El año del gato
Al Stewart & Peter Wood
Year of the cat fue grabada en los famosos y prolíficos estudios londinenses de Abbey Road en enero de 1976, publicada en julio (Reino Unido) y en octubre (Estados Unidos) y escrita durante el segundo semestre del año anterior. Se editó inicialmente como single y después formando parte del álbum del mismo nombre. Su génesis es objeto de controversias, aunque en un intento de cuadrar versiones, podemos decir que, durante una gira americana de Al Stewart con Linda Ronstadt, el músico escocés oyó unos acordes al piano ejecutados por Peter Wood, a quien pidió permiso para utilizarlos. A pesar de que el teclista concedió esa licencia, posteriormente reclamó parte de la autoría, algo a lo que Al, inicialmente reticente, acabó cediendo.
Lo cierto es que el músico de Glasgow encontró con cierta facilidad la melodía y los acordes del tema; de hecho, puede hablarse de un gran cambio de estilo en alguien a quien siempre se había considerado un autor de folk poco reconocido por el público, aunque sí por la crítica especializada. En este tema, pueden apreciarse influencias más propias de rock y jazz que en cualquiera de sus trabajos anteriores y, a pesar de una cierta universalidad que llegó a alcanzar, todavía en la época pre-Internet (a principios de los 90) era complicado encontrar discos suyos en una ciudad como Londres, quedando remitido casi en exclusiva a las tiendas de segunda mano.
Sin embargo, no puede decirse lo mismo del texto, ni siquiera del asunto de la canción ya que tuvieron que transcurrir unos meses hasta que encontró algo al tercer intento. La primera opción fue utilizar un antiguo tema escrito 10 años antes por él mismo titulado Foot on the stage, que hablaba de un comediante inglés llamado Tony Hancock, cuya trágica vida le condujo al suicidio en 1968 en Australia, material que fue desechado por la productora RCA. Parece ser que el motivo aludió al hecho de que Hancock fuera poco conocido fuera de Gran Bretaña (pensando probablemente en el mercado americano). Un segundo intento fue otro texto previo, en este caso Horse of the year (ya empieza a aparecer el año, aunque todavía sin gato) que estaba dedicado a la princesa Ana de Inglaterra. Tampoco la discográfica estuvo por la labor de aceptar la nueva idea, pero podemos decir que a la tercera fue la vencida (de no haber sido así siempre queda argumentar que no hay dos sin tres, grande es el refranero…).
Finalmente apareció, cómo no, la consabida casualidad a desfacer el entuerto. Y es que la novia de Al dejó por su casa un almanaque astrológico abierto por el calendario vietnamita y, al parecer, en ese momento se estaba viviendo en el año del gato. En esos cúmulos de casualidades consecutivas que suelen acompañar al rock, en ese momento se emitía en televisión la película Casablanca, con Humphrey Bogart y Peter Lorre, lo que nos lleva a la enigmática relación existente entre los dos personajes que interpretan en El halcón maltés. Una vez empezada la letra, el resto se desarrolla sola según palabras del propio autor, a quien siempre le gustó tomar elementos de la vida misma y musicalizarlos una y otra vez. No hay más que fijarse en temas como Palace of Versailles, Lord Grenville, On the border o Electric Los Angeles sunset.
La letra original es la siguiente:
On a morning from a Bogart movie
In a country where they turned back time
You go strolling through the crowd like Peter Lorre
Contemplating a crime
She comes out of the sun in a silk dress running
Like a watercolor in the rain
Don’t bother asking for explanations
She’ll just tell you that she came
In the year of the cat.
She doesn’t give you time for questions
As she locks up your arm in hers
And you follow ‘till your sense of which direction
Completely disappears
By the blue tiled walls near the market stalls
There’s a hidden door she leads you to
These days, she says, I feel my life
Just like a river running through
The year of the cat.
Well, she looks at you so cooly
And her eyes shine like the moon in the sea
She comes in incense and patchouli
So you take her, to find what’s waiting inside
The year of the cat.
