marzo de 2025

¿Afortunados?

Fortunate son (Hijo afortunado)
Música y Letra de John Fogerty en 1969

La canción de la que hoy hablamos fue escrita por John Fogerty en 1969 y grabada originalmente por Creedence Clearwater Revival en el álbum del mismo año Willy and the Poor Boys, aunque también se lanzó en single junto al tema Down in the corner, consiguiendo el disco de oro en 1970. Su origen se encuentra en una relación existente (y muy aireada en la prensa rosa de la época) entre David Eisenhower (nieto de Ike) y Julie Nixon (hija de Richard) durante 1968. El autor lo declaró así a Rolling Stone: “Julie Nixon estaba saliendo con David Eisenhower, y daba la sensación de que esta gente no estaba comprometida con la guerra. En 1969, la mayoría del país pensaba que las tropas tenían la moral muy alta, y que algo así como el ochenta por ciento de ellas estaba a favor de la guerra. Pero para los que mirábamos más de cerca, sabíamos que estábamos metiéndonos en problemas”.

Lo que parece evidente es que, después del famoso verano del amor, la visión de la sociedad estadounidense respecto a la guerra de Vietnam fue cambiando mucho, sin duda también influida por las proclamas pacifistas del momento llevadas a cabo por tantos ídolos de la contracultura, así como por los luchadores por los derechos civiles como Martin Luther King, Malcolm X o Cassius Clay/Muhammad Ali. Esa visión de las cosas relativas a la situación bélica no ha parado de ganar adeptos por mucho que la gran maquinaria de poder político impulsada sobre todo por la industria armamentística se haya empeñado en lo contrario, ya sea mediante la manipulación mediática inventándose enemigos o a través de supuestas armas de destrucción masiva que nadie ha visto jamás.

Es lógico, pues, que la canción aparezca en bandas sonoras de películas de temática bélica, en concreto sobre la guerra de Vietnam; algunas de ellas son Forrest Gump o Live Free or Die Hard y más recientemente en las películas Battleship y Escuadrón suicida.

¿Y la banda? Pues nada más y nada menos que Creedence Clearwater Revival, así llamada por una combinación de cosas como el nombre de un amigo de Tom Fogerty, Credence Newball (se modificó a Creedence jugando con palabras relacionadas con el credo cristiano), con el anuncio de una marca de cerveza (de ahí Clearwater) y Revival para celebrar una especie de reencuentro tras la dispersión anterior del grupo. Su sonido y estilo son muy característicos de lo que podría llamarse road music, ya que recuerda la sensación de ir conduciendo por una carretera del oeste americano.

El caso es que el guitarrista y compositor John Fogerty, el bajista Stu Cook y el baterista Doug Clifford (todos nacidos en 1945) se conocieron realizando cursos superiores de secundaria en El Cerrito, condado de Contra Costa en California. Se trata de una localidad de pocos más de 20.000 habitantes que podría considerarse una ciudad dormitorio de San Francisco. La afición al rock debe ser grande debido a las salas de música en directo que pueden localizarse allí; de hecho, hay más grupos que han salido de esa pequeña ciudad, como Metallica o Megadeth. Pronto Tom, hermano mayor de John, se unió al grupo sobre todo en directo hasta llegar a firmar en 1964 un contrato con Fantasy Records, sello discográfico de la cercana San Francisco. Pronto, partiendo de elementos como el Roots Rock, Swamp Blues, Blue Eyed Soul, incluso el rock psicodélico, llegaron a conformar ese estilo propio tan característico que les llevaría a convertirse en una de las bandas más influyentes de la música que, además, no parece disgustar a prácticamente nadie.

No tardaron en grabar el tema de Dale Hawkins Suzie Q, único éxito de la banda no escrito por John Fogerty. Posteriormente, salieron temas como Proud Mary, Born on the Bayou, Bad moon rising, Lodi, Green river o The night time is the right time. Acudieron a Woodstock, aunque no aparecen en la película debido a la negativa de John, ya que su actuación no le pareció digna al tener que salir a tocar sobre las 3.30 de la madrugada, tras Grateful Dead. Después llegó la canción de la que hoy hablamos, junto a Cotton fields o Midnight special. Y podríamos seguir hablando de los posteriores éxitos del grupo, aunque es hora de detenerse en Fortunate son.

La letra es la siguiente:

Portada del álbum ‘Willy and the Poor Boys’. Diseño y fotografía de Basul Parik.

