noviembre de 2024 - VIII Año

Encarnación Pérez Relaño: ‘Las mujeres harán un gran papel allí donde tengan una obligación que cumplir’

Centenario del nacimiento de Enrique Tierno Galván (1918-1986)

encarnacion Esta entrevista realizada por el periodista Rafael Fraguas, colaborador habitual de ‘Entreletras’, apareció en la edición impresa del periódico ‘El Pais’ el Domingo 22 de abril de 1979. Enrique Tierno Galván fue elegido Alcalde de Madrid el 19 de abril de 1979 tras las primeras elecciones municipales de la recuperada democracia.

Madrileña, nacida en plena calle de Juanelo, hija de un empleado ferroviario y de una mujer liberal que a los dieciséis años no le impedían esquiar ni montar en bicicleta, María Encarnación Pérez Relaño, esposa del alcalde de Madrid, Enrique Tierno Galván, posee un parecido extraordinario con la actriz francesa Claudette Colbert.

Educada en el colegio de monjas San Luis de los Franceses y, más tarde, en el Instituto Escuela, preparó cátedra de francés con el abate Sicard y trabajó en una empresa de seguros. En plena guerra se hizo enfermera y al concluir volvió á la Universidad de San Bernardo, donde, en un curso de alemán, conoció a Tierno Galván, con quien se casó en 1945. Un año después nació su primer hijo, Enrique, hoy doctor en Físicas, y después una niña, Berta, que murió a los seis meses. Amante de los animales -tiene una perra Foster irlandesa, Tara- y de la jardinería, habla a la perfección francés, inglés, ruso y alemán, y utiliza un automóvil mini blanco para sus desplazamientos por Madrid, ciudad a la que adora y en la que siempre ha vivido, en un piso alquilado de la calle de Ferraz, salvo en ocasiones en que su esposo fue profesor en universidades norteamericanas.

– Hasta ahora su presencia en la vida política española ha sido muy discreta. Si la nueva situación le exigiera renunciar a esta dirección, ¿lo aceptaría?

– Creo que desde el momento en que he aceptado esta entrevista ya he renunciado, en parte, a ella. Poco puedo ofrecer de interés, pero es lógico que se sepa el entorno familiar de Enrique Tierno Galván. La vida familiar en casa ha sido como toda vida familiar normal, aunque, eso sí, preocupada siempre por las cuestiones sociales. Todo el mundo sabe que por esas preocupaciones sociales nos quedamos sin nuestra forma de vida. Tuvimos que trabajar en recensiones de libros, traducciones, durante los once años que siguieron. Aquí también aporté mi granito de arena haciendo traducciones durante todos esos años. Alternando todo esto estuve seis años en el British Institute. Luego vinieron los viajes a universidades norteamericanas, donde pasamos dos años y distintas temporadas. Así pues, mi vida ha sido, y sigue iéndo, una vida activa por demás. Ahora en mis ratos libres me ocupo de clasificar los 4.000 libros de nuestra biblioteca.

– ¿Se considera usted a sí misma una mujer progresista? ¿En qué aspectos se muestra más conservadora?

– Si por progresista se entiende que me interesan todos los problemas en general, que pienso siempre en ellos y en las dificultades que hay que resolver para superarlos -algunos tan preocupantes como es el problema de la mujer, de los niños, de la erradicación del chabolismo para que salgan a flote todas esas familias-, pues es evidente que soy progresista. En cuanto a en qué aspectos me considero conservadora, diría que en mantener los lazos afectivos y en todo cuanto de positivo tienen la sociedad y la familia.

– ¿Comparte usted plenamente la concepción del mundo de su esposo?

– Francamente, sí. Su comportamiento ha venido marcándome -aun sin él pretenderlo- un sendero que hemos seguido fielmente desde hace ya unos años. Me ha hecho ver la gran humanidad que posee, y que no siempre ha sido fácil mantener, en un esfuerzo continuo por ir cambiando situaciones establecidas, en ocasiones muy poco favorables para el bien general.

