AQVI ESTO SIN TEMOR Y DELA MVERTE NO HE PAVOR
EL CEART, Centro de Arte Tomás y Valiente, en colaboración con VETA by Fer Francés, acoge una fabulosa exposición del artista jienense Santiago Ydáñez que, a lo largo de su dilatada carrera, ha recibido numerosos premios y distinciones y es una de las principales figuras del panorama artístico actual que disfruta de gran reconocimiento y proyección a nivel internacional.
El CEART, ha dispuesto tres espacios bien diferenciados donde podemos disfrutar más de medio centenar de obras que abarcan diferentes etapas en la carrera artística de Ydáñez.
Los grandes formatos son los que mejor se adaptan a su lenguaje figurativo y a la inconfundible pincelada expresionista, rápida, gruesa, muy enérgica que aporta volumen y densidad a los trabajos y los hace fácilmente reconocibles.
En las composiciones que contemplamos en el CEART se revela el gran bagaje cultural que posee y cuales son las fuentes de inspiración que vertebran su obra; la historia del arte, el barroco, el romanticismo, el cine, la literatura, los viajes, y las personas que conoce son las raíces a las que regresa una y otra vez para crear su paleta repleta de colores ocres, grises, fríos y distantes con la finalidad de alejar las imágenes de sus contextos habituales. Utiliza también tonos rosados, sonrosados o rojos por influencia de la escultura barroca. No en vano, Ydáñez pasó tres años estudiando las esculturas de grandes maestros del renacimiento y del barroco, como Alonso de Berruguete, Juan de Juni, Alonso Cano, o Luisa Roldán entre otros, en el Museo Nacional de Escultura, con sede en Valladolid.
En una de las salas, nos encontramos rodeados de vírgenes en gran formato. Lejos de su iconografía habitual y con unos primerísimos planos, provocadores, tratados desde diferentes ángulos, atraen de forma poderosa la mirada del visitante. Si giramos sobre nuestro propio cuerpo 360º, advertimos los rostros que se reflejan en nuestra retina como si se tratasen de fotogramas de una película. Estos personajes retratados generalmente tienen un carácter religioso. Sin embargo, aquí aparecen desacralizados, fuera de su contexto ordinario y manifiestan un sufrimiento que los humaniza. El padecimiento de la Virgen, podría ser el de cualquier otra mujer.
La mayoría de sus obras carecen de título porque desea evitar condicionarnos. Ydáñez nos anima a ir más allá de la superficie, de la apariencia, a reflexionar y ahondar en lo más profundo de la esencia humana.
Durante su estancia en Berlín estudió la tradición de la pintura alemana, sobre todo el romanticismo en el que priman las emociones y donde el paisaje cobra un gran protagonismo y el hombre o no aparece o bien es un mero espectador. De esta etapa queda constancia en las obras expuestas en la sala central, donde quedamos cautivados por un paisaje nevado. El tiempo parece haberse detenido dentro de este gran lienzo. Su pincelada larga y ancha nos sitúa en el presente y nos aproxima a lo sublime. Caemos rendidos ante tanta inmensidad, y sentimos que somos insignificantes frente a las fuerzas de la naturaleza. Tan solo un olivo en la lejanía hace pensar que son los campos de su infancia en el pueblo que le vio nacer (Puente de Génave) en la provincia de Jaén.
Adentrados ya en la tercera sala, enseguida identificamos la interpretación que el arista hace sobre “Libertad guiando al pueblo” de Delacroix. Si nos aproximamos veremos relieves, pegotes de pintura y un trazo vertiginoso. La mayor parte del cuadro está realizado en blanco y negro. Si bien da por finalizado el cuadro cuando aporta color al busto de Libertad.
Otra reinterpretación maravillosa de “El fusilamiento de Torrijos y sus compañeros en las playas de Málaga” de Antonio Gisbert. Para esta obra, Ydáñez contó con la intervención de un artista conceptual que ha colaborado a la hora de añadir unos nuevos códigos visuales, en este caso se trata de unos enigmáticos círculos que quedan a la libre interpretación del espectador.
En su composición de la obra “Judith decapitando a Holofernes”, Ydáñez presenta una mujer del siglo XXl, segura y poderosa, con un gesto que en nada se parece al que tiene la Judith de Caravaggio, creación en la que está basada este trabajo.
Encontramos también una versión de “Los fusilamientos de 3 de mayo” de Francisco de Goya, que tuvieron lugar en el Monte Príncipe Pío. En ella, los ajusticiados expresan diferentes emociones con el rostro y el cuerpo que van desde la aceptación, pasando por temor o la súplica. En contraste con los ejecutados protagonistas, los soldados son tratados como un simple esbozo. Carecen de color en un intento de borrar de la historia estos hechos que jamás debieron suceder.
Esta es sin duda una extraordinaria oportunidad para acercanos a la brillante obra Santiago Ydáñez.
Se podrá visitar hasta el 26 de enero de 2025 en CEART de Fuenlabrada (Madrid) en el siguiente horario:
Jueves, viernes y vísperas de festivos: 17:00 a 21:00h
Sábados, domingos y festivos de 11:00 a 14:00h y de 17:00 a 21:00h