Patricia Sierra es abogada y ha sido activista social, siendo la creadora de las Plataformas de Afectados por la Supresión de la Subsidiación de las VPO (Viviendas de Protección Oficial) en Extremadura y Andalucía. Asimismo, ha sido miembro de la Coordinadora Nacional de las Plataformas. Una de las caras nuevas en el Congreso de los Diputados.
Diputada por Badajoz, posee juventud y empuje, siendo representativa de ese grupo de mujeres que se ha abierto paso por sí misma. Hemos querido entrevistarla para Entreletras, ya que estamos seguros de que es una mujer que tiene mucho que decir ahora y en el futuro.
-Usted fue Diputada en la Legislatura anterior, la XI, y de nuevo ha entrado como Diputada a mitad de la XII Legislatura. ¿Qué está representando para usted la experiencia del Congreso de los Diputados?
-Efectivamente, tras las elecciones del 20-D del 2015, en las que era cabeza de lista por la provincia de Badajoz, resulté ser diputada electa. Esto me permitió entrar por primera vez en el Congreso de los Diputados en la Legislatura anterior, la XI, que se caracterizó por ser la Legislatura más corta de la historia de la democracia española. Tan solo duró 4 meses. Posteriormente, como todos conocemos, en Junio de 2016 se volvieron a convocar elecciones generales y en ese momento ya no fui como cabeza de lista, pues pasé a ocupar el puesto número tres, con tan mala fortuna que mi escaño no salió.
-Pero al final volvió usted al hemiciclo de la Carrera de San Jerónimo…
Sí, he vuelto al Congreso hace siete meses. Concretamente el pasado 2 de julio de 2018, en sustitución de José Ignacio Sánchez Amor, actual Secretario de Estado de Política Territorial y Función Pública. Estar en el Congreso de los Diputados ha sido y es uno de los acontecimientos más relevantes de mi vida. Trabajo desde la gran responsabilidad que supone, desde mi punto de vista, el ejercicio más hermoso e importante que tiene un político -en mi caso una política-, estar al servicio de la ciudadanía desde el Poder Legislativo. Para tratar desde la lesgilación dar solución a sus problemas y reivindicaciones, y recuperar el estado del bienestar que el Partido Popular se encargó de amputar durante sus años de Gobierno. Es ahí donde está la gratificación más grande del político, es ahí donde radica el corazón, la humanidad y la dignificación de la política.
-¿A qué comisiones pertenece actualmente en el Congreso y cómo valora la labor que desempeña en ellas?
-Estoy en la Comisión de Defensa, en calidad de Secretaria Primera de la Mesa, y en la Comisión para el Estudio del Nuevo Modelo Policial del Siglo XXI, donde ocupo el cargo de Vicepresidenta Segunda de la Mesa. Por otro lado, tanto en la Comisión de Interior como en la Comisión de Justicia ostento la condición de vocal, y desde el mes de octubre del 2018 soy Ponente de la Ponencia de la Proposición de ley para la reforma de la Ley del Indulto.
-Un trabajo interesante…
El trabajo en comisiones es la labor más intensa y relevante, legislativamente hablando, y la que menos se ve. Podríamos compararlo con el trabajo de un ejército de hormigas, trabajan en grupo y, una vez finalizada la tarea, lo más gratificamente es cuando logras alcanzar acuerdos y consensos con el resto de grupos parlamentarios, a la hora de sacar adelante una iniciativa.
-¿Cómo reparte la semana entre la Carrera de San Jerónimo y Badajoz?
-Prácticamente paso toda la semana aquí en Madrid. Suelo venir los lunes, y digo suelo, porque en alguna ocasión he venido algún domingo, cuando hay algo en la agenda de trabajo a primera hora de la mañana del lunes. Regreso a Badajoz los jueves, a altas horas de la noche, y a veces regreso los viernes. Mis desplazamientos los realizo siempre en mi coche. Aunque en alguna ocasión lo he hecho en avión, he tenido que dejar de utilizarlo debido a las nieblas que en esta época del año suelen haber en Badajoz. Varias veces se han cancelado vuelos cuya salida estaba programada por la mañana. a primera hora del lunes. También porque el último vuelo de la tarde Madrid–Badajoz que está programado semanalmente sale demasiado temprano y no me viene nada bien.
