Maestros de la Historia del Cine
Brian De Palma comienza a crear imágenes en 1960. Mientras se curte en el cortometraje, al lado de compañeros tan ilustres como Martin Scorsese o Robert De Niro, analiza las filmografías de los maestros de los años 40 y 50 y participa activamente del espíritu revolucionario y reivindicativo de los 70. Así, en sus primeras películas es evidente la influencia del movimiento Underground, la Nouvelle Vague francesa, el teatro Experimental y la Guerra de Vietnam. Sus mayores referentes: Alfred Hitchcock, Jean-Luc Godard, Francois Truffaut, Howard Hawks y Michelangelo Antonioni.
Brian Russell De Palma nace en Newark (Nueva Jersey, Estados Unidos) el 11 de septiembre de 1940. A pesar de pertenecer a una familia católica de origen italiano, es educado en la religión presbiteriana. Desde muy pequeño tiene contacto con la ciencia. Su padre, cirujano traumatólogo, le familiariza con la ortopedia y las operaciones de corrección de deformidades físicas. Su adolescencia transcurre en Filadelfia donde, tras diseñar un pequeño ordenador, obtiene el segundo premio en el Foro Científico de Pensilvania. Brian se matricula en 1958 en la Facultad de Ciencias Físicas de la Univesidad de Columbia (Nueva York), donde termina doctorándose. También se inicia como actor en el ‘Columbia Players’, se diploma en Bellas Artes y realiza un máster de cine en el Sarah Lawrence College de Bronville (Nueva York).
En 1960 compra por 150 dólares una cámara Bolex de segunda mano con la que rueda en 16 milímetros cortometrajes como Icarus y 660124, The Story of an IBM Card. Wotan´s Wake (1962) es su primer gran éxito como cortometrajista. Después de ser seleccionado en el Festival de Cine Experimental de Knokke-Le-Zoute, en el Midwest Film Festival y en el Festival de San Francisco, obtiene un premio de mil dólares de la Fundación Rosenthal a la mejor película de un director menor de 25 años. Este galardón hace que el cortometraje sea distribuido en todo el país por la Canyon Cinema. En 1963 llega el excelente The responsive Eye, distribuido por Pathe Contemporary y con el que obtiene mucho dinero. Lo rodó en cuatro horas, con sonido directo y un equipo de tres personas. En sus cortos Brian hace todo el trabajo: rodaje, montaje, sonido…
La filmografía de Brian De Palma es una especie de nexo de unión entre el underground más agresivo y la nueva generación de jóvenes cineastas que se adueña de Hollywood en los años setenta, también llamada ‘Del renacimiento’. En su primera etapa como largometrajista da muestras de una actitud crítica radical contra la política y los valores sociales norteamericanos de la época y de rechazo a la institución familiar y matrimonial como ejes de la sociedad.
The wedding party (Ondine Productions, 1963), codirigida junto a Cynthia Munroe y Wilford Leach, es una comedia godardiana que narra las grandes dudas de Cecil (Robert De Niro) ante su inminente boda con Josephine (Jill Clayburgh) y el disfrute de sus familiares y amigos con los preparativos de la ceremonia (Valda Setterfield, John Queen, Raymond McNally, John Braswell, Charles Pfluger…). La película, rodada en 35 milímetros y en blanco y negro, fue producida con cien mil dólares por la compañía Ondine Productions, creada por la millonaria Munroe.
Murder a la mod (Aries Documentaries, 1967) es una sofisticada película de suspense (thriller) que narra la historia del brutal asesinato de Karen (Margo Norton). Su amigos Tracy (Andra Akers) y Christopher (Jared Martin, un actor cómico) y su novio Otto (William Finley, joven director de películas porno) explican sus diversas versiones sobre el crimen. Aunque no hay compañía distribuidora, el film se exhibe en el Gate Theater del East Village y el diario The New York Times publica una crítica positiva.
Su tercer film, Greetings (West End Films, 1968), influenciado por Hitchcock, Antonioni y la Nouvelle Vague, es un drama político sobre tres jóvenes norteamericanos en edad militar a los que el gobierno pretende enviar a combatir en la Guerra de Vietnam. Pero John (Robert De Niro), voyeur vocacional, Paul (Jonathan Warden), adicto al sexo, y Lloyd (Gerrit Graham), obsesionado con el asesinato del presidente J. F. Kennedy, son fieles al lema hippie ‘Haz el amor y no la guerra’. Greetings obtiene el Oso de Plata en el Festival de Berlín y es primer éxito comercial de De Palma. La juventud norteamericana se identifica con su denuncia política y acude masivamente a ver uno de los films más críticos con la política exterior de Estados Unidos.