– ¿Cómo se ha desarrollado hasta ahora su vida personal y familiar y en qué aspectos piensa que va a experimentar más cambios a partir de ahora?

– La vida personal y familiar ha transcurrido hasta ahora sin tropiezo alguno. De ahora en adelante no sé, pero creo que desde un ángulo conservador seguirá más o menos igual, aunque, como es natural, más proyectada hacia el exterior. Nuestro deber es ayudar a la comunidad.

– ¿Qué es lo que a su juicio distingue la concepción socialista de la familia de otras concepciones sobre ella?

– La diferencia que puede existir es de responsabilidad, la que recae en cada uno de los miembros que la componen. Esta responsabilidad, unida a su conciencia, será la que dicte el comportamiento que habrá de observarse. Por ello, más que nunca, la educación a todos los niveles se impone.

– ¿De qué manera aborda una mujer progresista la cuestión de la autonomía de criterio dentro del matrimonio, cuando se vive con un hombre con la personalidad de Enrique Tierno Galván?

– A veces es difícil encajar algunos tipos de personalidades, pero como me pregunta concretamente, puedo decirle que con mi marido las diferencias de criterios se resuelven con relativa facilidad, discutiendo los problemas en el seno del matrimonio y perdiendo o ganando la partida, depende.

– ¿Considera que la actitud de la esposa de un alcalde socialista ha de ser activa o pasiva, dependiente o independiente, respecto del cometido de su esposo? ¿Se conformaría adoptando una actitud inactiva o meramente pasiva, como hasta ahora adoptaba la mayoría de las esposas de los alcaldes españoles?

– Creo que esto no es posible comentarlo, ya que depende de las circunstancias de cada persona, de su trabajo, incluso de su temperamento. A veces, ciertas personas no son dueñas de decidir. Ahora bien, yo me inclino por toda actividad provechosa, sea del tipo que sea.

– ¿Piensa adoptar una actitud colaboradora con su esposo a partir de ahora? ¿Qué forma piensa dar a esa colaboración?

– Con mi colaboración ha contado siempre. En cuanto a la forma de colaboración futura, es algo imposible de predecir. Desconozco cuáles podrán ser los problemas concretos en cuya solución pueda colaborar.

– ¿En qué medida las mujeres, hasta ahora separadas de la vida política, pueden contribuir a humanizar la vida municipal?

– Las mujeres harán un gran papel allí donde tengan una obligación que cumplir. Se desenvuelven muy bien, son responsables y cada vez lo serán en mayor medida, cuanto mayores sean los estímulos y las posibilidades de actuación que se les ofrezcan. Además, hay que aceptar que la mujer, precisamente por serlo, tiene una gran sensibilidad para tratar muchos problemas. Preguntémonos cómo cuidan a sus hijos desde que nacen, no olvidemos este aspecto, como ejemplo.

– ¿Qué recomendación o sugerencia haría usted a las alcaldesas y concejalas socialistas o a las esposas de alcaldes y concejales socialistas que acceden ahora a los municipios españoles?

– Bueno, les enviaría un gran abrazo a todas, pero no soy nadie para sugerirles nada. Estoy bien segura de que saben de sobra responder a la tarea que ahora acometen. La responsabilidad se impone a todos los niveles, más a éste.

– ¿Qué aspectos de la ciudad a de la vida madrileña le gustaría ver más transformados al culminar, dentro de cuatro años, el mandato municipal de su esposo?

– Desde luego, los principales y de los que más necesitados estamos: transportes, limpieza, sanidad, cultura… Conseguir ver que la gente se sienta a gusto en una ciudad cuidada, donde cada cual tenga su lugar al sol, hasta los pájaros, como alguien dijo -me parece que fue mi marido-, y ya añado a esto perros y demás animales y plantas, en fin, toda cuanto tiene vida. Poder disfrutar de un Madrid con la alegría que antes tuvo, diligente, responsable y cuidado.

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Archivo Entreletras

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