Maestros de la historia del cine
Woody Allen es uno de los artistas más talentosos, respetados, reconocidos, influyentes y prolíficos de nuestra época y posiblemente de la Historia del Cine. Director, actor, músico, dramaturgo, humorista, escritor… Es el mejor guionista vivo, posiblemente por su gran afición a aplicar el psicoanálisis en sus personajes, y el único cineasta capaz de rodar una película al año y una obra maestra cada tres. Entre sus grandes influencias cinematográficas destacan directores como Federico Fellini (Amarcord, 8 ½), Ingmar Bergman (El séptimo sello, Fresas salvajes), François Truffaut (Los cuatrocientos golpes), Luis Buñuel (El discreto encanto de la burguesía), Vittorio De Sica (El ladrón de bicicletas), Orson Welles (Ciudadano Kane), Akira Kurosawa (Rashomon), Jean Renoir (La gran ilusión) o Stanley Kubrick (Senderos de gloria), y de humoristas como Groucho Marx y Bob Hope. Aunque su extensa carrera, compuesta ya por cincuenta películas, está repleta de galardones, su eterna condición de rebelde “enfant terrible” se sigue resistiendo a acudir personalmente a recoger sus numerosos reconocimientos. Su carrera está jalonada de una veintena de premios Óscar, cuatro como director. Su incombustible ingenio produce “citas” continuamente: “Para hacer cine no hace falta saber de cine”, “Cada vez que escucho a Wagner me entran ganas de invadir Polonia”, etc. Irrepetible. Con todos ustedes, Woody Allen.
Allan Stewart Königsberg nace el 1 de diciembre de 1935 en el popular barrio de Brooklyn (NuevaYork, Estados Unidos) en el seno de una familia judía de origen rusoaustríaco. Su primer encuentro con el cine se produce a los tres años cuando su madre le lleva a ver Blancanieves y los siete enanitos, de Walt Disney. Tal es la emoción que le produce ver a los personajes en movimiento que se acerca a la pantalla para tratar de tocarlos. El pequeño Woody estudia hasta los ocho años en una escuela privada hebrea y después ‘contra su voluntad’ en la pública Midwood High School de Brooklyn. Aquí se produce su primer ‘cambio de carácter’: se convierte en un niño solitario e introvertido al que sólo interesan sus redacciones llenas de ingenioso humor y un deporte: ¡el boxeo!
Durante su infancia aprende a tocar el violín y el clarinete, instrumento que interpreta con asiduidad en público junto a la The New Orleans Jazz Band, ritmos que le inspiran a la hora de elegir las bandas sonoras de sus películas. Actúa también en el Michael’s Pub y el Café Carlyle de Nueva York, al que sólo falta los días en que su actividad como cineasta se lo impide. Woody Allen comienza su carrera como humorista con 16 años y a los 17 debuta como monologuista en la cadena de hoteles Borsch Belt de Nueva York. En 1953 comienza a publicar sus chistes en periódicos como The Mirror y The New York Post.
En 1953 Allen ingresa en la Universidad de Nueva York, donde estudia Producción Cinematográfica. No le interesan las clases, sólo la proyecciones de películas y decide de inmediato abandona el campus. Desde 1959 hasta nuestros días acude a la consulta de un psicoanalista. Es evidente que le gusta hablar mucho y que le escuchen. Tras contar chistes en numerosos locales nocturnos de Nueva York, consigue su primer contrato en 1955 en el programa de televisión “The Colgate Happy Hour”. Dos años después gana su primer premio Sylvana Award al mejor cómico del año.
Su primera película es Lily, la Tigresa (What´s up, Tiger Lily, 1966) una divertida versión reescrita, reeditada, doblada al inglés y con escenas adicionales de un ‘cutrelux’ film japonés de 1964, Kagi no kag, del director Senkichi Taniguchi. El colmo de la experimentación cómica. En 1969 Woody rueda la primera comedia totalmente escrita, dirigida y protagonizada por él, Toma el dinero y corre (Take the money and run), un divertidísimo falso documental policiaco alrededor del sexo y el psicoanálisis. Tras salir de la cárcel, un ladrón vuelve a delinquir por culpa de un antiguo amigo que ahora es policía. Toda la represión del aparato judicial americano puesta en tela de juicio contrastándolo con los traumas del protagonista, un auténtico antihéroe. Sorprendente éxito comercial y una pequeña obra maestra.
