A fuego lento llegó a España el 22 de diciembre pasado y tiene el interés añadido de su candidatura para los Óscar. A España ha llegado con un título que no es el original. La película, de sello francés, se titula La passion de Dodin Bouffant, título del libro en el que el director vietnamita Trần Anh Hùng, afincado en Francia y poseedor de un León de Oro (Cyclo, 1995), se ha inspirado y cuya autoría corresponde a Marcel Rouff, un novelista y periodista suizo que se especializó en gastronomía y acabó sus días en 1936 en el país galo. Por tanto, éste es uno de esos casos en los que no se comprende ese afán innovador sobre ideas ajenas, como la del título de una obra, del que hacen gala los equipos de marketing de las distribuidoras y productoras cinematográficas. Y es que el título nos ofrece pistas y el «a fuego lento» español nos hace transitar por lugares comunes del bagaje culinario sin ofrecer nada interesante a cambio.
Trần Anh Hùng, que ya fue candidato al Óscar en 1993 con El olor de la papaya verde, ha explicado que su intención era hacer una película sobre un arte y el arte culinario afecta a todos los sentidos. Eso es lo que ha hecho, pero parece que algunas críticas recibidas delatan que hay quien no se ha percatado de este detalle. El arte culinario no es seguir una receta, es un proceso de creación y de comunicación. Ésta es una película sensorial que, al disfrutarla, despierta uno a uno todos los sentidos. Y llegados a este punto, ¡qué curioso!, puede que ésta sea una de las cosas por las que al Cine se le denomina Séptimo Arte. El director y guionista deja al espectador desconcertado en su butaca, abriendo la cinta con más de veinte minutos de cocinado, a portagayola, invitado a una escena cotidiana decimonónica. Vemos a Juliette Binoche en una cocina de finales del XIX, entre fogones, lozas, cubiertos de madera, productos recién cogidos de la huerta y una luz cenital que pinta un cuadro costumbrista exquisito en donde no falta un sólo detalle y que sumerge al espectador en el lugar donde debe estar para comenzar a entender.
El señor Bouffant, interpretado por Benoît Magimel, es un gastrónomo y eminente innovador culinario que vive en un pueblo del Departamento de Jura, del antiguo Departamento de Borgoña, hoy Borgoña Franco Condado. Quizás por eso el texto del guion y el de la novela nos ofrecen, en ocasiones, disquisiciones y explicaciones sobre el origen, la naturaleza y los maridajes de los vinos. Algo que ha sido objeto de crítica sin entender la importancia de ese elemento en cualquier ágape, especialmente francés, y, en concreto, en la contextualización, en la ubicación de la trama. Eugènie, por su parte, Juliette Binoche, es la cocinera de Bouffant, la ejecutante de sus recetas y su amante. La historia que nos regala el director se sostiene sobre dos pilares: la gastronomía y una historia de amor entre los dos protagonistas, un amor que ya es antiguo y antiguo cuando el espectador lo conoce y cuya peculiaridad es que está atizado por la veneración que los dos amantes sienten por el arte culinario; aquí, radica uno de los puntos fuertes de la obra porque el foco de la pasión se traslada a los fogones. Binoche y Magimel bordan sus papeles, elaborando una danza de complicidad con la que se deslizan por todo el filme. Pero el contrapunto a esos dos pilares, y un segundo punto fuerte de la historia, es un hecho que entra en acción después de los singulares primeros veinte minutos y que sigue presente hasta el desenlace del drama. El amor de Bouffant y Eugènie discurre paralelo al amor que ambos sienten ante la creación de los manjares que se elaboran en la cocina y es sobrevolado por el verdadero eje del argumento: la fugacidad, la esencia de lo efímero. Ambos, el amor y la cocina, son hechos efímeros; ambos también, excepcionales; ambos artes que nacen para consumirse, pero que serán inolvidables si su consumación ha sido durante un momento sublime.
Esa excepcionalidad que el director nos quiere contar se percibe gracias a una realización meticulosa. Es una película para ver en una sala de cine donde el sonido adquiere un protagonismo radiofónico: la leña crepitando, la cuchara de palo rozando la loza, el roce de las ollas sobre la placa del fogón, el ruido de la ropa, las moscas, el ruido de los campos en flor mecidos por el aire del verano, la puerta, los pasos sobre la tarima, la respiración mientras el cocinado está en curso y que envuelve al espectador y lo transporta hasta el lugar donde viven los personajes. Trần Anh Hùn consigue que se escuche el ruido de la felicidad, el de la bondad y también, en el mismo retablo, el de la desesperación y la tristeza porque detrás de la veneración estética hay una voluntad comunicadora que logra hacer efectiva. La novela de Rouff, casi caída en el olvido, es el colchón necesario en el que se apoya la realización, nos da el paisaje: la campiña del Jura donde los viñedos envejecen, y el de la naturaleza del bodegón de las lozas, las fuentes de barro, las ollas, las mesas de madera con mil heridas y los vasares.
La conclusión es que se trata de una película exquisita en la que el disfrute sensorial necesita de la participación del espectador. Se la ha comparado con la obra maestra de Gabriel Axel, El festín de Babette, aunque la complejidad de los personajes quizás no lleguen a alcanzarla y el tratamiento del tiempo es muy distinto. Pero ambas obras circulan sobre el barroco espíritu de la alta cocina. En La passion de Dodin Bouffant, la paradoja que corona el mensaje de la obra se denomina pot au feu, un plato de olla humilde y sencillo, a cocción, que será el que dirimirá el futuro y la continuidad del argumento más allá del rótulo final y de la última escena donde la cocina, ese habitáculo cálido y oloroso con el que el espectador se ha familiarizado después de dos horas, de repente, se convierte en el lugar donde la vida se derrama y se abre paso en un nuevo cauce.
Ficha técnica:
Título: A fuego lento
Título original: La passion de Dodin Bouffant
Dirección y guion: Trần Anh Hùn
Basada en la novela La passion de Dodin Bouffant, de Marcel Rouff
País: Francia
Año: 2023
Duración: 135 min
Género: Drama
Reparto: Juliette Binoche. Benoît Magimel. Emmanuel Salinger. Galatéa Bellugi. Patrick d’Assumçao.
Distribución: A Contracorriente Films
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