noviembre de 2024 - VIII Año

Homenaje a Carlos López Riaño en la Fundación Progreso y Cultura, próximo jueves 9 de junio

La Fundación Progreso y Cultura y sus amigos más allegados, organizan el jueves 9 de junio, a las 19:00 horas, en la Sala Maldonado (Maldonado-53), un merecidísimo homenaje al recientemente desaparecido Carlos López Riaño. Que fue durante varias Legislaturas Diputado en las Cortes Generales y una figura destacada del socialismo madrileño.

La inauguración correrá a cargo de Marina Prieto, secretaria general de UGT-Madrid. Moderados por Isabel Vilabella, vicepresidenta de la Fundación, intervendrán quienes durante muchos años han sido sus amigos y compañeros: Isabel Cadórniga, Antonio Chazarra, Álvaro Cuesta y Antonio García-Santesmases, que glosarán los aspectos más significativos de la trayectoria humana y política de López Riaño.

Habrá también un espacio en el que realizarán breves intervenciones aquellas compañeras y compañeros de Carlos López Riaño que han tenido la fortuna de convivir con él, de gozar de su amistad y de luchar, codo con codo, en pro de las ideas de justicia y de igualdad.

El acto será clausurado por Juan Lobato, secretario general del PSOE-Madrid y Cristina Narbona, presidenta federal del PSOE.

Carlos López Riaño ha sido una figura indiscutible del socialismo en Madrid. Sus ideas democráticas le hicieron militar en el PSOE desde la clandestinidad, arriesgando mucho en este compromiso. A lo largo de su vida sirvió a las ideas socialistas en distintos frentes como abogado, como sindicalista, como diputado a Cortes, como Concejal en el Ayuntamiento de Madrid y como un firme pilar siempre defendiendo ideas igualitarias, siempre situándose en una izquierda transformadora y demostrando grandes dotes de orador, nada comunes, así como de gestor de lo público.

En palabras de su hijo, Carlos López Briongos, “Siempre me sorprendió como un gallego, nacido en una pequeña aldea de Lugo, pudo hacer tanto por Madrid. Ocupó el cargo de Secretaría General Madrileña ya por el año 1977. Gestó con históricos socialistas madrileños la configuración de una izquierda posibilista, creíble, que transformara al PSOE en un mecanismo útil para la sociedad. Mi padre era excepcionalmente honesto, creía con firmeza en la justicia social, en la defensa y protección de los más débiles para construir una sociedad mejor, más justa. Quedará en mi recuerdo mi admiración por él, su enseñanza, su inteligencia política y su oratoria, única en un parlamento «en obras», en estado de democratizarse”.

Como comenta el catedrático Antonio García-Santesmases, “El homenaje de la Fundación Progreso y cultura a Carlos López Riaño nos convoca a rememorar una página inolvidable del socialismo madrileño. Muchas son las páginas que podríamos recordar, pero hay una especialmente interesante para entender los problemas que nos aquejan en esta Comunidad. Se produjo a final del siglo pasado, cuando Fernando Morán triunfó en las elecciones primarias y fue el candidato del PSOE en los comicios del 99. Recordar lo que entonces vivimos puede servir para entender lo que ahora nos pasa y para buscar la manera de lograr que otro Madrid, el Madrid de Tierno, de Morán y de Carlos López Riaño vuelva a ser posible”.

Su pasión política es una de sus señas de identidad más destacada. Entendía la política como una actividad para mejorar la vida colectiva de los ciudadanos, especialmente de los más vulnerables y una oportunidad para impulsar ideales de justicia y de igualdad.

En este sentido, el periodista Rafael Fraguas considera que “La muerte de Carlos López Riaño nos arrebata un hombre de bien, profundamente político por su conciencia, compromiso solidario y vocación social. Su entereza personal, su digna rebeldía ante la injusticia y la lealtad a sus convicciones de izquierda, que defendió con valentía en un mundo adverso de ideas lábiles y evanescentes, es el mejor legado que todos podemos recibir de un hombre pleno, hondamente humano, que dedicó su vida al servicio de los demás”.