En 1970 el director firma un contrato con la productora United Artists que le compromete a rodar tres películas, pero otorgándole el control absoluto sobre su ellas. En Bananas, parodia sobre la corrupción política en países en vías de desarrollo, el ingenuo Fielding Mellish (Allen) fracasa estrepitosamente en su relación con Nancy, una mujer independiente, liberada, sin prejuicios y muy comprometida políticamente. Sin embargo, termina convirtiéndose en el nuevo dictador de la república bananera de San Marcos. Política, guerra, amor, mucho amor y más y más humor. Sátira delirante que ironiza sobre las costumbres sexuales de los seres humanos, Todo lo que siempre quiso saber sobre el sexo pero nunca se atrevió a preguntar (Everything you always wanted to know about sex but were afraid to ask, 1972) está compuesta por siete episodios, cuatro de ellos protagonizados Woody. Su visión sobre el comportamiento sexual y sus tópicos le hace ridiculizar el bestialismo, el fetichismo o la religión. Divertidísima. Finalmente, El dormilón (Sleeper, 1973) es una delirante y surrealista comedia futurista que ironiza sobre temas como la clonación, la criogenización, el totalitarismo y la comida sana. Un hombre hibernado en los años setenta del siglo XX vuelve a la vida en 2174. En el momento de su despetar, la policía irrumpe en el lugar, rodeado de una creciente atmósfera revolucionaria. El protagonista (genial Allen) vive multitud de aventuras intentando huir de la justicia oficial y contactar con la resistencia. Muchas de las obsesiones del director jalonadas de homenajes a los hermanos Marx, el sexo, la muerte y dios. Inolvidable su secuencia con Diane Keaton, su primera musa, y un aparato inteligente llamado Orgasmotrón. El futuro según un visionario Woody. En fin, inteligencia artificial según un cómico excepcional.
Especie de parodia alocada de grandes clásicos del cine y la novela rusa, La última noche de Boris Grushenko (Love and Death, 1975) rinde homenaje a grandes literatos como Dostoiewsky y Tolstoi, y a cineastas como Eisenstein o su siempre admirado Bergman. En la Rusia de 1812 un soldado reclutado a la fuerza y por error va a ser fusilado acusado de asesinar al mismísimo Napoleón. Pero, por diversas y surrealistas peripecias terminará convirtiéndose en un héroe mediático. Una desternillante comedia donde Woody Allen incluye además su personalísima reflexión sobre obsesiones habituales como la muerte, el sexo y la propia existencia. Pequeña obra maestra.
En 1977 Allen rueda con Diane Keaton como coprotagonista (Oscar a la mejor actriz) la película con la que obtiene su primer Oscar al mejor director, aunque no acude a recogerlo por estar “tocando el clarinete”. Annie Hall es una melodramática comedia sobre los complejos mundos de la pareja y el psicoanálisis. Elegante, divertida y sorprendente obra maestra. Con Manhattan, eleva a lo sublime los enredos de pareja, personajes que se unen para sobrevivir y se separan para sobrevivir también. Film rodado en blanco y negro, con música de George Gershwin, un puñado de iconos cinematográficos y varias lecciones de vida, supone también un homenaje a la vida urbana intelectual. Junto a Annie Hall y La rosa púrpura de El Cairo, Manhattan es otra de las sobresalientes películas de su realizador. Protagonizan Allen, Keaton, Meryl Streep y Mariel Hemingway. Otra obra maestra.
Una vez alcanzado el triple éxito como director, guionista y actor, Allen realiza varios films ambientados en su querida Nueva York y empeñados en reivindicar el talento de cineastas europeos como Bergman o Fellini. Interiores (Interiors, 1978) es el primer drama del autor. Siguiendo el modelo bergmaniano, el humor da paso a la crónica familiar. Un padre de familia, viendo a sus hijos ya adultos, decide separarse de su autoritaria esposa y rehacer su vida con otra mujer. Sorprendentes el guión, la dirección artística, el vestuario y la fotografía. Recuerdos (Stardust memories, 1980) es un film felliniano imprescindible para entender el toque Allen. Un melodrama repleto traumas eróticos, sociales y culturales magistralmente protagonizado por un la norteamericana Jessica Parker, la inglesa Charlotte Rampling y la francesa Marie-Christine Barrault. Protagonizada por Woody Allen y Mia Farrow, la segunda en la lista de sus musas, La comedia sexual de una noche de verano (A midsummer night’s sex comedy, 1982) es un film culto y agridulce. A principios del siglo XX, tres parejas deciden disfrutar de un fin de semana en el campo. Completan el excelente reparto José Ferrer, Tony Roberts, Mary Steenburgen y Julie Hagerty. Allen reinterpretando a Shakespeare. En Zelig (1983), un originalísimo falso documental Allen interpreta magistralmente al “camaleón humano” Leonard Zelig, un personaje inventado que durante los años 20 y 30 se hace famoso por su capacidad de transformarse en cualquier persona que esté a su lado. Rebosante de humor surrrealista, el film parodia la identidad oficial norteamericana. Maravillosamente fotografiada en blanco y negro. Obra maestra. En Broadway Danny Rose (1984) Woody se convierte en un representante de artistas de segunda categoría: un saxofonista ciego o un bailarín de claqué con una sola pierna. También rodada en blanco y negro y delirantemente divertida, la película es uno de los mayores éxitos críticos del cineasta.
