Eduardo Montagut —colaborador habitual de Entreletras— publica un nuevo libro que lleva por título Eso no estaba en mi libro de Historia de la Masonería (Almuzara, 2024).
Aunque la masonería siga rodeada de un halo de misterio, muchas de las figuras más destacadas de la Historia como Churchill, Disney, Mozart, Franklin o Kipling han estado vinculadas a ella. La sociedad nace en Londres en 1717 con el objetivo de promover la fraternidad entre los hombres. Desde entonces, la Orden se expandió rápidamente: en la actualidad cuenta con más de seis millones de miembros en todo el mundo.
La Revolución Francesa y la Revolución de los Estados Unidos tienen raíces masónicas. De hecho, durante la presidencia de George Washington se convirtió en una parte esencial de la identidad de la nueva nación estadounidense. Asimismo, la Primera Internacional y la Sociedad de Naciones no pueden entenderse sin su legado. Por eso, para los fascismos la masonería fue una auténtica obsesión; sus líderes trataron de descabezar el movimiento porque veían en él una seria amenaza para sus intereses espurios. Ellos son los responsables en gran medida de la mala prensa que la Masonería ha tenido.
En esta nueva aproximación al tema, Eduardo Montagut —maestro masón de Grado 14 en los Grados Filosóficos del Rito Escocés Antiguo y Aceptado— contesta de un modo ameno a preguntas que muchos de nosotros nos hemos hecho alguna vez: ¿creen los masones en la Vida Eterna? Si es así, ¿adónde van cuando fallecen? ¿En qué lugares tienen lugar las «tenidas» de la sociedad y bajo qué rituales? ¿De qué viene la inquina conque el integrismo religioso les ha perseguido? ¿Realizan orgías, ceremonias satánicas o deciden el futuro del mundo?