CaixaForum. Madrid. Paseo del Prado, 36. Hasta el 16 de septiembre de 2018. Entrada general 4 €. Gratuita para menores de 16. De lunes a domingo 10 a 20h.
Por Elena Rojo García.- | Septiembre 2018
El edificio Caixa-Forum, acoge este verano una exposición que pone de manifiesto la relevancia y el significado que tuvo la música en las civilizaciones antiguas de Oriente, Egipto, Grecia y Roma. Con el Mediterráneo como fiel espectador de este fabuloso y enriquecedor intercambio cultural.
La muestra, exhibe cerca de cuatrocientas piezas, algunas de ellas nunca antes se han mostrado al público, procedentes de las colecciones del Musée du Louvre y de una veintena de instituciones francesas y extranjeras, entre las que se encuentra el Museo Arqueológico Nacional de Atenas, y el Metropolitan Museum of Art de Nueva York. Supone una gran oportunidad para aproximarse a tres mil años que son parte indispensable de nuestras raíces, y de nuestro patrimonio cultural, histórico y musical.
Se conservan instrumentos musicales, objetos sonoros, notaciones musicales y un número considerable de figuras y escenas representativas de músicos.
Frente a la curiosa mirada del visitante, se encuentran los diferentes dispositivos musicales que han llegado hasta la actualidad. Algunos objetos realizados en bronce, han resistido bien el paso del tiempo; címbalos, sistros, crótalos o campanas. Otros elaborados con piel, madera o hueso, aunque más delicados, se han descubierto también en un excepcional estado de conservación. Es el caso de arpas, liras, laudes y panderetas, o trabajados en caña; flautas y oboes. Asombra la increíble destreza de los artesanos y la enorme riqueza de los materiales empleados para su creación.
Por otra parte, destacan la abundancia y variedad de las representaciones. Estatuas, frisos, cerámica, mosaicos, incluso numismática, son reflejo elocuente de la trascendencia que tuvo la música en las sociedades arcaicas.
Es indiscutible el poder que ejerce sobre nuestros sentidos la magia del sonido. Puede conducir por distintos estadios, desde la alegría o la euforia a la melancolía más profunda. Capaz de seducir al mismísimo Ulises con sus cantos de sirena.
La transmisión de los conocimientos musicales se hacía de forma oral gracias al proceso de memorización. Por ello, cabe destacar el arduo trabajo de investigadores y expertos en diversas disciplinas, que posibilita al visitante acceder a reproducciones de sonidos de instrumentos antiguos, colocados en una serie de equipos de audio repartidos a lo largo de las salas.
La música estuvo presente en los grandes acontecimientos de la vida pública y privada. Vehículo de comunicación entre hombres y dioses, sirvió de acompañamiento en todo tipo de ceremonias y ritos.
El recorrido permite ver piezas de considerable tamaño, por ejemplo el relieve realizado en piedra caliza ‘Hator tocando el sistro’ 1843-1798 a.C (Egipto), o las pequeñas estatuillas de ‘Dioniso y su cortejo’ 125-50 a.C. realizadas en cobre (Bajo Egipto). ‘Estatuilla de Eurípides sentado’ siglo ll d.C (Roma).
Durante el siglo XIX se forjaron unos estereotipos sobre la música antigua que ha pervivido hasta la actualidad. La ópera, el cine de Hollywood, incluso el cómic han ayudado a consolidarlos.
Se pueden contemplar aquí algunas típicas imágenes cinematográficas del uso del arpa asociada al erotismo y al mundo oriental. O escuchar el característico sonido de trompetas, afines al ejército romano que aparece tanto en cine como en las viñetas de Asterix y Obelix.
Esta es sin duda una buena ocasión para dejarse conquistar por la belleza y armonía que desprenden la esencia de tres mil años de historia y música.