el espectador en Los treinta y nueve escalones. Utiliza por primera vez un elemento narrativo propio, un hecho fortuito que produce un falso giro en la historia con la única intención de mantener la atención de un espectador ya atrapado en sus manos. La siguiente película del director, Sabotaje (Sabotage, 1936), es una libre adaptación de una novela del gran Joseph Conrad. Young and Innocent (1937) reincide en el tema del inocente injustamente perseguido; The Lady Vanishes (1938) narra la desaparición de una anciana inglesa mientras viaja en tren a través de un país ficticio llamado Vandrika (alusión encubierta a la Alemania nazi) y Jamaica Inn (1939) un melodrama histórico sin gran trascendencia.
En 1939 Hitchcock se traslada con su familia a Hollywood. Su primera película norteamericana es Rebeca (Rebecca, 1940), excelente adaptación de una novela de Daphne du Maurier. Una ilusionada y joven esposa (Joan Fontaine) debe lidiar con las ausencias de un marido distante (Laurence Olivier), los desprecios de una perturbada y posesiva ama de llaves (Judith Anderson) y la memoria de la fallecida primera esposa, la bella y misteriosa Rebeca. El film tiene un gran éxito y recibe trece nominaciones y dos Óscar (mejor película y mejor fotografía). Hitchcock es nominado por primera vez al Óscar al mejor director, un premio que no llegará a ganar nunca. Su segunda película norteamericana es Enviado especial (Foreign Correspondent), adaptación de una historia de Vincent Sheean sobre los cambios políticos en Europa justo antes de la Segunda Guerra Mundial. El corresponsal de un diario norteamericano (Joel McCrea) es enviado al viejo continente para analizar los dramáticos acontecimientos. Nueva nominación al Óscar a la mejor película.
En 1941 Hitchcock dirige la comedia romántica Matrimonio original (1941), la historia de una crispada pareja (Carole Lombard y Robert Montgomery) que descubren no estar legalmente casados y acaban reconquistándose a base de delirantes discusiones. Sospecha es la adaptación de la novela Before the Fact de Anthony Berkeley Cox. Un hombre de oscuro pasado (Cary Grant) logra casarse con una tímida y adinerada joven (Jean Fontaine) que termina sospechando que su marido es un asesino que quiere eliminarla. El músico Bernard Herrmann compone una banda sonora brillante y Fontaine obtiene el Óscar a la mejor actriz. En 1942 el director demuestra su total dominio del suspense con su nuevo éxito, Sabotaje (Saboteur), la historia de un empleado de una empresa aeronáutica (Robert Cummings) acusado injustamente de haber cometido un acto de sabotaje en su fábrica. El clímax del film se desarrolla en Nueva York, sobre la mismísima antorcha de la Estatua de la Libertad.
Una de las películas preferidas de Hitchcock es La sombra de una duda (Shadow of a doubt, 1943), adaptación de la novela Tío Charlie de Gordon McDonell. Cuando Charlie Oakley (Joseph Cotten), un hombre manipulador de oscuro es perseguido por la justicia, decide refugiarse en la casa de su hermana. La hija mayor de ésta, Charlotte (Teresa Wright) se siente fascinada por su encantador tío. Pero la misteriosa personalidad de éste, conduce a la joven a sospechar que en realidad se trata de un asesino en serie. El director no disimula aquí su fascinación por el homicidio, los criminales y el psicoanálisis. En 1944 Hitchcock dirige su primera película abiertamente política. Con un brillante guión de John Steinbeck, Naúfragos (Lifeboat) narra las claustrofóbicas experiencias vividas en un bote por los supervivientes del naufragio de un barco norteamericano hundido por un submarino alemán. Naúfragos recibirá el beneplácito de la crítica y el público y será nominada a tres Oscars (mejor director, guion original y fotografía). Con Recuerda (1946) Hitchcock se zambulle de lleno en el mundo del psiconálisis. El Doctor en psiquiatría Anthony Edwards (Gregory Peck) no es quien pretende ser. Afectado de amnesia y acusado de homicidio, es ayudado en su búsqueda de identidad por la psicoanalista Dra. Peterson (Ingrid Bergman). A destacar la secuencia de la pesadilla, con espectaculares decorados realizados por Salvador Dalí. En Encadenados (Notorious, 1946) Ingrid Bergman interpreta a la hija de un espía nazi seducida por un agente del gobierno estadounidense (Cary Grant) cuya misión es servirse de ella para espiar a Alexander Sebastian (Claude Rains), un peligroso nazi refugiado en Brasil. Notorious obtiene un gran éxito, no así El caso Paradine (The Paradine Case, 1947), un drama judicial sobre una mujer joven (Allida Valli) acusada de haber envenenado a su marido, un anciano rico y ciego. Su abogado (Gregory Peck) acabará por sucumbir también a sus encantos.
Continuará…