Breve catálogo de autoridades
en el arte del aliento, malaliento
y otras exhalaciones poéticas
Tirso Priscilo Vallecillos
Ediciones Trea
124 páginas
En algún momento manifesté que el aforismo, a pesar de su brevedad, o quizás por ella, es un género dado a lo multidisciplinar; de ahí su riqueza y su diversidad, aún dentro del ostracismo que cada escritor -y posteriormente como es sabido cada lector-, pueda darle a lo que interpreta, sugiere, afirma o concluye cuando lee un aforismo. Lo que es cierto a mi entender, es que siempre nos encadena a un pensamiento analítico, experiencial, sociológico, poético, filosófico o ensayístico, y, por tanto, crítico.
Hay quienes piensan que el ejercicio del aforismo, la dedicación al mismo por parte de los escritores es algo reciente. Craso error. Lo que sí es de no hace tanto, es que los mismos se escriban de manera encadenada, se recopilen, y se publiquen compilados por parte de las editoriales. Porque, el aforismo como tal, en su mismidad, anda recogido como perlas diseminadas, en infinidad de publicaciones desde que la humanidad tuvo necesidad de poner por escrito sus pensamientos por las causas que fueren.
Pero, vayamos al libro que nos concita: “Breve catálogo de autoridades en el arte del aliento, malaliento y otras exhalaciones poéticas”, que ese es el título completo del libro que Tirso Priscilo Vallecillos ha puesto en el mercado en la conocida sección de Aforismo de la Editorial Trea.
Priscilo Vallecillos ha dividido el texto en dieciséis secciones, que, a tenor de lo que explica Paulo A. Gatica Cote en el prólogo “componen una suerte de estructura contrapuntística con momentos de tensión y distensión muy marcados (…). Un agrupamiento temático en torno a algunas de las obsesiones recurrentes del autor en toda su trayectoria: las relaciones afectivas, la cultura popular, la denuncia y deconstrucción de un sistema de valores tradicionales, el mundo/mundillo de las letras y la creación literaria.”
No seré yo quien ponga en entredicho lo manifestado por el maestro Gatica Cote, muy al contrario. El antropólogo, filólogo, poeta, narrador, y muchas cosas más en las que no me detendré, que hay en el interior del constructo denominado Tirso Priscilo Vallecillos -porque eso somos todos a mi entender, una realidad mutante en continuo tránsito hacia la tierra-, que tiene en su nómina más de una veintena de títulos publicados, ha conseguido marcar, delimitar sería más propio quizás, un espacio propio y singular a la hora de nombrar las cosas, de explicarlas por escrito y puede que también en la oralidad, y de eso va también la literatura, no solo de lo que se dice -o se omite, que también es esencial- sino de cómo se dice. De qué forma se percibe el entorno y cómo se traslada al potencial lector. Pero, dejaré de hablar del autor, porque, revisando los subrayados del libro del que hablamos, me acabo de topar con uno de sus aforismos y no deseo incurrir en lo que vaticina: “No hay intereses tan altos como los de los prestamistas de elogios.”
Así que, dejemos las cosas como están. “Breve catálogo de autoridades…” es un excelente libro de aforismos, no exento de un lúcido sarcasmo, que supondrá un goce para los amantes del género.