El director vuelve a rodar en color. Magníficamente interpretada por Mia Farrow, Jeff Bridges y Danny Aielo, La rosa púrpura de El Cairo (The purple rose of Cairo, 1985) es posiblemente la mejor y más popular película de Woody Allen. Un originalísimo y agridulce cuento de hadas que rinde un gran homenaje a la cinefilia con mayúsculas. Imprescindible obra maestra. Hannah y sus hermanas (Hannah and her sisters, 1986), narra las aventuras y desventuras amorosas de tres hermanas de muy distinta personalidad, hijas de un maduro matrimonio de actores. Lujoso reparto encabezado por Woody Allen, Mia Farrow, Michael Caine (Oscar al mejor actor secundario), Diane Wiest (Oscar a la mejor actriz secundaria) y Carrie Fisher (ya saben, la princesa Leia de Star Wars), que completan los veteranos Max Von Sydow y Maureen O’Sullivan (ya saben, la Jane de Tarzán y madre de Farrow). En la autobiográfica Días de Radio (Radio days, 1987) Allen reflexiona con gran sentido del humor sobre sus recuerdos infantiles en una espectacular recreación del Nueva York de los años cuarenta. Narrada por el propio director, es la historia redonda de un niño que descubre con pasión la música a través de la radio.
Con Septiembre (September, 1987), un intenso drama, Woody vuelve a reflejarse en Bergman para seguir reflexionando sobre la complejidad de las relaciones humanas, uno de sus temas fetiche. Durante unas vacaciones en una cabaña en el campo Lana (Mia Farrow) y Peter (Sam Waterston), escritor del que está enamorada, pasan el verano acompañados de una amiga, la madre de Lana y su actual esposo. Después de varios días de interacción, los personajes comienzan a tejer enrevesadas relaciones de amor y odio…Una especie de Gran Hermano maquiavélico pasado por el filtro de Allen. En Otra mujer (Another woman, 1988), otra gran película, Marion (genial Gena Rowlands), directora del Departamento de Filosofía de una universidad, comienza a escribir un libro en un pequeño y “silencioso” apartamento. Pero su vecino de al lado es psiquiatra, con lo Marion escucha cada día las sesiones con sus pacientes. En Delitos y faltas (Crimes and misdemeanors, 1989), una maestra comedia dramática con un un misterioso asesinato de por medio, Cliff (Woody Allen) es un documentalista de televisión cuyo cuñado, un exitoso y arrogante productor (Alan Alda) le contrata para realizar un documental sobre su vida y obra. Cliff se enamora de la productora Mia Farrow, también deseada por el personaje de Alda. Por su parte, Judah (Martin Landau) es un prestigioso y religioso oftalmólogo acosado por una peligrosa ex amante (Anjelica Huston) que le amenaza con destruir su matrimonio y su reputación si no abandona a su mujer y vuelve con ella. Pequeña obra maestra que parodia con humor los tópicos del cine negro norteamericano. Alice (1990). Casi un ‘remake’ de Giulietta de los espíritus, la famosa y surrealista película del director italiano Federico Fellini , Alice (1990) es uno de los films más comerciales Woody Allen. Alice Tate (Mia Farrow) es una católica aburrida. Casada con un hombre de negocios a quien no ama, Un buen día día visita a un famoso acupuntor chino, el Dr. Yang, quien le receta unas misteriosas hierbas que le dan poderes sobrenaturales con los que podrá iniciar una nueva vida. Divertidísima.