Some folks are born made to wave the flag
Hoo, they’re red, white and blue
And when the band plays «Hail to the chief»
Ooh, they point the cannon at you, Lord

It ain’t me, it ain’t me
I ain’t no senator’s son, son
It ain’t me, it ain’t me
I ain’t no fortunate one, no

Some folks are born silver spoon in hand
Lord, don’t they help themselves, Lord?
But when the taxman come to the door
Lord, the house lookin’ like a rummage sale, yeah

It ain’t me, it ain’t me
I ain’t no millionaire’s son, no, no
It ain’t me, it ain’t me
I ain’t no fortunate one, no

Yeah-yeah, some folks inherit star-spangled eyes
Hoo, they send you down to war, Lord
And when you ask ‘em, “How much should we give?”
Hoo, they only answer, “More, more, more, more”

It ain’t me, it ain’t me
I ain’t no military son, son, Lord
It ain’t me, it ain’t me
I ain’t no fortunate one, one

It ain’t me, it ain’t me
I ain’t no fortunate one, no, no, no
It ain’t me, it ain’t me
I ain’t no fortunate son, no, no, no
It ain’t me, it ain’t me…

 Y una versión en español:

Contraportada del álbum ‘Willy and the Poor Boys’.Diseño y fotografía de Basul Parik.

Algunos nacen para ondear la bandera
Son rojos, blancos y azules
Y cuando la banda toca “Saludad al jefe”
Te apuntan con el cañón, ¡Señor!

No es mi caso, ese no soy yo
Hijo mío, no soy el hijo de un senador
No es mi caso, ese no soy yo
No soy uno de los afortunados, no

 Algunas personas nacen con cuchara de plata en la mano
Oh, Dios, ¡qué afortunados!
Pero cuando el recaudador de impuestos llama a la puerta
La casa parece una venta de artículos usados

 No es mi caso, ese no soy yo
No soy hijo de millonario, no, no
No es mi caso, ese no soy yo
No soy uno de los afortunados, no

 Sí, algunas personas heredan el espíritu patriótico
Te envían a la guerra
Y cuando les preguntas ¿cuánto debemos dar?
Sólo responden: “Más, más, más”.

 No es mi caso, ese no soy yo
Hijo mío, no soy hijo de un militar
No es mi caso, ese no soy yo
No corro con esa suerte

 No es mi caso, ese no soy yo
No soy uno de los afortunados, no
No es mi caso, ese no soy yo
No soy uno de los afortunados, no

La intervención americana en la guerra de Vietnam fue vendida a la opinión pública como un intento de estabilización en una zona conflictiva y una búsqueda de paz para una futura floreciente humanidad; más o menos, el mismo mantra de siempre. Claro que eso fue solamente en un principio. A medida que aumentaba el contingente humano allí enviado fue necesario recurrir a otros argumentos y, en plena guerra fría (o no tan fría para muchos), se utilizó (cómo no) el de la eterna lucha contra ese enemigo terrible llamado comunismo; el fantasma que recorrió Europa ahora pululaba por Asia.  (y eso que aún no habíamos alcanzado la globalización). No obstante, las pérdidas humanas sufridas por Estados Unidos alcanzaron cifras bastante insoportables para una gran parte de la sociedad civil. Hay que decir que por fin pudimos ver (qué cosas) alcanzada la igualdad (hay quien habla incluso de prevalencia inversa) entre razas. Cada vez había más afroamericanos en las necrológicas, lo que hizo que gran parte de líderes de opinión entre la juventud se horrorizaran ante la situación. Gente como Bob Dylan, Grace Slick (Jefferson Airplane) o Barry McGuire, entre otros, denunciaron en sus canciones (y fuera de ellas) la masacre y un marcado antibelicismo se instaló entre los más jóvenes.

La canción habla de hombres envueltos en banderas y satiriza el Star Spangled Banner (su propio himno) con un invocador Hail al jefe (eso le suena a todo el mundo). Los mismos “patriotas” que en la estrofa siguiente hacen todo lo posible por no pagar impuestos (de qué me sonará a mí eso). Es muy evidente la conclusión: únicamente los pobres mueren en las guerras; pocos hijos de senadores corren esos riesgos.

Siempre se le ha reconocido al país de las barras y estrellas un cierto espíritu crítico (aunque muy cuestionable en algunos aspectos) pero en este caso se explica por las casi 60.000 bajas sufridas entre muertos y desaparecidos en el conflicto del país de extremo oriente. Me pregunto si el rock hubiera aparecido en Vietnam y no en USA, cómo hubiera sido la protesta al haber muerto un millón de vietnamitas en las estimaciones más optimistas y prácticamente tres para las más realistas.

La vida siguió. Y también para CCR. Y llegarían más éxitos en una espectacular carrera musical. Temas tan conocidos como Travelin’ Band, Who’ll stop the rain, Up around the bend, Through the jungle, Lookin’ out my back door, Long as I can see the light o Have you ever seen the rain? tan escuchados y admirados a lo largo de nuestra vida. Y disoluciones, y regresos, y luchas por los derechos sobre el grupo (juicio ganado por John Fogerty), y el fallecimiento de Tom. Lo curioso es que nunca alcanzaron un número uno en las listas, lo que demuestra lo caprichosos que somos a la hora de valorar ciertas cosas. En total, seis álbumes en poco más de cuatro años de trabajo juntos.

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Escrito por

Archivo Entreletras

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