¡Mis queridos palomiteros! El Artesano es el título de la segunda novela de Mattias Köping, tras el éxito de su ópera prima, Los endemoniados, publicada también Almuzara. Desde entonces, al autor francés de 53 años afincado en Normandía —junto a Boris Dokmak, Laurent Obertone y Marsault es miembro del Ring Wall of Fame— se le considera uno de los maestros de la serie negra más oscura.
Ganador del Premio Découverte Iris Noir de Bruselas en 2019 y del Premio Polar de los Bloggers, entre otras distinciones, este oscuro y atroz thriller, según la crítica especializada, es de “una dureza sobrecogedora difícil de olvidar”, una circunstancia que ha provocado que esta historia sea la más aclamada del año en los blogs y en las redes sociales francófonas. De hecho, la productora Netflix trabaja ya en su adaptación a la pantalla.
¿De qué va El artesano?
La historia entrelaza dos historias en distintos planos temporales. El primero arranca el 19 de noviembre de 1991. Yugoslavia se hunde en la espiral de la guerra de los Balcanes. Un grupo organizado de paramilitares serbios masacran a una familia en el pueblo croata de Erdut. Solo sobrevive un niño pequeño. Veinticinco años después, la abogada Irena Ilić se embarca en la caza de esos monstruos sedientos de sangre.

El segundo comienza el 1 de abril de 2017, fecha en la que se perpetra un abominable doble crimen contra una mujer y su bebé. Sus cuerpos, tratados como piezas de una obra de arte, son hallados en Le Havre. Vladimir Radiche, un capitán de policía sin escrúpulos está a cargo del caso. Las víctimas fueron torturadas y asesinadas por el Artesano, un ser despiadado y sádico que vende las películas de sus abusos por internet, a través de la red profunda.
Cuando las trayectorias de la tenaz Irena Ilić y el detestable Vladimir Radiche se cruzan, la insoportable verdad sale a la luz poco a poco. Atrapados en una vorágine de violencia, los dos protagonistas se encuentran con la cara más cruel de la sociedad al internarse en un submundo donde el tráfico de órganos, los crímenes de lesa humanidad, los asesinatos en serie y el sectarismo religioso y político campan a sus anchas, y donde los hilos del mal se unen inexorablemente para tejer la cuerda que atrapa al lector, llevándolo al extremo.