Allen regresa al blanco y negro con Sombras y niebla (Shadows and fog, 1992), la más oscura de sus películas, donde reincide en sus dudas sobre la religión, el azar y la existencia, y de paso rinde homenaje al expresionismo alemán. Kleinmann (Woody Allen), un hombre apocado y cobarde, es obligado perseguir a un asesino por las calles de una ciudad envuelta en ‘sombras y niebla’. En su paseo nocturno se encuentra con un circo, un burdel repleto de universitarios, una comisaría de policía, un cirujano que intenta descifrar la mente del criminal a través de la autopsia de sus víctimas, un misterioso sacerdote y un policía que se cree inspector… En fin, una “allenígena” locura.
Maridos y mujeres (Husbands and wifes, 1992) es una película casi autobiográfica que reflexiona una vez más sobre las crisis de pareja. Relacionado con la vida personal de Woody, este film fue último que rodó con Mia Farrow. Una vez recuperado de su ´desastre´ matrimonial, el director vuelme a la comedia desenfrenadamente alocada con trasfondo policiaco. Misterioso asesinato en Manhattan (Manhattan murder mystery, 1993). Carol (Diane Keaton), una aburrida ama de casa de Manhattan, empieza a sospechar que su vecino Paul (Jerry Adler) ha asesinado a su mujer. Su marido Larry (Allen), la tacha de paranoica y trata de quitarle la descabellada idea de la cabeza, pero Carol se empeña en investigar… En Balas sobre Broadway (Bullets over Broadway, 1994) David (John Cusack) es un joven y talentoso dramaturgo sin recursos económicos que pretende triunfar en Broadway. Pero una corista con ganas de ser actriz Olive (Jennifer Tilly) convenve a su amante mafioso (Joe Viterelli) para entrar en el proyecto… Elegantemente divertida, interpretada y ambientada, la película es una nueva… Obra maestra.
Poderosa afrodita (Mighty Aphrodite, 1995) es una original comedia donde Allen mezcla, la actualidad con, nada más y nada menos, un corifeo de la Antigua Grecia que narra la historia, la de una tiernísima prostituta. O´scar a la mejor actriz (Mira Sorvino) y nominación al mejor guión. Lenny (Allen) y Amanda (Helena Bonham Carter), adoptan un niño. Pero cuando descubren su gran inteligencia, Lenny se propone buscar a la madre biológica. Todos dicen I love you (Everyone says I love you, 1996) es la primara y última comedia musical de Allen, con un gran abanico de personajes que reflexionan sobre el sexo y la política en localizaciones de Nueva York, París y Venecia. A destacar los sencillos pero impactantes números musicales, Una delicia nominada al Globo de Oro a la mejor comedia musical.
En Desmontando a Harry (Deconstructing Harry 1997) Woody Allen, un profesor que se inspira en personas y situaciones reales para escribir sus novelas, se dirige a la universidad de la que fue expulsado con su hijo, a quien ha secuestrado de su ex esposa. Inolvidable el personaje desenfocado interpretado por Robin Williams. En Celebrity (1998) Lee Simon (Kenneth Branagh) es un novelista sin éxito transformado en escritor de libros de viajes que termina introduciéndose en el periodismo del corazón. Su ambición por la fama le conduce a una desenfrenada vida sexual. Coprotagonizan Joe Mantegna, Winona Ryder, Leonardo DiCaprio, Melanie Griffith, Famke Janssen y Charlize Theron. En Acordes y desacuerdos (Sweet and lowdown, 1999) Emmet Ray (genial Sean Penn) es un gran guitarrista de jazz que vive en la época de la Gran Depresión y atraviesa momentos de gloria, romances y fracasos a partes iguales. Coprotagonizan Samantha Morton, Uma Thurman y Anthony LaPaglia. Por su parte, Granujas de medio pelo (Small time crooks, 2000) es una estupenda comedia de suspense sobre un ladrón retirado (Allen) que decide perpetrar un último y definitivo atraco a un banco. El objetivo es alquilar un establecimiento de pizzas que está al lado para excavar un agujero y llegar hasta el dinero. Al no saber hacer pizzas, su esposa (Tracey Ullman, nominada al Globo de Oro a la mejor actriz) comienza un negocio de galletas que les hace millonarios. La maldición del escorpión de jade (The curse of the jade scorpion, 2001) es otra divertida comedia de suspense… y esoterismo. Briggs (Woody Allen) es un investigador de seguros que es hipnotizado en el show del mago Vortan (David Ogden Styers), cuyos planes son que asalte una caja fuerte llena de joyas, un caso que comenzará a investigar la compañía del propio Briggs. En Un final made in Hollywood (Hollywood Ending, 2002) Val Waxman (genial Woody Allen) es un neurótico director de cine que ha caído en el olvido. Pero Su ex mujer (Téa Leoni) sigue confiando en su talento y le propone dirigir una nueva película que produciría su novio. Justo antes de empezar el rodaje, Val se queda ciego y decide ocultarlo a todo el mundo para no perder la oportunidad. Divertidísima. En la delirante Todo lo demás (Anything else, 2003) Falk (Jason Biggs) es un joven escritor de comedia perdidamente enamorado de Amanda (Christina Ricci), una chica problemática y neurótica. Cuando la madre de ésta, Paula (Stockard Channing) decide mudarse al piso de éstos, los problemas comienzan, pues no sólo debe enfrentarse a ella, sino a su propia incapacidad de escribir, a su pelmazo y torpe agente (Danny DeVito) y, por supuesto, a Amanda y sus cada vez más intensas paranoias. En Melinda y Melinda (Melinda & Melinda, 2004),una misteriosa chica (Radha Mitchell) cuela en una cena donde dos escritores, Max (Larry Pine) y Sy (Wallace Shawn), comienzan a elucubrar sobre cómo desarrollarían la misma historia, de una cómica y otra trágica. Original comedia dramática estrenada en el Festival Internacional de Cine de San Sebastián con la presencia de Woody Allen.