¡Hola mamá! (Hi, Mom!, West End Films, 1969) es un retrato crítico y desvergonzado de la Norteamérica de finales de los años sesenta. Trata de la obscenidad de la clase media blanca vista por la comunidad negra, al margen del sistema en aquella época. Cuando John (Robert De Niro) regresa a Nueva York después de luchar en Vietnam, consigue el apoyo financiero de Joe Banner (Allen Gardfield), famoso producor de películas eróticas, para rodar su propio film. ¡Hola mamá! se estrenó en el Loew’s State de Nueva York porque su productor (Charles Hirsch) la consideraba erróneamente una película ‘antiestablishment’. Fracasó en taquilla.
El quinto largometraje de De Palma, Dionysus in 69 (Performance Group, 1969), es un documental sobre la obra teatral underground del mismo título. El dios de la orgía (William Finley) invita a los espectadores a participar en sus excesos. Penteo (William Shepard), rey de Tebas, censura su actitud pero termina uniéndose a su fiesta carnal.
Get to know your rabbit (Warner Bros, 1972) narra la historia de Donald Beeman (Tom Smothers), un ejecutivo informático insatisfecho que conoce a Mister Dalesandro (Orson Welles), un excéntrico personaje que le instruye en las artes de la magia y el claqué. Donald decide entregarse por completo al ‘show businnes’. Encargada por Warner Bros, esta película supone el primer contacto de De Palma con los grandes estudios. Pero el riguroso control de la compañía provoca que el director abandone el film antes de terminarlo, aunque tuvo la ‘oportunidad de dirigir al gran Orson Welles’.
En 1973 Brian De Palma dirige Hermanas (Sisters, Pressmann-Williams), un film de terror científico que supone una nueva incursión en el ‘voyeurismo’, uno de los temas que más le obsesionan. El director abandona por primera vez su inquietud experimental y dirige su primera obra maestra, un clásico film de terror psicológico en el que Margot Kidder interpreta a dos hermanas gemelas, Danielle y Dominique. Cuando la primera, modelo y aspirante a actriz, es seducida por Philip (Lisle Wilson), un ejecutivo publicitario de raza negra, la segunda, desequilibrada mental, monta en cólera. Todo un tratado sobre la simetría y la duplicidad, Hermanas es la primera muestra de la madurez creativa de De Palma. El entusiasmo de la crítica le convirtió de la noche a la mañana en uno de los maestros del cine de terror moderno.
En 1974 Brian De Palma dirige su segunda obra maestra, El fantasma del Paraíso (Phantom of the Paradise, Pressman-Williams), un musical pop-rock coproducido y protagonizado por la rockstar Paul Williams, autor también de la brillante banda sonora. Swan, un legendario productor musical que monopoliza la industria discográfica de Estados Unidos, busca un nuevo sonido para inaugurar ‘El Paraíso’, el último palacio del rock. Este nuevo ritmo es la música de Winslow Leach (William Finley), un genio que ha compuesto ‘Fausto’, sobre el mito del mago alemán que vendió su alma al diablo a cambio de la inmortalidad. Lo que ignora es que Swan quiere su música pero no su voz, pues ésta será la de Phoenix (Jessica Harper). Una terrorífica ópera rock donde cohabitan lo mítico y lo literario, lo legendario y lo real, la nostalgia y la innovación. Gran Premio en el Festival de Cine Fantástico de Avoriaz (Francia).
En 1976 De Palma dirige Fascinación (Obsession, Columbia Pictures), la más clásica y reposada de sus películas y una obra maestra incuestionable. Habla de la vida y del fatigoso proceso del hombre en su búsqueda de la felicidad. Es la historia de Michael Courtland (Clif Robertson), un acaudalado ingeniero inmobiliario cuya mujer Elisabeth (Genevieve Bujold) e hija, Amy (Wanda Blackman), son secuestradas por unos desconocidos que piden un rescate de medio millón de dólares. La operación fracasa y los cadáveres no logran ser recuperados. Tras 16 años, Mike se traslada a Florencia en viaje de negocios y visita la iglesia en la que conoció a su esposa durante la Segunda Guerra Mundial. En su interior conoce con gran fascinación a Sandra Portinari (también Genevieve Bujold), una restauradora de frescos de gran parecido físico con su desaparecida esposa.