-A su juicio, ¿cuáles son los problemas de mayor envergadura que tiene hoy Extremadura?
-Sin lugar a dudas, los problemas de mayor envergadura son las infraestructuras, el despoblamiento, sobre todo el despoblamiento rural y la tasa de desempleo. De gran parte de ello depende el factor que impide el progreso de la región extremeña. Tener unas excelentes infraestructuras y unos óptimos medios de comunicación, sobre todo terrestres, influirían muy positivamente en la transformación del tejido industrial y empresarial de la región, así como en la creación de puestos de trabajo. Es la gran adversidad de la que depende el futuro de Extremadura y la calidad de vida y el bienestar de los extremeños y extremeñas. Como ciudadana extremeña de a pie, seguiré reivindicando un tren digno y unas buenas infraestructuras para nuestra región, sea cual sea la posición y el ámbito en el que me encuentre.
-Usted proviene de la sociedad civil y no ha tenido, con anterioridad, cargos orgánicos o institucionales. ¿Cree que los partidos políticos, como el PSOE, deben incorporar personas jóvenes que representan a la sociedad civil y que han desempeñado distintas funciones desde su ámbito laboral o profesional para resolver los problemas de su entorno?
-Es cierto que cuando entré en el Congreso por primera vez no había ostentado ningún tipo de cargo público ni orgánico. Sin embargo, desde el 2017 soy miembro de la Ejecutiva Provincial del PSOE de Badajoz y llevo el área de la Secretaría de infraestructuras y vivienda. Creo que es muy positivo incorporar a personas que hayan tenido una vida y experiencia laboral fuera de lo que es un cargo en un partido político, pero también debo decir que hay personas que lo único que han conocido en su vida es trabajar en política y también son muy válidas. En mi caso, cuando milité por primera vez en el PSOE con 17 años, si mal no recuerdo, la cuota eran 100 pesetas. Estudié en la Facultad de Derecho de la Universidad de La Laguna, realicé algunos cursos en la Facultad de Derecho de la Universidad de Granada y terminé licenciándome por la UNED, ya que tenía que simultanear el trabajo con mis estudios y la Universidad a distancia me lo permitía.
-Desde muy pronto conoció usted el mundo laboral…
Tuve muchos trabajos por cuenta ajena. Trabajé en dos compañías aseguradoras de renombre, en una editorial, impartí clases de solfeo, piano y canto para niños y niñas. Trabajé en una multinacional como cajera y mi último puesto de trabajo lo tuve con otra multinacional muy conocida como asesora jurídico-financiera en el sector de seguros y financiero. Hubo un momento en mi vida en el que estuve desempleada y pasé a cobrar la prestación por desempleo. Fue justamente en esa época cuando decidí formarme aún más y cursar dos años de Escuela de Práctica Jurídica, porque me convencí que emprender era lo único que me daría seguridad y estabilidad. De ese modo dependería sólo y exclusivamente de mí, por muy duro y difícil que fuera comenzar una actividad económica. Me dije: o dependo de mí o no dependo de nadie. Y así fue. Me inicié en el ejercicio del Derecho como abogada hace algo más de 12 años. Una profesión muy dura en sus comienzos, pero muy grata en la consecución de los objetivos que persigues: la defensa de los intereses de tu patrocinado o cliente. Una profesión que tiene mucho de servicio público una vez te adscribes al Turno de Oficio. Aunque he llevado asuntos generalistas y de familia, soy abogada penalista, especializada en Violencia de Género y Menores. Fue desde mi despacho donde comencé a hacer política en silencio, con la creación de las plataformas de afectados, como medio de lucha contra los recortes del Gobierno del Partido Popular.
-Es usted una luchadora…
Soy una mujer que se ha hecho a sí misma. Sé de dónde vengo, de mi trabajo y esfuerzo. Ahora que estoy en política puedo decir que la responsabilidad y la confianza que se me ha otorgado me ayudan a mantenerme fuerte y tenaz para trabajar y luchar contra las injusticias. Yo también las viví, fue un período muy duro personalmente hablando. Una época de soledad y olvido que no le desearía a nadie. Pagué un precio y seguiré buscando una respuesta.
-De lo que ha vivido, hasta ahora, como Diputada ¿qué le parece lo más significativo? ¿Qué momento recuerda con más intensidad?