Match point (2005) es la primera de las tres películas que Allen realiza en Gran Bretaña. Chris Wilton (insuperable Jonathan Rhys-Meyers) es un ambicioso profesor de tenis que encuentra trabajo en un club frecuentado por familias adineradas. Para introducirse en la vida de las familias más poderosas de Londres, seduce a la ingenua Chloe Hewett (genial Emily Mortimer). Una nueva obra maestra. Scoop (2006) es una comedia de suspense donde la periodista estadounidense Sondra Pransky (Scarlett Johansson) viaja a Londres para entrevistar a un famoso director. Durante el espectáculo de magia de Sidney Waterman (Woody Allen), el fantasma de un famoso periodista ya fallecido, Joe Strombel (Ian McShane), le revela la identidad de El asesino del tarot: Peter Lyman (Hugh Jackman), un millonario de la ciudad. El sueño de Casandra (Cassandra´s dream, 2007) narra la historia de Ian (Ewan McGregor) y su hermano Terry (Colin Farrell), quiénes adquieren un velero de segunda mano con la idea de navegar los fines de semana. Mientras Ian se enamora de una joven actriz, Ángela (Hayley Atwell), Terry se deja seducir por el juego, lo que provocará que la situación financiera de ambos sea extremadamente delicada. En este atípico film de un Woody Allen sorprendentemente interesado en el cine absolutamente negro, todo tiene un alto precio: la infracción de la ley, el despiste moral…
Rodada en 2008 entre Nueva York, Cataluña y Asturias, Vicky Cristina Barcelona es un romántico melodrama en su momento injustamente tratado por la crítica. Dos jóvenes estadounidenses, Vicky (Rebecca Hall) y Cristina (Scarlett Johansson) viajan a España para pasar sus vacaciones de verano. En Barcelona se cruzan con Juan Antonio (Javier Bardem), un carismático pintor que aún mantiene una relación conflictiva con su alocada y drogadicta ex esposa, María Elena (brillante Penélope Cruz, Óscar a la mejor actriz secundaria) quien siempre está amenazandole con suicidarse. El film inauguró con gran júbilo el Festival internacional de cine de San Sebastián.