Tras el gran éxito de crítica y público de Fascinación, la productora United Artists encarga a Brian De Palma la adaptación cinematográfica de la primera novela de Stephen King, el prolífico escritor de bestsellers de terror. Dotada de una gran ambición creativa, Carrie (magistral Sissy Spacek) recrea una visión apocalíptica de la estructura familiar, transformando a una joven aparentemente inocente en un monstruo con gran capacidad destructiva. Un personaje que en su época entusiasmaba al espectador, el tímido adolescente convertido de la noche a la mañana en la reencarnación más poderosa del mal. La película fue en su día el proyecto más ambicioso de Brian De Palma. En él pudo hacer realidad su concepción del terror más primitivo (sangre a raudales), mezclado con el psicológico (telequinesis) y el fanatismo religioso encarnado en la madre, Margaret White (magistral Piper Laurie). Carrie se convirtió enseguida en un gran éxito internacional.
Con La furia (The fury, 20th Century Fox, 1977) Brian De Palma intenta llegar aún más lejos en su análisis de los poderes de la mente. Peter Sandza (Kirk Douglas), excomponente de una agencia secreta gubernamental, veranea en Oriente Medio junto a su hijo Robin (Andrew Stevens). Éste es telequinésico y está a punto de ingresar en una escuela de Chicago para jóvenes superdotados. Mientras disfrutan en la playa, un grupo de terroristas árabes abren fuego contra los bañistas provocando el caos. El padre desaparece en alta mar y el hijo es secuestrado por Childress (John Cassavetes), antiguo compañero de Peter, que ha montado un complot político con misteriosos fines.
Home movies (Películas caseras, SLC Films Production, 1978) es consecuencia de un curso impartido por Brian De Palma a los alumnos del Sarah Lawrence College. El director trató de enseñar en un instituto cómo hacer una película de bajo presupuesto. Denis Byrd (Keith Gordon), el benjamín de una excéntrica familia neoyorquina, lleva una vida llena de frustraciones. Su padre, el Doctor Byrd (Vincent Gardenia) es infiel a su mujer (Mary Davenport), adicta a los tranquilizantes, y James (Gerrit Graham), su hermano mayor, es una especie de profeta mesiánico que alecciona a sus seguidores con una particular forma de vida.
Con Vestida para matar (Dressed to kill, Filmways-Warwick Associates, 1980), una glamourosa muestra de terror psicológico, De Palma propone una cierta moderación sexual y transmite una vez más una pesimista visión de la sexualidad femenina. Kate Miller (brillante Angie Dickinson) vive en un permanente estado de insatisfacción sexual, lo que provoca su inclinación a la ninfomanía y a la aventura extramatrimonial. Por su parte, la insatisfacción del Doctor Robert Elliot (Michael Caine) arranca de su condición de transexual. Es un cuerpo habitado por sexos opuestos, lo que le conduce directamente a conspirar para matar. En esta película el director muestra un dominio absoluto del lenguaje cinematográfico, lo que sitúa a Vestida para matar entre sus mejores films. El director obtiene las mejores críticas de su carrera.
En Impacto (Blow out, Filmways Pictures-Cinema, 1981), Brian De Palma hace un macabro paralelismo entre la ficción como eficaz instrumento de manipulación del espectador y el espionaje político como arma de manipulación del ciudadano de a pie. Jack Terry (John Travolta) es el técnico de efectos sonoros de una productora independiente de películas de terror. Por su parte, el gobernador McRyan anuncia su candidatura a las próximas elecciones presidenciales. Una noche, mientras Jack graba sonidos en un parque de la ciudad, es testigo de un accidente. El coche del gobernador McRyan, aspirante a la presidendia de Estados Unidos cae al río y éste muere en la profundidad de las aguas, pero Jack salva del ahogamiento a Sally (Nancy Allen), una chica por la que se siente inmediatamente atraido. Impacto es ante todo una interesantísima muestra del cine político contemporáneo. Al igual que Blow up, de Michelangelo Antonioni, es la historia de un civil involucrado por casualidad en un sucio juego político.
Cincuenta años después de que Howard Hawks dirigiera Scarface, el terror del hampa, Brian de Palma decide homenajearle con el primer remake de su filmografía, El precio del poder (Scarface, Universal Pictures, 1983). En mayo de 1980 Fidel Castro permite que varios miles de cubanos abandonen la isla para unirse a sus familiares en Estados Unidos. Entre ellos se esconde Tony Montana (brillante Al Pacino), un joven marginado y condenado en Cuba por varios delitos. En Estados Unidos encuentra más riqueza, más poder y más pasión (Elvira, Michelle Pfeiffer) de lo que ha soñado. Pero su ansia de poder no tiene límites y llega el momento de pagar cara su ambición. Una gran película ‘de gansters’ donde De Palma representa el mundo del hampa de una forma tan apasionada, tan exagerada incluso, que dota al film de un look tan radicalmente barroco que resulta difícil escapar a su encanto.