La excelente propuesta de Caixaforum, “Tiempos inciertos. Alemania entreguerras”, nos sumerge en un periodo esencial de la historia de Alemania, de Europa y del mundo.
Recorreremos un itinerario plagado de obras de arte, montajes audiovisuales, fotografía, literatura, cine, filosofía, física, música, juegos y dispositivos interactivos que invitarán al visitante a ser partícipe y reflexionar acerca de este momento esencial para comprender la Europa actual, la República de Weimar. Una etapa que dio comienzo en 1919 tras la derrota alemana en la Primera Guerra Mundial y finalizó en 1933.
El fracaso en la Gran Guerra, trajo consigo una lección y la firme voluntad de cambio para edificar una sociedad basada en los ideales humanistas de la democracia, la libertad y la igualdad. Se produjeron enormes transformaciones a nivel social y cultural. Arte, pensamiento y ciencia, gozaron un cambio de paradigma que marcó la creación de nuestro presente tal y como lo conocemos.
Aunque se trató de un periodo de eclosión a muchos niveles, no estuvo exento de episodios sombríos. En 1919, tuvo lugar el Levantamiento Espartaquista. En él, los comunistas liderados por Rosa Luxemburgo y Karl Liebknecht se movilizaron en Berlín en un intento de consolidar el gobierno revolucionario de los trabajadores. Sin embargo el Partido Socialdemócrata los reprimió con violencia. Tras el descalabro del levantamiento fueron detenidos y asesinados.
Por otra parte, Alemania vio nacer un hito histórico, la primera democracia con sufragio universal en un país europeo industrializado y con derecho al voto femenino.
Podemos disfrutar de unos fabulosos retratos de la fotógrafa Marianne Breslauer (1909-2001). En ellos rompe con las reglas académicas de composición y nos presenta una mujer moderna, trabajadora, liberada sexualmente, fuerte y andrógina. Más segura y libre, se atreve a desafiar los roles de género asignados. Algo de lo que ella es un buen ejemplo como mujer y fotógrafa que fue.
La Alemania de entreguerras es un gran laboratorio de actividad e innovación musical sin precedentes. Unos pequeños altavoces reproducen composiciones musicales que van desde Ópera hasta Jazz, muy popular en la vida nocturna de los clubs y cabarés de Berlín, convertidos en espacios de encuentro y expresión de personas con diferentes orientaciones sexuales y de género. Aparecen también nuevas concepciones del modelo familiar.
Un óleo de Karl Hubbuch (1891-1979), “Doble retrato de Hilde ll” (1929), nos muestra a su esposa Hilde Isai, fotógrafa formada en la Bauhaus, como una mujer emancipada y de carácter enérgico. Al mismo tiempo este doble retrato, ofrece diferentes facetas de su personalidad, donde deja entrever la complejidad de esta transformación femenina.
Un elemento importante en la exposición es el visionado de fragmentos de películas y documentales que subrayan la facilidad de manipulación y movilización de las masas a través del cine. Un ejemplo cumbre del cine expresionista es “El gabinete del Doctor Caligari” (1920). Dirigida por Robert Wiene (1873-1938), se caracteriza por su rechazo al realismo. Gracias al uso del contraste entre luces, sombras y escenografías inclinadas, evidencia una percepción distorsionada del mundo. La película narra cómo el Doctor Caligari, director de un manicomio, entrena al sonámbulo Cesare para que se convierta en un asesino. En ella se representa al individuo como una persona sin voluntad y su tendencia para dejar a un lado su libertad para obedecer órdenes.
En otro fragmento de “Metrópolis” (1927), de Fritz Lang (1890-1976), legendaria película expresionista de ciencia ficción, se revela la disposición del sujeto a disolverse en la masa siguiendo a un falso líder para ganar la fuerza que el yo individual no tiene.
El libro De Caligari a Hitler (1947), del crítico de cine de la época Siegfried Kracauer, documenta cómo las películas alemanas de 1918 a 1933 reflejan la predisposición psicológica colectiva dominante de sucumbir voluntariamente a un tirano. El doctor Caligari es el primero de ellos, además de constituir un presagio del poder hipnótico de los líderes.
Por otra parte, el documental de propaganda nazi “El triunfo de la voluntad” (1935) de Leni Riefenstahl demuestra el control real del poder de Hitler sobre las masas.
La Constitución del Reich alemán, conocida como la “Constitución de Weimar”, estará vigente durante la etapa de la republica desde 1919 hasta 1933.
Hitler había sido nombrado canciller de Alemania en enero de 1933. El 27 de febrero del mismo año, el edificio del Reichstag (parlamento) es destruido por un incendio. Decide entonces acogerse al artículo 48 de la Constitución y declara el Estado de emergencia que anula los derechos democráticos más básicos. El 2 de agosto de 1934 fusiona dos cargos, el de Canciller y el de Presidente de Alemania, de este modo acapara los poderes de Jefe de Gobierno y Jefe del Estado. Se autoproclama führer del III Reich. Con todo el poder concentrado en su persona, Alemania se convierte en una dictadura. El sueño de la Constitución de Weimar se desvanece.
Sin duda un final con un giro terrorífico para una parte importante del pueblo alemán y que extenderá sus garras al resto de Europa y del mundo.
Esta exposición se puede visitar hasta el 16 de febrero de 2025. Caixaforum Madrid. Pº del Prado 36.
De lunes a domingo de 10:00 a 20.00h. Dispone además de visitas guiadas, tertulias y talleres familiares.