noviembre de 2024 - VIII Año

‘Muñecas de piel’: Estremecedor montaje de Mariella Morena sobre las nuevas formas de prostitución

TEATRO

‘Muñecas de piel’. Texto y dirección de Mariella Morena. Colectivo teatral La Morena (Uruguay).
Con Sofía Lara, Álvaro Armand Usón y Mané Pérez.
Teatros del Canal. Finalizado (Días 8 y 9 de Octubre de 2022)
Público: aforo completo.

Imagen cedida Teatros del Canal

Cualquier obra de denuncia ya sea una novela, una obra teatral o una película necesita hoy de manera imprescindible un formato innovador, de nuevo lenguaje formal. Lejos están los tiempos en los que los contenidos eran jaleados desde las plateas por que se ‘comulgaba’ con lo que exponían aunque las formas fueran anticuadas o planas. En esta ocasión el grupo uruguayo La Morena aborda un asunto de gran calado. En 2021 se suscitó un gran escándalo en ese país tras estallar el caso de unas adolescentes provenientes de la burguesía media o la pequeña burguesía que se prostituían para operarse los labios, rectificar la nariz o los pechos, y adecuarse a los patrones de moda difundidos a través de la publicidad o de las series de Netflix. Una prostitución muy distinta a la tradicional, y con una clientela especial: los ‘sugar-dady’, hombres pertenecientes a la élite social incluidos empresarios, hombres de negocios, jueces, personajes de la política, que pagaban dinero por pasar una noche o un fin de semana con alguna de esas adolescentes, muchas ellas menores de edad que en nada se parecían a las meretrices callejeras o a las mujeres  prostituidas por necesidades económicas de los burdeles o los clubes de carretera.

Cuando el cuerpo de una de esas chicas apareció flotando sobre el agua explotó el llamado ‘caso Océano’ en el que se mostraba a muchachas de ‘buena familia’, provenientes de medios sociales integrados, muchas menores de edad, dispuestas a pasar unas horas o unos días con quien pudiera pagar su buen dinero que ellas destinaban a las cosas más superfluas dado que tenían cubiertas las necesidades a través del medio familiar. En bastantes casos se las inducía al consumo de drogas o participar en prácticas sado-masoquistas.

Imagen cedida © Pablo Lorente

Sobre este suceso, Mariella Morena (1968) clave en el teatro de Uruguay y reconocida también en Europa, escribe, produce y dirige un montaje estremecedor, en el que se adivina el pasado de actriz de la escritora, y el proceso paralelo texto-creación teatral dentro de una arquitectura teatral de excepcional interés pese a su dureza. Antes de empezar la representación el espectador se encontrará con un decorado en el que figura una gran bañera con agua real, que juega importante papel en la acción,  y los tres protagonistas de la función previamente situados en el escenario, que responden a los personajes: Sofía Lara (chica adolescente), Álvaro Armad Usón (cliente) y Mané Pérez (mujer fiscal). Con una permanente base musical de fondo que adquiere una gran presencia en el relato; base donde el tradicional verso teatral es remplazado por un ‘rap’. Para derivar en un juego en el que la fiscal actúa como acusación, desde una perspectiva de género, frente a los equívocos argumentos de cliente y sus defensores; poniendo en evidencia una situación en la que los ricos y poderosos ‘sugar dadys’ intentan dar la vuelta a las acusaciones poco menos que culpabilizando a las chicas de intentar corromper o tentar a sus ricos pagadores, hombres con responsabilidades sociales y públicas, muchos de ellos pertenecientes a la judicatura o al poder ejecutivo.

Marianella Morena sabe utilizar la palabra con brillantez formal, fogonazos en los diálogos y una acertada precisión. El cliente se declara ‘feminista’ y a favor de la ‘independencia de la mujer’ en un alarde de cinismo y fariseísmo, y revindica el ‘derecho de las mujeres a usar libremente su propio cuerpo’ lo que implica también poder ‘venderlo a cambio de dinero’, es decir la teoría neoliberal, concepto que la fiscal rebate. Dejando inquietantes preguntas: ¿sólo los hombres que pagan son directamente inductores de corromper a esas adolescentes?, ¿qué parte de responsabilidad tiene la sociedad que ofrece una permanente tentación de productos y objetos de lujo, y propone un supuesto paradigma de ‘felicidad’ consumista en el que el culto a la belleza constituye su máxima forma de expresión a través de las cirugías plásticas y la inmersión en una realidad de lujo aparentemente fácil?, ¿qué valores ha transmitido esta sociedad para que muchachas de estratos medios se dejen influir por esos contravalores hasta recurrir a la prostitución con tal de conseguir la máxima adecuación a los cánones estéticos?

Imagen cedida © Pablo Lorente

El formato teatral es decisivo en esta producción, que precisa de dos actrices y un actor no sólo entregados como monstruos de la escena, sino que además exhiben una gran entrega física y una tensión de gran capacidad dramática, en un montaje donde hay canciones oportunamente incluidas, y un juego escénico brutal. Morena no ahorra los aspectos más duros de la historia, donde hay desnudos integrales e incluso escenas de masturbación evidentes, pero que no caen en el efectismo ni el gesto gratuito y provocador. De esa complicidad escritora-directora y actores en el escenario nace el impacto de este montaje casi eléctrico que deja a la platea impactada por su explosiva capacidad de sugerencias y su dureza conceptual y formal. No hay didactismo sino un panel de posiciones y cruces de opiniones entre los personajes que se mueven en escena, vestidos, empapados de agua o íntegramente desnudos en esa bañera que es todo un símbolo de mancha social que confunde, manipula argumentos y transforma o revierte conceptos.

El proceso de creación de esta obra ha sido objeto de intensa polémica. La autora-directora se entrevistó con distintos personajes que intervinieron en el caso, e incluso recurrió al diario de la joven que apareció muerta. Su familia intentó por la vía judicial prohibir el estreno que finalmente vio la luz en Montevideo a principios de este verano.

El público que llenó todo el aforo en sus dos únicas representaciones en Madrid salió impactado de la intensidad dramática y la tensión de este montaje que dura ‘sólo’ cincuenta y seis minutos, y abre toda clase de sugerencias y pensamientos, en una representación donde necesariamente se sale haciéndose uno mismo variadas preguntas.

Aunque Marianella Morena ya se ha visto con anteriores textos en España, con ‘Muñecas de piel’ vuelve a causar gran impacto, y la consagra como excepcional autora-directora de producciones escalofriantes, y llenas de recovecos.

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