-Sin duda, el Pleno en el que se debatían los Presupuestos Generales del Estado para 2019. Fue un Pleno en el que llegué a sentir vergüenza ajena, sobre todo por parte de los representantes políticos de la derecha, profiriendo constantes faltas de respeto e insultos que pusieron en entredicho la educación de la que adolecen. Me llamó mucho la atención la intervención del parlamentario Aitor Esteban del PNV, quien de modo directo dio una buena lección a los independentistas catalanes que se han victimizado. Que es lo que pretendían. Por otro lado, puso en el mismo vaso a la derecha española protagonizada por ciudadanos y el partido popular. Su intervención fue aplaudida por la bancada socialista y tuvo momentos cargados de humor negro.
-La actividad de las mujeres no sólo ha aumentado, sino que se ha multiplicado. El Parlamento es una prueba de ello. ¿A su juicio que iniciativas habría que adoptar desde las Cortes para garantizar una igualdad plena de derechos que ponga fin a las políticas de discriminación en todos los órdenes?
-Todos los avances y las leyes en materia de igualdad en nuestro país han venido de la mano del partido socialista, y tienen sello socialista, porque para el PSOE la igualdad es un principio fundamental. Hay que partir de la educación, evidentemente, y hacer aplicación de la discriminación positiva en favor de la mujer. El objetivo del partido socialista es aplicar la igualdad como eje prioritario en todas las áreas, ello requeriría, necesariamente, hasta una reforma de la Constitución. Queremos una democracia paritaria con el objetivo de conseguir la representación equilibrada entre hombres y mujeres en todos los ámbitos, en todas las instituciones, queremos garantizar la igualdad de mujeres y hombres en el acceso, mantenimiento y promoción en el empleo, apostamos por la igualdad salarial que elimine la brecha existente entre hombres y mujeres. Apostamos por una economía de la igualdad que dé valor económico al trabajo no remunerado que realizan las mujeres. Un trabajo invisible, que no se valora, ni se paga, ni se contabiliza, apostamos por la conciliación laboral
-Una de las lacras que la sociedad española padece es la violencia de género ¿Cree que la legislación, contra la violencia de género, es suficiente o habría que tomar medidas complementarias? ¿Cuáles serían a su juicio?
-Efectivamente, la violencia de género es uno de los mayores problemas que tiene nuestro país. Aproximadamente, cada 6 días una mujer es asesinada. Son 27 los niños y niñas asesinados por la violencia machista desde 2013. Además, aunque la situación más terrible es cuando las mujeres y los niños son asesinados, tenemos que tener presente que eso solo es la punta del iceberg. Cada día se interponen alrededor de 456 denuncias y sabemos que la mayoría de las mujeres no denuncia o no se atreve a denunciar.
-Entonces…
La legislación española ha sido reconocida internacionalmente como una de las mejores del mundo para combatir esta violencia. Se puede mejorar, por supuesto. De hecho así se ha planteado en el Pacto de Estado contra la Violencia de Género que impulsó el PSOE desde la oposición. Pero claro, las leyes por si solas no cambian nada, y necesitan recursos que las desarrollen. De ahí que lo primero que hizo el Gobierno de Pedro Sánchez, al llegar al Gobierno, fue un Decreto por el que devolvía las competencias a los Ayuntamientos en materia de violencia de género. Competencias que les había eliminado el anterior Gobierno de Rajoy y que tuvo una dotación de 60 millones de euros. Muy lamentablemente, ha sido una pena que los Presupuestos Generales del Estado para el 2019 hayan sido rechazados, pues destinaban 220 millones de euros para combatir la violencia de género.
-Asimismo, la violencia de género tiene dimensiones políticas, sociales y culturales ¿Qué habría que hacer para combatirla en cada una de esas facetas?
-La clave para combatirla y erradicarla como sería deseable está, sin lugar a dudas, en la educación en el más amplio sentido de la palabra, en la prevención y en la tolerancia cero, especialmente en niños y niñas, en los y las adolescentes. Tenemos que apostar por una educación afectiva-sexual basada en el respeto, en la igualdad y en la diversidad. Tenemos que seguir desenmascarando el machismo cotidiano y la mejor formar de prevenirlo es educar en igualdad.