¡Mis queridos palomiteros! Ayer, 25 de marzo, día de la Encarnación, se celebró a bombo y platillo la premiere europea de la quinta temporada de The Chosen en Madrid, titulada La última cena —de la que ya hemos informado desde este mismo espacio—, que se festejó en los icónicos Cines Callao y que contó con la presencia de sus actores principales. Por la organización del acto y distribución de la película responde A Contracorriente Films.
De esta manera, Jonathan Roumie (Jesús), Shahar Isaac (Simón/Pedro) y Vanessa Benavente (María), junto a otros miembros del reparto como Amber Shana Williams (Tamar), Abe Bueno Jallad (Santiago el Mayor), Reza Diako (Felipe), Andrew James Allen (Poncio Pilato) y Alaa Safi (Simón el Zelote) causaron sensación entre el respetable, que arropó a sus actores predilectos. Así las cosas, con tal dechado de figuras del cine tan aclamadas en el mundo católico especialmente, buena parte de la capital de España quedó paralizada ante un evento de tanto relumbre, distinción y valentía.
¿Desde cuándo el cine religioso, y para más INRI una serie de televisión —aún en su quinta temporada de las siete previstas—, que arrancó en 2017, que versa sobre la vida de Jesús y en formato comercial ha tenido una acogida tan espectacular como la de ayer? ¿Tal vez haya que hacer memoria e irnos a 2004, cuando en el Cine Proyecciones un jueves 11 de marzo se realizó el pase para la prensa a las 11 de la mañana de La pasión de Cristo? ¿Sería acaso porque esta película la dirigió Mel Gibson?
Mucho me da que los tiempos están cambiando y que el cine religioso cada vez está ganando más adeptos, entre otras cosas porque sabe contar historias sin que nadie se lleve las manos a la cabeza. Recordamos que The Chosen empezó a prodigarse gratuitamente a través de una app en el móvil y que para llegar a ese punto su financiación se realizó vía crowdfunding. Y el que la sigue, la consigue. No me extrañaría que, más pronto que tarde, el cine religioso pueda sorprendernos con otra gran producción.
¿De qué va La última cena?
La mesa está servida. El pueblo de Israel recibe a Jesús como rey mientras sus discípulos esperan su coronación. Sin embargo, en lugar de enfrentarse a Roma, él da un giro inesperado a la celebración religiosa judía. En vez de seguir el rumbo anticipado, cambia el significado de la festividad, desafiando el sistema establecido.
Al percatarse de la amenaza que esto supone para su poder, los líderes religiosos y políticos del país no dudarán en hacer lo que sea necesario para asegurarse de que esta cena de Pascua sea la última de Jesús. El creciente peligro de que sus enseñanzas alteren el equilibrio de poder llevará a estos líderes a tramar su muerte, convencidos de que deben eliminar esta amenaza antes de que crezca aún más.
Magistrales los dos primeros capítulos de la serie sobre la vida de Jesús de esta quinta temporada, La última cena —de los ocho que consta—, que tiene como telón de fondo los acontecimientos en torno a la última cena que Cristo compartió con sus discípulos. Tanto en su forma como en su fondo el espectáculo está asegurado. No solo cuenta con una factura técnica apabullante —la recreación de la época vuelve a ser maravillosa—, sino que la planificación de sus escenas más complicadas está resuelta con gran encomio y sencillez, que naturalizan aún más a cada uno de sus personajes. También hay que poner el foco en que, al menos en los dos capítulos vistos, las tramas se desarrollan con pausa y los diálogos se pueden masticar mejor.
Por otro lado, el tono de la película es más grave y oscuro que en sus temporadas anteriores, tanto en su lado externo —claroscuros tan puros como los del pincel de Caravaggio— como en el interno, donde comprobamos que la presencia de Jesús de modo más continuada se presenta con gran emotividad, intensidad y dureza —situaciones menos vistas en otros momentos de la serie—, pero que no le restan un ápice a su condición de ser humano creíble. En este sentido, la dirección de actores ha vuelto a demostrar que posee gran talento, al tiempo que se acentúa el crédito del gran actor que es Jonathan Roumie.