En Si la cosa funciona (Whatever works, 2009) Boris Yellnikoff (Larry David) es un malhumorado anacoreta que por casualidad conoce a una joven (Evan Rachel Wood) con la que comienza un romance de lo más particular. Boris, que sufre constantes ataques de pánico, se considera un genio, pues es un físico retirado que dice haber estado cerca de ganar el Premio Nobel por la “Teoría de las cuerdas”. Casi como Woody Allen, Tellnikoff tiene un alto concepto de sí mismo y una opinión negativa del resto de la humanidad. Otra pequeña obra maestra. Conocerás al hombre de tus sueños (You will meet a tall dark stranger, 2010) está compuesta por varias historias confluyentes que suceden en el Londres actual. Tras divorciarse, el maduro Alfie (Anthony Hopkins) se casa repentinamente con Charmaine (Lucy Punch), una espectacular joven que conoció cuando ésta ejercía la prostitución. Después entran en juego Cristal (Pauline Collins) una adivina que empieza a dirigir sus vidas y su tolerante hija Sally (Naomi Watts), quien intenta seducir a su jefe Greg (Antonio Banderas), un atractivo hombre hispano que también tiene problemas conyugales…
En su siguiente película, Medianoche en París (Midnight in Paris, 2011), Woody Allen se permite hacer una comedia de ciencia-ficción jugando con bohemios viajes en el tiempo. El resultado, la inauguración del Festival de Cannes, un inusual taquillazo en todo el mundo y, de paso, un Óscar al mejor guión original. Gil Pender (Owen Wilson), un exitoso pero desilusionado guionista de Hollywood y su prometida Inez (Rachel McAdams) se encuentran de vacaciones en París. Las diferentes experiencias vividas en la ciudad darán un giro a sus vidas, sobre todo porque Gil, coge todas las noches un coche que le teletransporta al París bohemio de principios del siglo XX. A Roma con amor (To Rome with love, 2012) consta de cuatro historias paralelas estilo felliniano que transcurren en la capital italiana. Jack, un estudiante de arquitectura, trata de no enamorarse de Mónica, una amiga de su novia Sally. Jerry, un productor discográfico, y su esposa Phyllis visitan a su hija Hayley, que se ha enamorado de Michelangelo. Leopoldo, una hombre extremadamente aburrido, es constantemente asaltado por los reporteros. Antonio llega a Roma con su esposa Milly con la idea de conseguir un empleo bien pagado, pero no tiene ni idea de lo que le espera.
Por su parte Blue Jasmine (2013) es una nueva comedia dramática, la historia de una mujer, Janette (magistral Cate Blanchett, Óscar a la mejor actriz), en bancarrota tras el suicidio de su marido. Destrozada, debe abandonar su lujosa vida en Nueva York para mudarse a San Francisco y vivir con su hermana Ginger (Sally Hawkins). Allí deberá replantearse su estilo de vida y reanimarse en un constante juego con un pasado que la agobia. Pequeña obra maestra. La comedia romántica Magia a la luz de la luna (Magic in the moonlight, 2014) está ambientada en la Francia de 1928, durante la época dorada del jazz, y cuenta la historia de un mago narcisista (Colin Firth) encantado de desenmascarar a falsos médiums. Pero esta vez sucumbe a los encantos de una vidente (Emma Stone) que le demuestra que hay algo en el mundo que ni la ciencia ni él pueden entender: el amor. En la comedia dramática de suspense Irrational Man (2015), cuando un profesor de Filosofía (Joaquin Phoenix) de una pequeña universidad entra en crisis existencial, se plantea un nuevo objetivo en la vida. Pero comienza una impensable relación con una de sus alumnas (Emma Stone)… Woody Allen en busca del crimen perfecto.
Café Society (2016) es otra comedia romántica protagonizada por Jeannie Berlin, Steve Carell, Jesse Eisenberg, Blake Lively, Parker Posey, Kristen Stewart, Corey Stoll y Ken Stott. Los Ángeles, años 30. En Hollywood, la meca del cine, el joven recién llegado Bobby Dorfman (Eisenberg), sobrino de un poderoso agente y productor (Carrell), se enamora de Vonnie (Stewart), la guapa secretaria de su tío Phil. Delicia maravillosamente fotografiada por el gran Vittorio Storaro. Ambientada en los años cincuenta en un parque de atracciones de Coney Island. Wonder Wheel (Wonder Wheel, 2017) describe las estrecheces y apuros en los que viven una pareja mal avenida, el hijo de ella y la hija de él, que tratan de alcanzar sus ilusiones pero arrastran un pasado que prefieren olvidar: alcoholismo, malos tratos, infidelidades, parejas equivocadas… Un verdadero drama protagonizado por Kate Winslet, Justin Tmberlake, Juno Temple y Jim Belushi.
Éstos y muchos otros actores, algunos con un Óscar bajo el brazo, se desviven por trabajar con el maestro Woody Allen. La prestigiosa lista de los que ya lo han hecho es interminable: Michael Caine, Meryl Streep, Javier Bardem, Diane Wiest, Max Von Sydow, Mia Farrow, Leonardo DiCaprio, Cate Blanchett, Sean Penn, Kate Winslet,Martin Landau, Anjelica Huston, John Cusack, Gena Rowlands, Jonathan Rhys-Meyers, Melanie Griffith, Anthony Hopkins, Naomi Watts o Joaquin Phoenix… Por ello, y por todo lo dicho, ENTRELETRAS siempre recordará al gran Woody Allen.