Francisco Álvarez ‘Koki’ nació en A Guarda (Pontevedra) en 1957. Escritor y animador cultural, alterna su residencia entre su Galicia natal y Nueva York (EE. UU), donde fundó el colectivo Celso Emilio Ferreiro, para difundir la cultura gallega. Autor de extensa trayectoria, ha publicado diversas obras en castellano y gallego.
Entre sus libros escritos en gallego destacan los poemarios Mais aló de Fisterra (1999), A memoria das palabras (2018) y Maruxia (2010); Ratas en Manhattan (2007) en narrativa; y el libro de literatura infantil Un neno na emigración, Vasoiras Barreiro (2018). En castellano ha publicado, entre otros, los libros de poesía: Sombra de Luna (2015) que obtuvo el Premio Escriduende de la Feria del Libro de Madrid 2016, El libro de Lourenzo (2018) y Erótica (2022).
Asimismo, ha participado en los libros Miradas de Nueva York (Ed. Cuadernos de El Vigía, Granada, 2000); Seis narradores españoles en Nueva York (2006); Escritores españoles en los Estados Unidos (Edición de Gerardo Piña. Academia Norteamericana de la lengua española. 2007); y Geometría y angustia (Poetas españoles en Nueva York; Edición de Julio Neira. Fundación José Manuel Lara. Sevilla, 2012). Ha sido editor de los siguientes libros: Al fin del siglo, 20 poetas hispanos en Nueva York (Ed. Ollantay Press, Nueva York, 1999); Piel Palabra. Poetas españoles en Nueva York (Ed. Consulado General de España en Nueva York, 2003); Luna y Panorama sobre los rascacielos (Poetas españoles en Nueva York. Consulado General de España en Nueva York, 2019).
Entreletras ha conversado con el poeta sobre su obra poética y su trabajo literario actual…
-Hablemos sobre los inicios de tu trayectoria literaria. ¿Cuándo y cómo surgió en ti la vocación por la escritura y, en concreto, por la poesía?
-No sabría decir cuando, pero sé que fue a muy corta edad. Era como algo interior que necesitabas expresar. Como si el duende te arrastrara y te obligase a ser poeta.
-¿Qué balance puedes hacer de tu recorrido como escritor desde que publicaste tu primer libro hasta nuestros días?
-Para mí ha sido un balance súper positivo, pues al aparecer en el mundo literario desde otro ámbito y no del académico, esperaba un camino muy difícil, de poca comprensión y menos aceptación. A fin de cuentas, soy un obrero que escribe. Desde la década de los 80 hasta hoy, han sido bastantes libros publicados y con ellos muchas satisfacciones.
-Tu obra está escrita en gallego y en castellano. ¿Qué te impulsa o te motiva a elegir una u otra lengua a la hora de ponerte a escribir un libro?
-El hecho de irme a Nueva York y compartir con los poetas de América latina la palabra poética, fue una inclinación. Elegir una u otra lengua, sin proponérmelo surge sola. Posiblemente es cosa del duende.
-¿Hasta qué punto están ligadas biografía y creación poética en el conjunto de la obra que has construido hasta la fecha?
-Como poeta, soy de emociones y sobre todo soy fiel a lo que soy. Recojo lo desconocido, pero mantengo y amo las pisadas que hacen camino al andar.
-Has vivido, y creo que vives aún, a caballo entre tu Galicia natal y Nueva York. A pesar de la extendida globalización, hablamos de dos culturas muy diferentes. ¿Qué ha supuesto para tu literatura la experiencia vital de compaginar estos dos mundos?
-Fíjate que siempre lo digo. Yo nunca escribiría igual, si no hubiese entrado en ese mundo Neoyorquino. En la vida y en la cultura, Nueva York es un mundo aparte, no es USA.
-En este sentido, tengo que preguntarte por tu presencia en Estados Unidos. ¿Qué valoración puedes hacer de la labor cultural que has desarrollado durante años en Nueva York?
-Esta respuesta, tendría que ser mucho más extensa, pero para resumir te diré que lo primero, después de encontrar un trabajo y estabilizarme con la familia, cosa que lleva años, me acerqué al mundo literario como poeta y después, di rienda suelta a ese activismo cultural como poeta gallego, organizando actividades culturales.
-En las últimas décadas has coordinado varias antologías de Poetas hispanos o españoles en Nueva York. ¿Qué presencia tienen estos poetas en el ámbito cultural neoyorkino y estadounidense?
-Soy de los que piensan que hay que dejar huellas, para dar cuenta de una historia y de un tiempo. Las antologías hechas con cierto rigor, sirven para concretar una historia de la literatura. Piel palabra y Luna y panorama sobre los rascacielos, son dos antologías de poetas españoles de distintos pensamientos y creación, que pienso eran necesarias. Viento del Norte, antología de poetas hispanos en Nueva York, es un arcoíris de autores de distintas épocas y estilos, que escriben en Nueva York. Son 47 poetas, que tampoco escribirían igual de no haber llegado a la Gran Manzana.
-¿Cuáles dirías que son los temas fundamentales sobre los que gira tu obra poética?
–Yo nunca quise ser poeta, yo quería ser ciclista y el duende me cambio el camino. Cuando fui poeta no quise inventar nada. En el arte todo está inventado. Navego sobre los temas fundamentales de la vida. Soy tremendamente romántico, pero no cursi y la poesía romántica fluye en mi inspiración. Pero hay otra vena, todavía más fuerte, que es la poesía social. El poeta tiene que tener responsabilidades sociales y educar al pueblo. Para ello si eres un poeta social y combates las injusticias, tienes que pagar un peaje fuerte, pero eso no importa, si uno se siente bien.
-Hay un elemento en el que quisiera insistir. En tu poesía suele apreciarse en bastantes ocasiones un trasfondo de crítica social. ¿Crees que agitar conciencias es una función clave de la poesía?
-Celaya decía que la poesía es un arma cargada de futuro. A mí no me gusta la definición arma, la cambiaría por una esperanza. La realidad global de cada día da mucho miedo. La humanidad camina solo en sentido exterior y no interior. Así vamos al fracaso. Todavía no hemos descubierto quienes somos.
-Una pregunta obligada, ¿qué autores y autoras de la literatura gallega, española o norteamericana son para ti un referente o han influenciado más tu escritura?
–Han sido muchísimos porque mi base poética ha nacido de mis lecturas. Bécquer, Rosalía, Celso Emilio, Novoneyra, Neruda, Rafael Alberti, Miguel Hernández, Juan Ramón Jiménez, Bukowski, Walt Whitman, Lorca, Martí, Benedetti, Gabriela Mistral y muchos más.
-¿En qué proyectos literarios estas trabajando ahora? ¿Tienes previsto publicar algún nuevo libro próximamente?
-Acaba de salir en la editorial de Toledo, Juglar, el libro Máis aló de Fisterra. Libro en gallego y de poesía social. También salió en Madrid, en la editorial Ondina, el libro Erótica, un libro del cuerpo y alma del romanticismo, con elevada temperatura. Espero que a mediados del año y en la editorial Olifante de Zaragoza, salga el libro inédito Hijos de la luz y de la ira, poesía social.