Por su parte, la Diputada socialista de la Asamblea de Madrid, Isabel Cadórniga Varela, conoció a Carlos López Riaño en el año 1991, “A través de la persona que años más tarde sería mi suegro, eran compañeros diputados y amigos. Me fascinó su cercanía, amabilidad, interés por conocer cómo pensábamos los jóvenes juristas, que nos estábamos especializando en Derecho laboral. Toda mi vida recordaré el debate que tuvimos sobre la justicia social y como sentenció con una sonrisa: “Un buen abogado ha de creer firmemente en la justicia social”. Me impregnó su sabiduría, valentía, coherencia y su pasión por los valores democráticos. Nos convertimos en grandes amigos y fue mi eterno maestro junto a Matilde Fernández, persona por la que me afilié al PSOE. Las fuertes convicciones de Carlos y su valentía al frente de las diferentes instituciones en las que desempeñó puestos de responsabilidad hace que Carlos López Riaño sea un referente político del Siglo XX. Magnífico jurista e inmejorable Delegado del gobierno para el plan Nacional sobre drogas (1994-1996). Tenía una sensibilidad especial con las víctimas (los drogodependientes) enfermos, no delincuentes y con sus familias”.

“La asociación de madres contra la droga –añade Isabel Cadórniga Varela-, mujeres valientes y luchadoras que veían como sus hijos enfermaban y acababan falleciendo, la llamada “generación perdida“, encontraron consuelo cuando Carlos López Riaño, desempeñó el cargo de Delegado del Plan Nacional sobre drogas con el embargo de bienes de los narcotraficantes, y con el destino que se le dio a esos bienes. Creó un hito histórico en la lucha contra el narcotráfico en España. El fallecimiento de mi amigo y maestro, Carlos López Riaño supone una gran pérdida humana y política. Siempre lo echaré de menos….”

Asimismo, el profesor de Historia de la Filosofía Antonio Chazarra, amigo personal de Carlos López Riaño y colaborador habitual de esta revista, señala como “Carlos ha sido una de las personas más intuitivas y audaces que he conocido. Las cogía al vuelo y era un orador formidable que argumentaba sus ideas con una gran solidez. Por donde pasó dejó huella. Tenía unas convicciones socialistas muy firmes y una pasión política que le llevaba a defender siempre las causas de los más vulnerables”.

“Estoy convencido –subraya Chazarra– de que el día 9 su homenaje será un lugar de encuentro de sus amigos, que recordaremos los momentos más emblemáticos de su paso por diversas instituciones, desde el Congreso de los Diputados al Ayuntamiento de Madrid, sin olvidar su contribución al Plan Nacional sobre la Droga. Será un momento muy emotivo el de rendirle un merecido homenaje por su amistad y por como encarnó las ideas progresistas siempre en defensa de una democracia que profundizara en los aspectos sociales y en la justicia”.

Álvaro Cuesta Martínez, ex Diputado y Vocal del Consejo General del Poder Judicial, reflexiona sobre como “La distancia nos otorga perspectivas diferentes en la observación. Situados en un estadio de utopía y juventud, teníamos la tendencia a admirar y engrandecer los relatos y las figuras del pasado. Cuando llegué cargado de ideales al Parlamento en 1982, resonaban en la memoria de aquel templo los ecos y las voces de insignes oradores: Azaña, Fernando de los Ríos, Jiménez de Asúa, Indalecio Prieto,…, Luis Gómez Llorente, Gregorio Peces-Barba,….” Sin embargo, a nuestros compañeros del día a día, coetáneos, más cercanos, los valorábamos con mayor sentido crítico, regateándoles el reconocimiento y la admiración. Con Carlos López Riaño eso nunca me ocurrió: Mientras caminábamos juntos en un trayecto apasionante de Cambio y de profundización de nuestra Democracia, en un trabajo diario durante catorce años, más lo admiraba, y más me conmovían sus discursos”.

“Su trabajo militante, ejecutivo, político y legislativo –continúa rememorando Álvaro Cuesta– tenía un objetivo constante: realizar el ideal emancipador de los seres humanos, La igualdad, la dignidad, la autodeterminación de la persona, y la libertad. Y ello lo buscó tanto elaborando leyes defensoras de las garantías, de los derechos fundamentales y de las libertades públicas, como luchando contra los narcotraficantes y el crimen organizado, y contra las causas de la alienación de las víctimas de la drogodependencia. La estela parlamentaria que dejó sigue deslumbrando y resonando. Sus discursos son pieza básica para entender una época, el sentido y la importancia de los primeros pasos de nuestra Constitución, y de su desarrollo. Carlos era Razón y emoción. Siempre fue consciente de la importancia del “Discurso”, para dejar constancia de la Voluntad política del legislador en la interpretación de la ley”.

Por todo ello, la revista Entreletras se suma a la difusión de este homenaje. Una conmemoración que sin duda será emotiva y en la que los asistentes sentirán una vez más la presencia de Carlos López Riaño.

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