Demetrio Estébanez Calderón:
Diccionario de términos literarios.
3ª ed. Alianza, Madrid, 2016
Por Francisco Martínez
Siempre cabe recordar, creo, la dependencia que el ejercicio literario tiene respecto de aquellos otros libros (manuales, diccionarios…) que posibilitan, ayudan y enriquecen la labor de escribir gracias a los recomendaciones o principios o consideraciones que en ellos se contienen. Y una parte sustancial, esencial de estos libros la constituyen, sin duda, los diccionarios, donde las palabras y sus significados, las aclaraciones terminológicas es como si afinasen su valor, su decir llevado a un horizonte de interpretaciones más extenso y variado.
Se ha citado en numerosas ocasiones el Diccionario de María Moliner como un ejemplo de lengua viva, directa, humana por su vínculo con la terminología cotidiana, y ello constituía un apoyo muy fecundo para cualquier escritor que quisiese elaborar, cuando menos, un texto realista, a la sazón un tendencia literaria en auge para cuando la aparición de este diccionario.
El diccionario que nos ocupa, no obstante, resulta de algún modo más academicista, y lo culto le viene de su aporte de conocimientos a propósito de la terminología que le es afín al ejercicio literario. Tanto al sustrato y contenidos de la práctica literaria como a escuelas, valoraciones o tendencias que conforman el discurso escrito. Como ejemplo me parece oportuno destacar dos términos recogidos aquí. De una parte Iluminación «término de origen latino relacionado con lux (fuente de luz) y lumen que, desde la filosofía de Platón, se viene aplicando a la teoría del conocimiento en Plotino, en s. Agustín, y en la escolástica medieval y posterior. Para Platón, el conocimiento de las ideas se produce por efecto de una iluminación, en virtud de la cual se hace posible la manifestación y el descubrimiento de la verdad» Una aclaración sin duda enjundiosa como aporte de clarificación y conocimiento del término. Y como apoyo para el buen uso.
La otra definición sería, por citar un ejemplo distinto y, siempre, complementario en la labor literaria, el enunciado como Plot «término inglés (contrapuesto a story: narración de acontecimientos dispuestos en la sucesión temporal, es decir, tal como han ocurrido) con el que se designa la narración de esos acontecimientos poniendo el énfasis en la relación de causalidad que les une. Así ‘El rey murió y luego murió la reina’ sería un ejemplo de story mientras que en la formulación ‘El rey murió y luego murió, de pena, la reina’ sería un ejemplo de plot. A título curioso, digamos que otros términos aquí referenciados son Poesía India, Géneros literarios o Público, por señalar algunos relevantes.
El libro, que ya va por la tercera edición (la primera es de 1996), resulta sin duda una herramienta de trabajo muy apreciable y una fuente de conocimiento que sirve para consolidar la función, también didáctica, que la buena literatura ha de reflejar o contener