Nacida en Burgos en 1903, hija rebelde de militares, María Teresa León es reconocida por ser la mujer de Rafael Alberti, sin embargo fue una de las escritoras más interesantes contemporáneas a la generación del 27 y toda una muestra de mujer independiente, adelantada a su tiempo y decisiva en muchas de las circunstancias opuestas vividas por el matrimonio. Cuando Alberti la conoció ya era una mujer respetada en Madrid por sus actividades y profundidad literaria.
Su obra no es excesivamente extensa pero tiene algún libro de verdadero interés, por ejemplo ‘Doña Jimena Díaz de Vivar’, que no es una biografía de la mujer del Cid, sino toda una metáfora, enmarcada en novela, sobre el exilio, la distancia y vivir con la persona amada lejos. Novela de fuerte intensidad, escrita con esmero, bien documentada y no exenta de literatura.
En sus últimos años, cuando empezó a sentir los primeros síntomas del Alzheimer escribió uno de sus mejores libros, ‘Memoria de la melancolía’, donde cuenta su vida de forma deliciosa y sincera, despejando algunas dudas sobre las relaciones de los escritores de su generación, la vida en el exilio y el sueño de regresar a su país. En todas sus páginas brilla una nostalgia dulce, una forma de recordar a tanto genio que se junta con la admiración y la ternura. María Teresa León le dio a Miguel Hernández el bofetón más famoso e impertinente de la gran literatura del siglo pasado, en Memoria de la melancolía lo cuenta con la mayor y máxima sinceridad.