The palace (2023), la última película de Roman Polanski empieza por deslumbrarte y acabas cansado, y hasta un poco aburrido, de tanto tópico repetido, de tantos lugares comunes a todos los grandes hoteles que en el mundo han sido.
Más que nada, porque ya otras películas han tratado con éxito esos mismos alborotos y espejismos del lujo y de la irracionalidad del derroche, uno esperaba algo más.
En ella se dan situaciones hilarantes pero se las estira tanto, que parece que es lo único de donde tirar, y así queda uno: hastiado y sediento a la vez de novedades eficaces, que no se dan.
¿Será que ya lo hemos visto todo?
Pero ahí están antes, para divertirnos, las maravillosas «El gran hotel Budapest», «Hotel Europa», ambas en contexto prebélico y postbélico respectivamente, a las que daba enjundia, en medio del relumbrón de ujieres, camareros y botones por doquier, una estructura profunda de guerra, de bandos enfrentados, de mafias que se disputan un terreno en el que los peones sufren…
Por no hablar de la divertidísima y ambientada en la India que lleva por título «El exótico hotel Marigold» con el choque cultural como telón.
Aquí todo parece broma y regateo, como si la llegada del año 2.000, que es lo que se celebra esa noche en el Gran Hotel Palace, fuera un atrezzo más o menos a punto de desvanecerse con todos ellos dentro. Y así ocurre que la sensación de hastío es lo que más pervive, lo que más tarda en evaporarse al acabar.
Sorprende, pues, que esto sea todo lo que se le ha ocurrido para su última película al director polaco Roman Polanski, ganador de un Oscar ® y creador de ‘El Baile de los Vampiros’ o ‘La Semilla del Diablo’.
Una comedia negra con un reparto coral y actores de la talla de Oliver Masucci, Fanny Ardant, John Cleese, Joaquim de Almeida, Luca Barbareschi o Mickey Rourke, entre otros, que, sin embargo, no me llegó a convencer.
Sinopsis
El Hotel Palace es un extraordinario castillo diseñado a principios del siglo XX y situado en pleno valle nevado de Suiza. Cada fin de año acoge a huéspedes adinerados de todo el mundo en un ambiente gótico y de cuento de hadas. En vísperas del año 2.000, se han reunido todos para un acontecimiento irrepetible. Una multitud de camareros, porteros, cocineros y recepcionistas están allí para atender sus necesidades.
Polanski arrancó este proyecto a partir de un caso real que él mismo explica con detalle: «Una vez me invitaron a pasar la Nochevieja a un hotel (el director se refiere al Gstaad Palace de Suiza, de categoría 5 estrellas Superior). Sucedió en vísperas del año 2.000, en pleno pánico general causado por el rumor del ‘efecto 2000’, que supuestamente iba a provocar el fin del mundo informático. Vi en todo su esplendor la absurda colección de animales que pululaba por allí. Enseguida se me ocurrió la idea de hacer una película sobre este mundo exótico».
Para ver el tráiler oficial de la película pincha aquí