Well morning comes and you’re still with her
And the bus and the tourists are gone
And you’ve thrown away your choice and lost your ticket
So you have to stay on
But the drum-beat strains of the night remain
In the rhythm of the new born day
You know sometimes you’re bound to leave her
But for now you’re going to stay
In the year of the cat.
Year of the cat.
Y una posible traducción:
En una mañana de una película de Bogart
En un país donde retroceden el tiempo
Vas paseando entre la multitud como Peter Lorre
Contemplando un crimen
Ella sale corriendo del sol con un vestido de seda
Como una acuarela en la lluvia
No te molestes en pedir explicaciones
Ella solo te dirá que vino
En el año del gato.
No te da tiempo a hacer preguntas
Mientras tanto, engancha tu brazo entre los de ella
Y sigues hasta que tu sentido de la orientación
Desaparece por completo
Por las paredes de azulejos azules, cerca de los puestos del mercado
Hay una puerta oculta a la que ella te lleva
En estos días, dice, siento mi vida
Al igual que un río que atraviesa
El año del gato.
Bueno, ella te mira con tanta calma
Y sus ojos brillan como la luna en el mar
Ella viene en incienso y pachulí
Así que la llevas para encontrar lo que está esperando en el interior
Del año del gato.
Bueno, llega la mañana y aún sigues con ella
Y el autobús y los turistas se han ido
Y has tirado tu elección y has perdido tu ticket
Así que tienes que quedarte
Pero las tensiones de la noche permanecen
Al ritmo del día del recién nacido
Sabes que, a veces, estás obligado a dejarla
Pero, por ahora, te vas a quedar
En el año del gato.
Parece claro que un turista se enamora de una misteriosa mujer (ya llegó la femme fatale) que bien podría estar basada en una especie de bruja californiana tan comunes en la época en que Mr. Stewart estuvo viviendo en Los Ángeles. Esa apariencia hippy en un mercadillo siempre resultaba sugerente y atractiva, una mujer que parecía de otro universo más exótico atrae al proclive y curioso viajero de una forma preternatural.
Desde luego no es precisamente Vietnam el país donde podríamos situar la historia dado que en aquella época allí estaba la gente ocupada en otras cosas mucho más peligrosas. Tampoco parece llevarnos a un ambiente caribeño, pero podríamos pensar que esos azulejos azules, ya que no a Talavera de la Reina, nos conducen a Marruecos (zocos, pachuli y otros detalles).
El hombre pasa una noche inolvidable (al menos para él) con ella, y esa magia que suele acompañar a las vacaciones lejos de nuestra residencia, hace que no le importe perder el autobús de regreso y se quede allí sabiendo que algo así no puede ser para siempre, pero de momento…
No podemos dejar de resaltar la labor de unos magníficos músicos considerados de estudio como Phil Kenzie, Andrew Powell, George Ford, Peter White, Tim Renwick y Stuart Elliott además del propio Peter Wood. Tampoco es de ignorar el gran trabajo de producción e ingeniería musical del gran Alan Parsons, ya conocido por su trabajo en el álbum beatle Abbey Road o The dark side of the moon de Pink Floyd. Este ingeniero ya había trabajado anteriormente con Al Stewart en Time passages y lo haría posteriormente en Modern times, aparte de que ya por aquel entonces tenía en mente un montón de trabajos propios que le llevaron a la fama entre el gran público poco tiempo después.
En fin, creo que muchísimas personas, en algún instante de nuestra vida, hemos podido vivir algo parecido a esta historia, y de ahí que el tema tenga tanto calado en cualquier época. Por cierto, no aconsejo intentar repetir ese tipo de aventuras veraniegas; la realidad ya nos la cantó también Joaquín Sabina cuando, en lugar de un determinado bar, aparecía una sucursal de cierto banco aun después de habernos dado las diez. Quizá debimos quedarnos en el año del gato. (¿Tal vez con el de Schrödinger?).