8 de Marzo, Día Internacional de la Mujer
Por Carmen Castañón*.- | Marzo 2018
La historia más extendida sobre la conmemoración del 8 de marzo hace referencia a los hechos que sucedieron en el año 1908, donde murieron calcinadas 146 mujeres trabajadoras de la fábrica textil Cotton de Nueva York en un incendio provocado por las bombas incendiarías que les lanzaron, ante la negativa de abandonar el encierro en el que protestaban por los bajos salarios y las infames condiciones de trabajo que padecían.
Desde entonces las movilizaciones de las mujeres comenzaron a ser más notorias, hasta que en 1975 la Organización de las Naciones Unidas oficializó el día 8 de marzo y se convirtió en el Día Internacional de la Mujer.
Este próximo 8 de marzo, diversos colectivos feministas plantean una movilización inédita, han convocado una huelga de mujeres. Dicha huelga esta secundada hasta ahora por más de trescientos colectivos en España y tendrá reflejo en 177 países. Lo que se quiere demostrar, entre otras cuestiones, es que si se paran las mujeres se para el mundo.
No es una huelga al uso, ya que esta huelga engloba cuatro huelgas en una: la laboral, de cuidados, de consumo y estudiantil. Laboral, porque consiste en que las mujeres ese día no acudamos a nuestros puestos de trabajo; de cuidados para visibilizar todo el trabajo que realizamos en este espacio; de consumo, para denunciar cuestiones como el elevado IVA ‘rosa’, denominado así por gravar los productos relacionados con la higiene femenina que deberían ser considerados de primera necesidad; estudiantil, porque la escuela es en muchas ocasiones el ámbito dónde se reproduce la ideología patriarcal.
Se llama, por ello, a que las mujeres este día tan significativo no acudan a sus puestos de trabajo; no asuman, en la medida de lo posible, los cuidados familiares que mayoritariamente afrontan; no consuman determinados productos; y que alumnas y profesoras no asistan a clase.
Los motivos de esta huelga, en la que las mujeres serán protagonistas, es parar porque existe una brecha salarial por razón de género, porque la mayor parte de los cuidados de las personas dependientes y el trabajo doméstico sigue recayendo sobre las mujeres, porque queremos vivir sin miedo a que un hombre nos acose, nos agreda, viole o asesine, y porque deseamos una sociedad que se replante la forma en que consumimos buscando alternativas responsables, conscientes y transformadoras.
El objetivo es claro, lo que pretende esta huelga internacional es poner de relieve la necesidad de eliminar las violencias machistas, conseguir corresponsabilidad en los hombres y en el Estado respecto a las tareas domésticas y de cuidado, exigir que las Administraciones Públicas garanticen la sanidad, la educación, los servicios sociales, ayuda a la dependencia y vivienda social, y se elimine la desigualdad y la precariedad laboral femenina.
En definitiva, este año el movimiento feminista ha dado un paso más allá, convocando esta huelga, que rompe con los parámetros tradicionales de huelga, con una sencilla pero contundente idea: ‘si paran las mujeres, se para el mundo’.
- *Carmen Castañón es Socióloga, Experta en Género e Igualdad y autora del libro ‘Aprendiendo la Igualdad’.