El viernes 17 de enero se estrena en cines Babygirl, la sorprendente película de Nicole Kidman que le ha valido la nominación al Globo de Oro.
Entre la provocación y el thriller psicológico, la cinta Babygirl es una obra didáctica destinada a recordar a quien se quiera dar por aludido (no hay peor sordo que el que no quiere oír) que la sexualidad femenina no se ciñe a un único y exclusivo centro.
Y, sobre todo, que en las relaciones sexuales debe primar la libertad, con total ausencia de juicios y con la asunción de complejos y traumas, ya sean heredados o adquiridos. Como dicen en el circo, «lo imposible es solo un punto de vista».
Así le pasa a la Kidman con los problemas que, en la cinta, ha heredado de la infancia, y que no le permiten el clímax en su casa con su husband.
Esta esperadísima Babygirl, dirigida por la neerlandesa Halina Reijne, ya pudo verse en la 81ª edición del Festival de cine de Venecia, donde Nicole Kidman (Eyes Wide Shut, Moulin Rouge) fue elegida por el jurado como la ganadora de la Copa Volpi a la Mejor Actriz por su atrevido y arriesgado papel. Además, ha sido nominada a Mejor Actriz en Drama en los Globos de Oro, ampliando así sus posibilidades de entrar en la deseada lista de nominadas en los Oscars.
Argumento
Nicole Kidman es una exitosa CEO que, teniéndolo todo, casa, marido, hijos, necesita liberarse sexualmente. Un insignificante becario le lee el pensamiento y con frases como «tú necesitas obedecer», la desarma. Una historia de poder y deseos ocultos en que la Kidman se desnuda por dentro y anima al espectador al debate sobre cosas que no necesitarían ya ni ser dichas, pero así estamos.
Muy recomendable y necesaria.